Puede parecer que os vaya a hablar de alguna especie de leyenda mítica del mundo oriental o una historia relacionada con dragones y templos milenarios. Nada más lejos de la realidad. Hoy voy a comentar un fenómeno que viene poniéndose de moda desde hace unos 4 o 5 años aproximadamente, pero que especialmente en estos últimos donde la información se multiplica y, tímidamente (en parte gracias a Facebook) podemos ir adivinando y visionando proyectos faraónicos que se llevan a cabo en parques asiáticos, en especial China.
Valga decir que aunque voy a centrarme, como he dicho, en parques chinos, este fenómeno también se está extendiendo (aunque en menor medida) por otros países colindantes (esto es Japón o Corea).
El modelo chino
Comencemos desde un principio. En occidente (y me centraré en nombrar EEUU y Europa en general) estamos acostumbrados a hablar y analizar gestiones de empresas especializadas, bien sea en el sector financiero, bien sea en el sector ocio. Dichas empresas pelean año tras año para sacar claras cuentas, ofrecer beneficios y dar al público un producto mejor y mayor conforme pasan las temporadas.
Cada fin de trimestre, semestre o temporada se muestra, en mayor o menor medida, un balance económico que permite no sólo hacernos una idea de cómo ha ido el año (visitas y dinero recaudado), sino de cómo va a ir la temporada siguiente (modelos de marketing que cambian, reducción o ampliación de precios, novedades y mejoras, etc.)
Crystal Wing, una de las coasters más impresionantes del mundo, con tematización extrema.
Fuente: Theme Park Guy
Fuente: Theme Park Guy
Cuando hablamos del "modelo chino", debemos cambiar radicalmente estos aspectos, pues lo que dicho modelo contempla es que el mayor inversor en parques y recintos es, siempre, el gobierno chino.
China y Asia del este ha sido, tradicionalmente, una región sombría, secreta y muy trabajadora. Distintos regímenes políticos y dictaduras en el pasado (o incluso en el presente) hacen que negociar con China fuese terriblemente difícil, si no imposible, por lo que las empresas que operan con el ocio en occidente se niegan rotundamente a iniciar proyectos interesantes por esas tierras.
Por ello, con el afán de presentar al mundo una sociedad china diferente, abierta y cosmopolita, el gobierno, de unos años a acá inició un macro-proyecto de apertura comercial y turismo, para limpiar la imagen y para mostrar al mundo que China puede ser un destino rico y agradecido.
Es por ello que el gobierno chino ha destinado, en estos últimos 10 años, ingentes cantidades de dinero en proyectos de enorme calibre mediático (el más claro ejemplo en este caso serían las Olimpiadas del 2008 en Beijing). Dinero del pueblo para mejorar la imagen del propio pueblo.
El parque de Happy Valley Songjiang esconde rincones temáticos impresionantes como este.
Fuente: Duane Marden
Por ello, ese mismo gobierno, ha iniciado una estrategia de poblar sistemáticamente el país de parques enormes, con presupuestos escandalosos, prototipos de rides y coasters nunca vistos en el mundo, novedades atractivas de cara a los entusiastas e inauguraciones de repercusión mediática amplia. A continuación vamos a ver algunos claros casos.
Los parques Happy Valley
El buque insignia de los grandes proyectos chinos, Happy Valley es una cadena de parques (actualmente con 4 parques abiertos más uno en construcción) que vendría a ser similar, en su concepción y definición, a la cadena estadounidense de Six Flags o Cedar Fair.
La gestora de los parques Happy Valley la mayoría de veces se trata de una empresa local o provincial cuya base organizativa y económica está potenciada por el gobierno. En el caso de Happy Valley Beijing (uno de los más representativos) se trata de Beijing OTC, empresa secundaria de Shenzhen OCT Holding Group, que a su vez es la gestora mayoritaria de Happy Valley Shenzhen, el primero de la "saga" cuya construcción se completó en 2002.
La progresión de construcción de los parques Happy Valley es asombrosa: Shenzhen se abrió en 2002, Beijing en 2006, en 2009 le tocó el turno a Chengdu y a Songjiang y ya de cara a 2011 se prevé la apertura del de Wuhan, cuya existencia y progresión prácticamente desconocemos a día de hoy, pero sí sabemos que albergará un concepto de woodie único en el mundo.
Los parques Happy Valley están poblados de auténticas maravillas técnicas: Crystal Wing en HV Beijing (la flying coaster más tematizada hasta ahora), Mega-Lite y Fly Over Mediterranean en HV Chengdu y HV Songjiang (ambas modelos megalite de Intamin, un modelo muy codiciado en occidente), Fireball en Songjiang (una woodie impresionante facturada por Gravity Group) o Dive Machine en HV Songjiang (la dive-coaster más alta jamás construida hasta ahora por B&M).
Knight Valley da el campanazo
En 2009 el resort OCT East Resort anunciaba, a bombo y platillo, que en 2010 darían inicio a un masterplan de reforma completa de instalaciones y ampliación, con vistas a convertir la región de Guangdong (Shenzen) en un destino turístico de primer nivel, tanto en infraestructura como en servicios.
Sí, puede parecer más de una coaster a la vez, pero se trata de un sólo proyecto de GCIFuente: Facebook de GCI
Para ello la empresa China (gestionada cómo no también en gran parte por el gobierno Chino) ha encargado tres proyectos en forma de coasters con una inversión desorbitada sobretodo en la que será la gran apuesta del recinto: una woodie de GCI (Great Coasters International) con un recorrido de kilómetro y medio de distancia, que en términos de "woodie" es una auténtica burrada, pues hablamos de que la medida estándar de este tipo de proyectos suele ir entre los 700 y los 1000 metros.
El proyecto es tan enorme que se extiende a lo largo de un enorme valle natural.
Fuente: Facebook de GCI
Y no cesa aquí la inversión, pues de cara a 2011 el resort pretende contar en sus filas con dos proyectos de Maurer de menor envergadura (un skyloop y una coaster launched clónica de Formule X, cuyo proyecto ya analicé en Bloggercoaster unas cuantas entradas atrás).
¿Fórmula correcta o mayor fiasco de la historia?
Nos hallamos pues, con estos dos ejemplos, ante una de las mayores dudas que tiene el sector (sobretodo los parques de mayor calibre, que son los que miran atónitos la evolución de estos enormes proyectos.
Es evidente que el gobierno está incentivando, de manera urgente, el auge turístico de la zona asiática del este pero ¿a qué precio?
Como es lógico, el recelo asiático hace que probablemente nunca lleguemos a saber lo que el gobierno, a través de sus subcontratas, está destinando a estos macro-proyectos, pero se puede especular hablando de cifras que pueden llegar incluso a los 9 números en algunos casos, pues hablamos de regiones generalmente pobres o rurales que ven como, de la noche a la mañana, sus tierras son poseídas por excavadoras, cemento y estructuras metálicas impensables.
¿Repercute esto en el turismo interior? Rotundamente NO. Siempre que vemos reportajes o álbumes de visitas de entusiastas a los parques chinos nos preguntamos lo mismo: ¿dónde está la gente? Parques que en occidente estarían llenos hasta la bandera con decenas de miles de personas presentan un attendance tan pobre que apenas rozan las 1000 personas al día.
Aquí realmente es donde nos cuestionamos la efectividad de esta estrategia pues ¿es realmente útil que la inversión hecha con dinero del pueblo no sea aprovechada por el pueblo?¿Es esta medida económica de financiación una estrategia de cara a años venideros, inflada por el boca-oreja de occidente?¿Hará esto que viajar a oriente del este sea más y más fácil conforme pasen los años?¿Será China un destino a tener en cuenta en breve para los entusiastas occidentales o seguirá siendo un objetivo exótico y distante?
Preguntas sin respuesta que se generan, mes a mes, tras la lluvia incesante de imágenes e información que nos llega de estos colosales proyectos asiáticos.
No te olvides además de la enorme desigualdad de tematización: lo mismo te encuentras con una zona de theming extremo y desorbitado, que enfrente está una coaster o flat tal cual, sin una misera decoración, o lo que es peor, con muñecos cartoon ultra-coloridos que estropean el excelente y brutal theming a escasos metros
ResponderEliminarCada vez que veo Crystal Wing me quedo con la boca abierta como un bobo... Y la woodie megagigantesca... ¡eso hay que probarlo!
ResponderEliminaryo soy de la opinion que no saben que estan haciendo. me recuerda a six flags cuando empezo a poner coasters tipo kingda ka, tatsu, o su trio de dejavu's. eran inversiones arriesgadas segun ellos, locuras segun todos los demas. como termino el asunto? compañia con deudas hasta el cuello, con deuda aumentada debido al prestamo que tubieron que coger para la construccion de los gigantes de acero... en fin, un fiasco.
ResponderEliminarla pregunta diferencia con china es que alli el dinero lo pone el gobierno, y sabemos de sobra que el gobierno no entrara en bancarrota. yo lo que me huelo es que quieren preparar zonas de turismo low cost y potenciar un turismo barato de resort y visita tradicional, como se hace en mexico y esas zonas... que de echo, por alli es de lo que viven. y si algo tienen los chinos, es que no son tontos, y han visto que la gallina de los huevos de oro tambien puede caer en su tierra. caera? sinceramente, no lo se, pero creo que si...
Sinceramente, me parece bien, que al menos el dinero lo inviertan en algo que pueda resultar muy turístico y que sean posibles sitios de peregrinaje a nivel de parques. Pero también veo que es muy arriesgado invertir con tanto a la vez, y no un único parque sino varios con grandes proyectos, quizás se acaban estrellando o quizás consiguen lo contrario. El caso será esperar a ver que pasa, pero yo ya estoy viendo de incluir oriente entre mis visitas futuras (muy futuras) de parques.
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