Disneyland Park - París (Parte 4)

Antes de empezar con la entrada de hoy, dejadme recordar que desde el miércoles tenéis disponible el tercer concurso de Bloggercoaster, donde podéis ser los afortunados ganadores de un valioso objeto de coleccionista: un escudo de Joris en de Draak, la famosa dueling woodie marca GCI situada en Efteling (Holanda). Si todavía no habéis participado, ¿a qué esperáis para hacerlo?

Y ahora sí, iniciando la entrada de hoy, ya tocaba volver a nombrar a Disneyland Park, un parque que me está costando lo suyo analizar (más teniendo en cuenta que no soy muy fan de la factoría del ratón animado) pero que una vez acabe de citar y desgranar creo que olvidaré por un tiempo.

Retomando el tema, os recuerdo que me propuse, desde mi reciente visita en diciembre de 2010, analizar una por una las áreas temáticas de el parque más visitado de Europa, así que aquí os dejo una pequeña lista con las descripciones detalladas que hasta el momento he realizado:

• Parte 1: Mainstreet U.S.A
• Parte 2: Discoveryland
• Parte 3: Fantasyland

Os recomiendo su lectura, pues así enlazaréis mucho mejor con la parte que hoy analizaremos en Bloggercoaster, la siguiente de la lista no es ni más ni menos que...

Adventureland

Posiblemente el área más pequeña del parque en cuanto a contenido, hoy vamos a hablar de un mini-mundo donde podemos sentirnos exploradores, aventureros, piratas o incluso náufragos. En Adventureland la vegetación salvaje, los lagos perdidos y los tesoros escondidos acechan al visitante en un entramado de caminos, cuevas e islas perfectamente enlazadas que nos ofrecerán un área discreta, pero cargada de detalles.

La entrada de Adventureland, austera pero totalmente acorde con su temática.

Si venimos de Fantasyland, el área contrariamente más llena y completa del parque, podremos acceder a Adventureland por un rudimentario arco de piedra con un más que discreto cartel, decepcionante quizás aunque lógico, tratándose de la entrada menor al recinto.

Tras el arco encontramos directamente el icono más fotografiado del área: el barco pirata junto a la calavera de roca. Una bonita estampa genuinamente construida formada por una enorme carabela de madera adornada hasta el más mínimo detalle al estilo de las naves de corsarios marinos de antaño, un pequeño estanque rodeado de blancas arenas y cristalinas aguas y una formación rocosa gris oscura con la inquietante forma de un cráneo humano que escupe agua en forma de caprichosas cascadas.

El barco pirata del Capitán Garfio nos da la bienvenida entre aguas tropicales...

Lo más característico, con lo que me pude topar al visitar el parque en diciembre, es que estas cascadas se hielan, formando enormes chuzos de hielo colgantes y configurando, a la vez, una segunda bonita estampa. Tras el barco podemos encontrar Pirates Beach, un pequeño parquecito de juegos para los más pequeños.

La tenebrosa calavera que forman las rocas es, cuanto menos, intimidatoria.

Y más atrás, a unos 50 metros, damos encuentro a una de las majors más icónicas de Disneyland Park: Piratas del Caribe.

Así es, después de recorrer un sinfín de rides, coasters y vivir emociones a tutiplén, nos topamos con el perfecto ejemplo de dark ride acuática, orquestada a la perfección y construida para el más puro disfrute.

La playa que decora el borde de la laguna amanece revuelta, un maremoto ha azotado la costa.

He de decir, eso sí, que aunque no quiero restarle méritos al famoso icono pirata, los que hayamos riddeado ya varias dark rides acuáticas y hayamos podido probar cosas como Piraten in Batavia, Valhalla o Fata Morgana no podremos más que ver una unión de los méritos de todas estas en una perfecta conjunción marca de la casa Disney.

La vistosa entrada de Piratas del Caribe nos recibe con las velas bien abiertas.

Estamos de acuerdo con que la banda sonora, la ambientación y la tecnología usadas son poco más que perfectas, pero aún así, me quedé con las ganas de ver algo más de lo que decenas de bocas me habían prometido y creo que no logré encontrar, al menos del todo. Eso sí, he de decir que me el dinamismo del layout, a pesar de tratarse de una gran, pesada y lenta barcaza, nunca dejo de ser muy alto, permitiendo que el viajero no deje de visualizar puntos de interés y manteniendo siempre esa chispa de atención y sensación de aventura.

Dentro de Piratas del Caribe encontraremos tesoros abandonados junto a viejos esqueletos.
FOTO: RedBubble

Pasada la tienda de merchandising obligatoriamente tematizado (con buenos productos de la franquicia, aplaudo la iniciativa) llamada Le Coffre du Capitaine, nos encontramos apenas a una decena de metros con la entrada discreta, pero bien introducida del Blue Lagoon Restaurant. En este caso es un concepto que, de nuevo, habrá a quien no sorprenda pero nunca deja de ser curioso: un restaurante oscuro que nos permite comer con vistas a la curva del recorrido de Piratas del Caribe.

El obligado pase por caja a la hora de salir de la ride nos mostrará merchandising por doquier...

Esto es que podemos comer sabrosa comida exótica y pescado mientras vemos pasar barcas y más barcas, todo rodeado de una exquisita tematización y una soberbia, aunque repetitiva, banda sonora.

Es una opción bonita, original y hasta con un toque romántico, pero ¡cuidado marineros! el bolsillo puede resentirse tras la visita a Blue Lagoon Restaurant. Avisados quedáis.

La discreta entrada de Blue Lagoon Restaurant no hace justicia a la calidad auténtica del local.

Si hemos decidido repostar en el restaurante y salimos de nuevo al aire libre, lo siguiente con lo que nos encontraremos será Adventure Isle, o cómo ahorrar en mantenimiento de rides y gastos inútiles en mecanismos e instalaciones pudiendo construir un entramado de senderos, cuevas y caminos que entretengan enormemente al personal aventurero.

Una oscura caverna nos da la bienvenida a Adventure Isle, ¿lograremos salir vivos?

Básicamente se trata de varios recorridos que nos harán sacar la astucia, la audacia y el coraje, buscando orientarnos por escarpadas paredes rocosas o adentrarnos en junglas repletas de troncos o puentes colgantes. La verdad es que Adventure Isle es un rincón muy chulo para los amantes del buen theming, la escenografía y los paseos agradables ya que, a la vez, permite vistas muy pintorescas y fotográficas, a la vez que sus buenos 15 o 20 minutos de diversión y descubrimiento.

El paisaje en algunos rincones adquiere distintos niveles de profundidad, estudiado al milímetro.

Si conseguimos salir vivos de esta zona de entretenimiento (que yo considero más así que una atracción en sí), nos toparemos de lleno con una enorme silueta verde en el horizonte, justo ante nosotros. Se trata ni más ni menos que de el gigante árbol de La Cabane des Robinson, un lugar de juegos, escaleras, detalles de tematización y divertidos pasajes todo ello alrededor de un milenario roble profundamente arraizado a un montículo de rocas y espesa vegetación.

Y de nuevo, con La Cabane des Robinson, un logro merecido de los imagineers de Disney.

De nuevo este área nos regala enormes rincones y vistas, con la posibilidad de sacar alguna fotografía a unos cuantos metros de altura. Dejadme que diga que uno de los rincones más bonitos y sorprendentes del parque me lo encontré aquí, justamente bajo el árbol. Si entráis por cualquiera de los huecos que forman sus raíces veréis que hay un complejo entramado de túneles formados por robusta madera y roca, se trata de las entrañas del árbol que, en penumbra, nos reciben calurosamente junto con el silbido del aire al pasar por los recovecos e incluso, si tenéis la suerte de llegar al centro justo, escuchar el latido del corazón del árbol.

Nos podemos encontrar pequeños rincones cargadísimos de theming, incluso saturados...

Me quedé enamorado de este punto donde pude aislarme mucho del concepto "parque de atracciones" y me adentré de lleno en el concepto "temático extremo". Me sentí realmente como si estuviera dentro de las raíces de un enorme roble escuchándolo susurrarme. ¡Rincón de obligada visita, tomad nota!

Dado que La Cabane des Robinson hace las veces de placeta o epicentro del área, una vez salimos de ésta tenemos tres opciones que enumeraré a continuación.

Si giramos la vista hacia la derecha, al borde del límite del parque, encontramos poderosa la edificación de Indiana Jones et le Temple du Peril, una curiosa y enigmática coaster que ya analicé en su día y que nos transporta, de lleno, a un yacimiento arqueológico de la mano del doctor Indiana Jones.

¡Oculta en el viejo templo maldito encontramos la coaster de Indy!

Si seguimos por el centro nos toparemos de lleno con el enorme acceso a Frontierland, la siguiente y última área del parque. Pero hay que tener en cuenta que si el estómago nos avisa de indicios de hambre, tenemos a lado y lado de dicho acceso dos restaurantes pertenecientes a Adventureland: el Colonel Hathi's Pizza Outpost, que como su propio nombre indica es un restaurante de comida fastfood dedicado a pizzas, pastas y ensaladas (todo ello en consonancia con la temática de El Libro de la Selva) y en el otro extremo del acceso encontramos el Restaurant Hakuna Matata, con menús variados de carne, ensaladas y frituras varias tematizado por completo en el fascinante mundo del clásico de El Rey León.

Finalmente, y retomando nuestra partida desde el enorme árbol de La Cabane des Robinson, a la izquierda encontraremos otro acceso, esta vez a la Central Plaza y con la silueta del castillo de fondo, pero este muy especial pues está ambientado por completo en la ciudad de Agrabah y sus estrechas callejuelas repletas de paredes toscas y pequeños mercadillos ambulantes. Allí podemos encontrar el Restaurant Agrabah Café, un coqueto y encantador restaurante donde podremos degustar cocina mediterránea y saludable.

También nos encontramos en estos pintorescos rincones con Le Passage Enchanté d'Aladdin, un pasaje walk-trough donde, mediante montajes con animatronics muy sencillos y escenografías con juego de maquetas y luces, nos muestran el relato completo de la aventura del intrépido Aladdin y el genio de la lámpara mágica. Mediocre para el nivel que ofrece Disney en sus rides, demasiado simple.

Agrabah ofrece rincones preciosos para poder tomar un café o conversar tranquilamente.
FOTO: Photobucket

Y es así, eligiendo cualquiera de estas tres opciones, como podemos dar por finalizada nuestra visita a la pequeña área temática de Adventureland. Una zona que por más que pienso en ella no dejo de llegar a la conclusión de que está inconclusa, inacabada. Me falta algo. Algo que probablemente Disney ya trató de planear con el enorme complejo de rides y edificios que iba a significar en su día la inversión en la mini-área de Indiana Jones, pero que finalmente se quedó en poco más que una coaster ultra-compacta con esencia pura de Pinfari.

Hay que decir, eso sí, que todo apunta a que Disney tiene una espinita clavada con el tema y que quiere alimentar, a toda costa, este área en su próxima expansión. La rumorología de webs y blogs indica que el parque parisino estaría interesado a largo plazo en construir junto a la mítica coaster la también mítica dark ride de Indiana Jones Adventures, un recorrido en Jeep por una perdida mina con restos de civilizaciones antiguas.

¿Podría tratarse del siguiente proyecto tras la conocida y cacareada dark-ride de Ratatouille, prevista para 2012?¿Podríamos estar ante la enésima dark-ride ejemplar del parque parisino? Sea como sea, ello no impedirá que podamos seguir disfrutando de cosas como Piratas del Caribe, el enorme árbol susurrante o la exótica ciudad de Agrabah, todo ello en la bonita Adventureland.

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Y hasta aquí esta cuarta parte de nuestro particular viaje por Disneyland Park. Hoy hemos podido ver como pese a que hay parques perfectamente gestionados a día de hoy, también hay pequeños o grandes detalles que se escapan a la perfección, dejando ver una gestión pobre o lastrada por el paso de los años o las desacertadas inversiones millonarias a destajo.

En mi más humilde opinión, Adventureland podría convertirse perfectamente en el área más visitada y bonita del parque, pero necesitaría una correcta gestión de los espacios, un par de buenas actualizaciones y la inclusión de alguna que otra ride o coaster puntera. Es una zona que, aunque hechice y conquiste el corazón del visitante, siempre quedará huérfana de la atención del parque.

Pero no nos pongamos tristes y disfrutemos de este, vuestro blog, y recordad que tenéis la oportunidad de participar e incluso ganar en nuestro tercer concurso. ¿Cómo? Tomad un trago de ron, pasaos por aquí y os lo explico al detalle.