Walt Disney Studios Park

Lo primero que vale la pena aclarar es que Disneyland París, desde hace ya años, no es únicamente un parque, sino que en su base son dos. Por una parte tenemos Disneyland Park (el tradicional, con el castillo de la Bella Durmiente e inspirado en el mundo de fantasía de los clásicos Disney) y el Walt Disney Studios Park, con una totalidad de rides, coasters y temática de factura más reciente y mucho más allegada a un público más actualizado y cercano a Pixar o a las grandes producciones de Hollywood.

Con el ticket 2x1 tenemos entradas para ambos parques indistintamente

El que hoy analizaré será este último, pues prefiero analizarlos por separado ya que, personalmente, son totalmente diferentes y distan en muchos aspectos el uno del otro.

Mediante una entrada combinada adquirida en taquillas puedes tener acceso, eso sí, a ambos recintos en un mismo día, por lo que el paso de uno al otro se realiza sin demasiadas dificultades. ¡Vamos allá!

Un parque joven...

La creación de Walt Disney Studios Park vino sujeta, hace ya años, a la creciente necesidad del Disneyland Park de completar su oferta de rides actualizándose a los tiempos actuales y otorgando un soplo de aire fresco a algunas de sus zonas que, por el paso de los años, habían quedado obsoletas o carecían de lógica temporal.

Preciosas vistas del centro del parque, con la clásica estatua de Walt Disney junto a Mickey

El masterplan que Disney diseñó incluía un segundo parque que ofrecería espacio nuevo y terrenos para expansiones de futuras franquicias de la productora mágica. Así pues la mayoría de los añadidos a este segundo parque, a lo largo de los años, han correspondido a nuevas producciones como Buscando a Nemo, Cars, Toy Story o más recientemente Ratatouille, invirtiendo en cada añadido cifras astronómicas que garanticen la modernización del recinto en cada actualización.

Nos encontramos entonces ante un parque que se aleja bastante de la visión fantasiosa original de Disney y se acerca más al cúmulo de emociones y sensaciones que hoy día se dedican a despertar los parques más punteros a nivel mundial. Un parque menos nostálgico pero más poli-temático.

... y de reducidas dimensiones

Este es otro aspecto que, en cierta manera, sorprende de Walt Disney Studios Park: su tamaño. Equiparándose a parques pequeños como Phantasialand o Miragica, este parque no ofrece problemas a la hora de ser visitado cómodamente en apenas unos minutos. Nos podemos plantar fácilmente de una punta a otra en menos de 10 minutos, lo que hace posible un vistazo rápido a la mayoría de sus rincones y memorizar sin problemas la situación de cada ride.

El clásico truco: elementos decorativos apiñados para dar sensación de lleno

Su distribución cíclica circular, coronada por una gran plaza central que une ambos laterales, hace prácticamente imposible perderse, por lo que es muy fácil tener probadas todas las rides y coasters en menos de 3 o 4 horas con un attendance normal.

Un mercadillo de rides punteras

Este es un aspecto en el que se hace mucho hincapié en Walt Disney Studios Park, el hecho de presentar una gama de rides mucho más actualizadas y modernas que su hermano más antiguo.

Con esta premisa, podemos encontrar Cines 3D y 4D como CinéMagique, Animagique o Stitch Live!, rides cíclicas como Cars Quatre Roues Rallye, Les Tapis Volants, Slinky Dog Zigzag Spin o Toy Soldiers Parachute Drop y rides de simulación en dimensión real como Studio Tram Tour, Armageddon: les Effets Spéciaux o Moteurs... Action!.

Con Slinky Dog Zigzag Spin el parque ha adquirido una ride más familiar y suave

En una sorprendente estrategia de clonación de rides (a la que por otra parte ya estamos acostumbrados con otros parques Disney) hace tan sólo un par de años París apostó por la construcción de Hollywood Tower of Terror, una caída libre controlada que proporciona, en repetidas ocasiones, fuerzas negativas capaces de mantener una moneda flotando alrededor nuestro a varias decenas de metros de altura.

Hollywood Tower of Terror en su máximo esplendor, aun siendo la copia más pequeña de todas.

Todo ello se completará, en 2012, con la construcción de la que será la ride más cara de la historia: Ratatouille, una dark ride de la que apenas se conoce su coste total que ascenderá a 120 millones de euros. Toda una inversión de cara a seguir manteniendo el Resort como un destino puntero a nivel mundial.

Oferta variada en coasters

Aunque es fácil de intuir, cualquier aficionado a las coasters sabe que no encontrará en ninguno de los dos parques parisinos la mejor variedad de coasters existentes en el mercado. Disney siempre apuesta por constructores y modelos fáciles, básicos y de mantenimiento personalizado, por lo que empresas como B&M o Intamin son prácticamente desconocidas en este lugar.

Aun así Walt Disney Studios Park ofrece una buena variedad, ampliada recientemente con la nueva área temática de Toy Story Playland.

El cartel que nos da la bienvenida a Toy Story Playland

Por una parte tenemos Crush's Coaster, una spinning de Maurer indoor genialmente tematizada y que ofrece, a mi parecer, una de las mejores inmersiones temáticas que jamás he visto hacer a una coaster, siendo capaz de trasladarte en unos pocos metros a las profundidades coralinas del mundo de Nemo. A mi parecer, un proyecto totalmente redondo, únicamente estropeado por los bajos niveles de attendance que permite y que hacen que las colas tengan una densidad importante.

Crush's Coaster, el ejemplo de la perfecta coaster indoor.

Seguidamente podemos encontrar RC Racer, una de las tres novedades de este año 2010, una skateboard de Intamin con tren modificado que imita las oscilaciones del coche de radiocontrol en una pista de plástico, tal como podíamos ver en Toy Story. Una experiencia muy gratificante y suave, aunque con un ciclo ridículo que apenas permite llegar al límite de altura en un par de ocasiones (una por sentido). Los amantes de los buenos airtimes están de enhorabuena, ofrece dos o tres de muy buen calibre.

RC Racer ofrece una buena dosis de fuerzas G negativas, aunque en un ciclo más bien corto.

Por último encontramos una de las estrellas del parque: Rock'n Roller Coaster. Apadrinada por Aerosmith, nos topamos con una multilooper launched de Vekoma, un animal raro en su especie que, sin embargo, cumple totalmente las expectativas del viajero aventurero: varias inversiones, adrenalina, velocidad y rock'n roll. No es el paradigma de la suavidad, tampoco completa un trazado excesivamente rebuscado u original, pero para lo que Disneyland ofrece, podemos estar hablando de la coaster más extrema de ambos parques.

La clásica de las clásicas: Rock'n Roller Coaster, con su espectacular fachada.

Servicios y restauración

Falla totalmente el parque, a mi parecer, en este sentido. A diferencia de Disneyland Park, donde podemos encontrar hasta 20 puntos de restauración distintos, únicamente encontramos en Walt Disney Studios Park 4 puntos donde poder comer a distintos precios, además de encontrarse estos 4 puntos distribuidos en 2 únicas zonas, por lo que hay que buscar bastante para poder encontrar un punto con comida asequible y es imposible encontrar un punto que permita adquirir comida sin tener que tomar asiento.

Eso sí, nunca podrán faltar las tiendas repletas de merchandising Disney, un tópico 100% real.

En la zona de Front Lot, situada tras la entrada de tornos al parque y bajo un enorme techo que encierra el lugar dotándolo de una temática claramente cineasta, encontramos el Restaurant en Coulisse, donde encontraremos el típico repertorio de menús con comida rápida (pizza's, hamburguesas, ensaladas, refrescos).

El pasaje del Front Lot da la bienvenida a los visitantes, por lo que siempre está repleto de gente

En la zona de Backlot, situada en uno de los laterales del parque, encontraremos bajo un mismo techo el Disney Blockbuster Café (de funcionamiento parecido al Coulisse: bocadillos, pizza's, ensaladas, etc.) y el Café Cafés, donde podremos preparar una rica variedad de cafés de distintos gustos para los paladares más exigentes. Justo al lado encontramos el Restaurant des Stars, un buffet libre con gran variedad de comida pero precios un pelín más agresivos, ya se sabe.

Existe también la posibilidad de reservar mesa en cualquier restaurante, con puntos como este.

El resto de servicios como atención al cliente, lavabos o consignas los podemos encontrar repartidos equitativamente por el parque y, sobretodo, en la parte inicial, tras los tornos de acceso al recinto. Lo malo de la nueva área de Toy Story Playland es que aunque debería hacerlo no incluye ningún tipo de servicio, cosa que hace que toda esta nueva "ala" que conforman Crush Coaster, la zona de Cars, la Toon Plaza y ToyStory Land estén totalmente abandonadas en caso de tener alguna emergencia o necesitar algún servicio extra.

Buzz Lightyear nos da la bienvenida, atrás tenemos Toy Soldiers Parachutes Drop

Mi opinión personal

Como es lógico, entiendo que este parque es terriblemente joven y que se escuda, principalmente, en ser un apéndice moderno del parque análogo que sí es mucho más grande y completo.

Si lo analizamos fríamente, puede parecer que Walt Disney Studios Park es insignificante todavía y que le faltan quizás entre 5 y 10 años de rodaje y ampliación. Si tenemos en cuenta la futura expansión de Ratatouille (impresionante por sus cifras) y el hecho de que el terreno disponible para ampliaciones todavía es amplio, yo apostaría porque tenemos ante nosotros una rica perla que falta pulir, pero que dará de qué hablar en un futuro.

Aunque le quede mucho por madurar, el parque ofrece ya un buen catálogo completo.

De momento es un complemento para las mentes más inquietas y dinámicas, pero en un futuro Walt Disney Studios Park se puede convertir en una alternativa más que válida a la pomposidad y el colorido fantasioso del clásico Disneyland Park.

Un parque absolutamente normal con una selección de rides y coasters dignas de catálogo de excelencia.