¿Cómo viajar de Amsterdam a Efteling?

Quedó claro desde los inicios de este humilde blog que las referencias y objetivos serían los de tratar el mundo de los viajes enfocados a los parques de ocio. Sea por mar, por aire o por tierra, sea como sea, la intención a lo largo de cada año en el park-freak es la de viajar al precio que sea visitando el máximo número de parques.

También desde entonces nos hemos dedicado a analizar algunas de las rutas más realizadas a lo largo de cada temporada para visitar destinos únicos, como cuando analizamos cómo ir de Schipol a Amsterdam o qué ruta seguir para ir de Beauvais a París.

Así pues, hoy en Bloggercoaster, en una nueva entrega de cómo viajar, analizaremos en forma de guía el sencillo viaje de la Venecia del norte a uno de los parques revelación estos últimos años: Efteling.

Primer destino: Hertogenbosch

Vamos a imaginar que tras viajar de Schipol a Amsterdam con un vuelo low cost que nos deja en la ciudad holandesa sobre las 9 de la mañana. Amsterdam es preciosa, nos invita a pasear sus calles y a comprar en sus atractivas tiendas... pero no somos los típicos turistas, sino que nosotros estamos hechos de una pasta diferente, nosotros tenemos hambre de parques y queremos visitarlos cuanto antes.

El cartel que anuncie nuestro tren en Centraal Station debe ser algo parecido a este.

Así pues, situados en Amsterdam Centraal, la macro-estación de tren y arteria principal del transporte holandés, lo primero que debemos hacer es adquirir tickets para viajar en tren hasta un destino que debe quedar absolutamente claro en la memoria: Hertogenbosch.

Como os comenté en otra guía anteriormente, lo mejor es pasar por la taquilla de atención personalizada ya que corremos el riesgo de no tener tarjeta de crédito y las máquinas expendedoras de billetes holandeses no aceptan débito, por lo que con 26,40€ podremos adquirir un billete de ida y vuelta a nuestro primer destino.

Los trenes con parada a Hertogenbosch suelen ser muy concretos, por lo que no son difíciles de localizar en la laberíntica estación de Amsterdam Centraal, únicamente tendremos que fijarnos en los paneles por destinos y enseguida encontraremos el andén de nuestro tren que es con destino a Utrecht Centraal. Es necesario comentar que los trenes con esta dirección suelen salir desde esta misma estación, por lo que probablemente tendremos tiempo de ponernos cómodos antes que el tren, puntual, salga de estación.

Planícies eternas y canales de agua nos esperan en el viaje hasta Hertogenbosch.

El recorrido dura aproximadamente unos 30-40 minutos, dependiendo de si hay paradas intermedias o el recorrido es más directo (hay trenes que paran a su paso por Schipol, por ejemplo), pero el paisaje ayuda a pasar el tiempo, pues veremos a nuestro paso anchas praderas verdes, pequeños pueblos pintorescos, canales y los famosos molinos holandeses. Si tenemos la suerte de viajar en primavera será todo un espectáculo contemplar los enormes campos de tulipanes multicolor.

Aunque el nombre es este, en algunos rótulos aparece como "Den Bosch".

Debemos estar atentos a nuestra llegada a Hertogenbosch pues, como os comento, no es una estación demasiado pomposa ni espectacular. Es de puente, por lo que el tren nos dejará en un andén y deberemos cruzar las vías a través de una pasarela superior (hay tiendas y cafeterías, por lo que podéis aprovechar a desayunar y adquirir fuerzas para el resto del día a un precio más económico que dentro del parque donde, por cierto, es difícil encontrar puntos para desayunar).

Segundo tramo: el autobús mágico

Al salir de la pasarela que cruza el entramado de andenes bajamos unas escaleras mecánicas y a mano derecha encontraremos un amplio parking de autobuses. Normalmente encontraremos un par o tres aparcados ya que el resto se usa para maniobrar o para aparcamiento momentáneo de coches o taxis. En dicho parking debemos buscar un autobús parecido a este:

El bus que nos debe transportar hasta las puertas de Efteling es como este.

Sólo que con un cartel que indique 'Efteling'. De todas formas el nivel de inglés de los holandeses es loable, por lo que si preguntáis amablemente el conductor os indicará si es o no el bus que necesitáis.

El billete que debéis adquirir es el de ida y vuelta que os saldrá por 3€ y tiene un aspecto similar a este:

Nunca habría pensado que un ticket tan pequeño conduciría directamente a la felicidad...

Guardad bien dicho billete, pues como os he comentado será el que usaréis para regresar por la tarde a la misma estación y volver a Amsterdam y al ser Efteling un parque que, naturalmente, incluye rides acuáticas, es fácil que se os moje. Guardadlo de manera segura y seca, es un consejo.

El autobús a Efteling es directo al parque aunque puede que pare en varias localidades pequeñas antes de llegar ya que también es usado por trabajadores del parque o visitantes hospedados en los hoteles del recinto que han decidido visitar los pueblos de alrededor del mismo.

El clásico momento de empezar a ver tu destino en señales de tráfico... ¡todo un mito!

No nos llevará más de 20 minutos llegar al parque y pese a que alternamos entre autopistas y carreteras secundarias el recorrido se hace ameno, con bonitos paisajes verdes o las espectaculares centrales eólicas holandesas.

Tercer tramo: disfrutar de la fantasía

Al contrario de como sucede en algunos parques famosos, no debéis buscar en el horizonte ninguna ride o coaster que destaque por altura. Lo máximo que podréis avistar a un par de kilómetros es la Pagoda gigante si está en mitad de ciclo y, ya cerca a unos pocos centenares de metros, la espectacular entrada del tricornio de madera.

Cuando empecéis a ver todo este verde, habréis llegado al parking de Efteling.

Antes de llegar al parking y entrada propiamente dicho, veréis como el autobús llega a un edificio imponente de estilo algo colonial y clásico, ese fue el único hotel del parque durante muchos años. A partir de ahí el bus bordea el parque por su zona sur de fantasía (lo notaréis por los edificios que sobresalen de los muros tematizados (sí, los muros exteriores del parque también están tematizados).

Tras pasar el control de entrada al parking de rigor el bus os dejará algo lejos de las taquillas de entrada, por lo que el recto sendero asfaltado hasta el puntiagudo inicio de nuestra aventura alimentará poco a poco nuestras ganas de montar en absolutamente todo.

El parque nos da la bienvenida con música y un genial paseo previo a las enormes taquillas.

Una vez lleguéis a este punto, como es natural, lo único que debéis hacer es tener paciencia con las posibles colas (sobretodo a primera hora de la mañana como es de ley en cualquier parque) y disfrutar del resto de la jornada en este increíble parque.

Como último apunte, a la hora de regresar encontraréis el mismo autobús donde os dejó (en una especie de rotonda de salida de vehículos) y no os preocupéis por si lo perdéis ya que el bus abandona el recinto si el siguiente llega, por lo que si el problema es el frío estaréis bien abrigados en todo momento.

La regularidad es plausible ya que suele haber un bus cada 15-20 minutos, con más regularidad conforme se acerca la hora de cerrar el recinto de ocio, como es lógico.

Una vez volváis a la estación de tren de Hertogenbosch deberéis buscar el andén que os lleve a Amsterdam Centraal. Sobretodo andad con mucho cuidado, como os comenté en la otra guía, ya que hay varias paradas con la palabra 'Amsterdam' en su nombre. Debéis buscar Amsterdam Centraal o Amsterdam C.

Mucho ojo con los trenes de vuelta, ¡Amsterdam C!

Al ser un parque europeo y acogerse al estándar del continente, Efteling no es un parque que cierre exclusivamente tarde y, con suerte, podréis llegar a Amsterdam en los últimos minutos del día, pudiendo disfrutar durante el viaje de una agradable puesta de sol holandesa.

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Espero que esta rápida y sencilla guía os ayude a los/las aventureros/as que queráis viajar a este enigmático y preciosista parque. La verdad es que no es nada difícil ir, únicamente hay que tener algo de paciencia por la duración del viaje sobretodo a la ida, pero si pilláis el tren pronto os podéis plantar en las puertas del parque justo cuando abren ya que la puntualidad de tren y autobús es muy digna.

¡Ahora no tenéis excusa para viajar a Amsterdam y no visitar la cuna de Joris en de Draak, Vliegende Hollander o Fata Morgana!