miércoles, 27 de abril de 2011

Disneyland Park - París (parte 5)

Como sabéis ya los lectores y lectoras habituales del blog, llevo analizando el parque parisino de manera detallada desde hace unos meses ya, dedicando algunas entradas exclusivamente a cada área temática y mencionando las rides, coasters, restaurantes y servicios varios que encontramos en cada una de las zonas específicas. Así pues, si todavía no habéis echado un vistazo antes, os aconsejo pasaros por cada una de estas entradas antes de leer la de hoy, pues es la última de todas:

Parte 1: Main Street U.S.A.
Parte 2: Discoveryland.
Parte 3: Fantasyland.
Parte 4: Adventureland.

Y de la misma manera os invito también a leer el análisis que hice en diciembre al parque contiguo a este: Walt Disney Studios.

Hecha ya la merecida introducción hoy, en Bloggercoaster, os invito a todos y a todas a enfundaros de nuevo vuestro disfraz de fantasía e ilusión para analizar al detalle la quinta área temática del enorme parque francés:


Frontierland

Suena a topicazo, pero sed bienvenidos y bienvenidas al viejo y lejano oeste. Esta zona temática nos adentra de lleno en la fiebre del oro, en los años donde mineros, cowboys, indios y trenes de vapor surcaban los horizontes de lo que hoy conocemos como Estados Unidos y creaban, con su existencia, aventuras al más puro estilo far west.


Hablando estrictamente del aspecto técnico, puede que Frontierland sea el área temática más fácil y pequeña (en cuanto a contenido) que encontremos en el parque. En apenas una hora escasa tendremos tiempo de ver todos los detalles sin riesgo a perdernos nada en absoluto.

La zona presenta dos grandes y abiertos accesos, uno nos conduce directamente desde Adventureland frente al enorme árbol de La Cabane des Robinson y se nos presenta ante nosotros con un aspecto y una temática mexicana, presagio del ambiente que nos vamos a encontrar por la zona (cactus, rocas, vaqueros y tierra árida).

El otro acceso se realiza directamente desde la Central Plaza, que alberga también como ya comentamos el famoso castillo de la Bella Durmiente. Desde este acceso el aspecto y el theming es diferente, de marcada tendencia a colores oscuros, madera e inspirado en un fuerte militar americano, un paso fronterizo que da nombre al área entera y que nos saluda a nuestro paso con edificaciones toscas y robustas.


El edificio del Cowboy Cookout Barbecue, donde podremos degustar deliciosas costillas a la brasa.
FOTO: dlptour.de

El ingrediente principal del área, sin embargo, no es tanto su temática como el enorme lago que tendremos presente a lo largo de toda la zona, pues la mayoría de las rides o edificaciones se centran en las vistas que ofrecen al enorme elemento acuático.

Si accedemos a través de Adventureland y giramos a la derecha nos encontraremos, al límite del parque, con la estación del Disneyland Railroad, la Frontierland Depot, con marcada estética de una casa colonial del oeste. Prácticamente a 20 metros de distancia, sin casi andar, nos encontraremos el The Chaparral Theatre y la Woody's Roundup Village.


En el Chaparral Theatre disfrutaremos de números acrobáticos y temáticos.
FOTO: dlptour.de

El primero se trata de un enorme teatro semicircular cuya escena reproduce espectáculos de coreografías y elementos stuntshow. En la Woody's Roundup Village nos toparemos con Woody, el vaquero más intrépido salido de la factoría Pixar y se mezcla la temática con el ambiente granjero que también suele acompañar a las historias del far west.

Encontramos en este punto el primer elemento de restauración: el Cowboy Cookout Barbecue, un restaurante inspirado en la más pura y tradicional comida americana a base de costillas y carne cocinada en brasa. Y justo en frente encontramos su opuesto temático: el Fuente del Oro Restaurante, inspirado en la frontera mexicana y con deliciosos menús gastronómicos de la tópica región.


Fuente del Oro Restaurante, el lugar para los amantes de la comida mexicana.

Si continuamos bordeando el lago (repito, presente en todo momento) encontraremos a nuestra derecha la Pocahontas Indian Village, un espacio para que los más pequeños se entretengan a través de toboganes, columpios y demás artilugios de madera inspirados en el poblado indio que protagonizaba la esbelta nativa de la factoría Disney.


Los más pequeños podrán disfrutar de zonas de juego especiales en Pocahontas Indian Village.

Junto a este pequeño espacio lúdico encontramos un bonito medio para visitar y fotografiar la zona con una marcada tematización de estilo country, repleto de decoración y realizando la visita a bordo de barcas de madera, se trata de los River Rogue Keelboats.


Más adelante nos encontramos con la auténtica major del área y, quizás para muchos, una de las más queridas de todo el parque: Big Thunder Mountain. Producto del más cuidado estilo temático detallista y de la genialidad de un modelo versátil y familiar como es el mine-train de Vekoma, Big Thunder Mountain emerge en el centro del lago en forma de montaña rocosa repleta de oscuros túneles mineros, cañones rocosos o viejas vagonetas abandonadas.


La entrada de la coaster ya nos adelanta el tiempo de espera previsto en colas.
FOTO: Luis Puigvert

Nuestra misión, tras acceder a la estación, será la de liderar la fiebre del oro e intentar encontrar el motivo que enloqueció a tantísimos aventureros durante años y años en busca de una vida dorada.


La imponente estructura de las montañas rocosas de Big Thunder Mountain.

Varios apuntes: os sorprenderá sobre todo el hecho de acceder a la coaster a través del borde del lago y que la práctica totalidad del recorrido sea en el centro. Esto es porque tanto el acceso al layout principal como la llegada a la estación se hacen a través de sendos túneles situados bajo el lago, por lo que sin saberlo y sin intuirlo, estaremos cruzando el lago en su parte baja en varias ocasiones.


El theming de inspiración minera rodea, literalmente, toda la estructura rocosa.
FOTO: Luis Puigvert

También hay que nombrar que la estación de carga de Big Thunder Mountain es doble, un sistema empleado con regularidad en modelos como la flying coaster de B&M pero bastante difícil de encontrar en modelos de otro calibre como estas mine-train de Vekoma. Para los entusiastas de las coasters, es un punto fotográfico bastante atractivo y raro a la vez.


El punto donde se divide la vía, justo antes de acceder a la estación.
FOTO: Luis Puigvert.

Con la adrenalina a pleno rendimiento y si hemos podido sobrevivir a la trepidante aventura de las largas minas de Big Thunder Mountain, lo próximo que nos espera es la Ruster Roundup Shootin' Gallery, una enorme escena repleta de animatronics, theming y el clásico sistema de disparo por infra-rojos a dianas.


Una multitud de tiendas tematizadas en un pueblo del viejo oeste rodean el perímetro del lago.

Frente a estas edificaciones colindantes a la orilla del lago, encontramos una amplia selección de tiendas y casas construidas al viejo estilo, con madera, clavos y preparadas para sobrevivir al quemador sol de las secas estepas vaqueras.


Las colas y accesos a Big Thunder Mountain contienen una enorme cantidad de madera y roca.

Siguiendo el recorrido elíptico del lago nos encontramos con otro de los atractivos fotográficos fuertes, el barco de la Thunder Mesa Riverboat Landing, inspirado en los clásicos barcos de vapor anclados años atrás en las conocidas orillas del Mississipi y que permitían a los habitantes cruzar a ambos lados o simplemente visitar sus tierras, podremos sacar la mayoría de fotografías clásicas de la zona justo desde este barco, que nos ofrecerá un recorrido alrededor del lago pudiendo fotografiar de cerca y mejor la formación rocosa de Big Thunder Mountain, los espesos bosques de las montañas rocosas o incluso un pequeño valle poblado de altísimos géiseres.


Existen dos embarcaciones similares para visitar todo el lago, ambas de radiante color blanco.
FOTO: Luis Puigvert

En frente, en hilera de 3 y con la forma de un clásico poblado del far west nos encontramos con 3 restaurantes que completan la oferta gastronómica del área: el The Lucky Nugget Saloon, el Last Chance Cafe y el Silver Spoor Steakhouse. Todos ellos nos ofrecen una variedad digna del más exquisito sibarita, con platos que oscilan entre las carnes a la parrilla, los perritos calientes y la fritanga de pollo. Si vuestro bolsillo es generoso, probablemente disfrutéis de el mayor banquete del parque en uno de estos tres restaurantes.


El restaurante Silver Spoor Steakhouse contiene lujosos salones donde poder comer.

Y por último, si acabáis de salir de llenar vuestro estómago y tenéis necesidad de reposar la comida con un calmado y apacible paseo, lo mejor que podemos hacer es alimentar la mente con el terror y el pavor de Phantom Manor, otra de las rides clásicas de Disneyland Park.

Posiblemente una de las mejores dark-rides de la que podamos disfrutar en Europa, desde sus alrededores hasta el propio edificio todo ofrece un cuidado y un mimo en el detalle digno de admirar.

Las tenebrosas vistas de Phantom Manor, todo un ejemplo de dark-ride perfecta.
FOTO: Blog Disneyandmore

Para empezar, la principal diferencia entre Phantom Manor y cualquier otra dark ride es que la edificación se presenta rodeada de una enorme colina que no es más que el pabellón que alberga a la propia ride, por lo que en esta ocasión no veremos enormes paredes de hormigón que corten totalmente con la tónica terrorífica de la dark-ride, sino que nos sentiremos en todo momento totalmente integrados paseando por un cementerio centenario que alberga las almas de los habitantes de Frontierland.

En la cima de la colina se erige la mansión, bella en su concepción aunque algo inservible si tenemos en cuenta que toda la acción transcurre en el interior de la colina, no en el edificio.


La mansión encantada de Phantom Manor se ilumina ténuemente al anochecer.

Poco os puedo explicar ya que el encanto de Phantom Manor reside precisamente en su secreto interior, pero sólo os puedo decir que disfrutéis con cada detalle, con cada animatronic y con cada escena... incluso con su banda sonora, pegadiza de principio a fin.

Una vez salgáis del inquietante y oscuro cementerio que rodea la mansión, habréis podido completar la totalidad del área de Frontierland, un área temática grande en cuanto a extensión total del terreno, pero que realmente no lo es tanto ya que la inmensa mayoría de su extensión es la ocupada por el lago principal.

En base se trata únicamente de una curva sin ciclo circular posible (como sí ocurre en el resto de zonas temáticas) pero es precisamente esta característica la que convierte a Frontierland en una de las más fotogénicas del parque ya que permite realizar un sinfín de fotografías cómodamente incluso en días con mucho attendance. Además, el hecho de presentar una ausencia notoria de rides infantiles y hacer hincapié en la emoción y la adrenalina con dos majors adultas hace que esta, posiblemente, sea el área con menos niños de todo el parque.

Una muy digna representante del ambiente genuino americano, bella, amplia y muy bien estructurada que seguramente os gustará y que, si no empezáis vuestra visita por Discoveryland, probablemente os de la bienvenida al parque por la mañana.

Eso sí, como nota negativa, adolece totalmente de rides ya que únicamente contiene las dos majors citadas y un par de rides turísticas de mucho menor calibre. Es carne de cañón (y nunca mejor dicho) para poder albergar en un futuro no muy lejano alguna ride que acabe de completar el rácano currículum del área. ¿Hablamos quizás de una macro-flat de Huss?¿o quizás estemos hablando de algo más discreto pero igualmente atractivo por parte de Zamperla? Sea como sea, esta zona pide a gritos que se añada una flat que complete su enorme potencial.

*****

Quinto y último capítulo de esta completa y extensa saga. Por fin puedo poner punto y final al análisis detallado de un parque enorme tanto en extensión como en potencial y que, sin temor a equivocarme, pide a gritos una visita distribuida en dos o más días (dependiendo de la cantidad de fotos que podáis sacar con vuestra cámara (si sois jóvenes) o de la cantidad de dinero que podáis sacar con vuestras tarjetas (si sois padres y lleváis a vuestros retoños).

Sea como sea, espero que os haya servido de algo este resumen capitulado y también espero que si todavía no os habéis decidido a visitar el parque del ratoncito animado deis un paso adelante gracias a estas entradas y os decidáis a visitar París y completar la visita con el complejo de Disneyland Resort. Es una experiencia enriquecedora (aunque no única, me niego a afirmarlo teniendo Europa como tiene tal cantidad de parques bellos).

Y no olvidéis que si habéis visitado el parque o tenéis algo que añadir, alguna anécdota o algún dato que creáis necesario para completar esta entrada, dejad vuestro comentario aquí abajo y entre todos podremos compartir nuestras opiniones y gustos en hermandad parqueril made in Bloggercoaster.

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