viernes, 6 de mayo de 2011

¿Cómo viajar de Liverpool a Blackpool Pleasure Beach?

Como ya os indiqué en los primeros días de vida del blog, no sólo pretendo hacer de este diario una guía para parques, coasters y demás, sino que también mi intención es integrar un sector que existe en el mundo desde mucho tiempo antes, que es el de los viajes.

Obviamente, no soy un viajero experto, ni tan siquiera he cruzado el charco para cambiar de continente (aunque me quedan pocos días para hacerlo), pero he hecho algunas rutas y escapadas durante los últimos años que, en reuniones de amigos y entusiastas del mundillo, generan normalmente dudas o inquietudes que muchas veces frenan al futuro viajero a completarlas.

Webs informativas confusas, cambios de monedas o enlaces complejos entre distintos medios de transporte hacen que muchas veces desestimemos adentrarnos a los parques más recónditos y acabemos por programar la típica visita al típico parque masificado.

Así pues hoy, en Bloggercoaster, voy a intentar romper otra barrera en este sentido y a ofreceros una fácil y rápida manera de completar una ruta interesante y muy productiva en el caso de que queráis completar uno de los mejores parques del mundo y os queráis llevar un buen puñado de credits a la mochila. Hoy veremos lo fácil que es viajar desde Liverpool hasta Blackpool Pleasure Beach.

De los Beatles a Las Vegas en 2 horas

Lo primero que quiero dejar claro (y aquí entramos en un terreno personal) es que servidor no tiene permiso de conducir, es decir, no tengo carnet de coche. Esto sería totalmente irrelevante a no ser que lo tengamos en cuenta a la hora de hacer escapadas, por lo que debo contar siempre con el hecho de que deberé moverme en transporte público para realizar la mayoría de rutas.

En este caso, la ruta Liverpool-Blackpool os puedo asegurar que se puede cubrir al 100% en transporte público y que el nivel de dificultad es realmente bajo, convirtiéndose casi en un juego llegar hasta aquí (no como otras rutas que requieren de hasta 5 o 6 intercambios de transporte).

También debo indicar que es una ruta plenamente cultural, por lo que si tenéis planteada una escapada de más de 2 o 3 días esta ruta os puede gustar mucho, al fin y al cabo Liverpool fue declarada Ciudad de la Cultura en 2008 por la Unesco, algo que la convierte en un referente atractivo.

No voy a hablar mucho de la ciudad, únicamente lo resaltable a la vista: los Beatles son el motor continuo del turismo en la ciudad. De hecho, el primer elemento que nos encontramos en el viaje ya es de los Beatles, ya que el aeropuerto de Liverpool se llama Liverpool John Lennon Airport. También encontraremos, literalmente empapeladas de carteles, las calles de la ciudad con cartelería referente a "The Cavern", conocido como el local más concurrido del mundo y uno de los pubs más característicos del país, ya que fue donde empezó a tocar el ultra-conocido grupo británico.

La ruta que completaremos tiene una duración variada, dependiendo de los 2 enlaces que deberemos realizar entre transportes, pero por lo general yo diría que no nos llevará más de hora y media, dos horas como mucho. En ella como he dicho realizaremos 2 enlaces obligatorios con 3 transportes diferentes en total: la línea de bus del Liverpool John Lennon Airport a Lime Street Station, la ruta de ferrocarril de Lime Street Station a Kirkham & Wesham y otra ruta de tren de Kirkham & Wesham hasta la estación Blackpool Pleasure Beach.

A continuación vamos a ver cada uno de estos 3 enlaces siguiendo punto por punto los pasos a realizar.

Del avión al tren en media hora

Al llegar al aeropuerto de Liverpool veremos que es una edificación con una sola terminal y una extensión bastante pequeña, por lo que no lo calificaremos como pequeño (como Beauvais o Bolonia) pero indudablemente es un aeropuerto mediano-pequeño, con apenas media docena de servicios y tiendas que apuran muy justo el tiempo del viajero paciente.

El aspecto interior del Liverpool John Lennon Airport es muy austero y concurrido.

Justo a la salida hacia el exterior (a apenas 20 metros de la salida de recogida de equipajes y tras una pared acristalada) encontraremos una línea de andenes exclusivos de autobuses, por lo que deberemos buscar el andén 3 y esperar un autobús de la empresa Arriva Bus cuyo marcador especifique que es la línea 500, que es la nuestra. NO debéis coger ni el 80A ni el 81, ya que sí que nos llevaran finalmente a LimeStreet pero nos cobrarán mucho más ya que la ruta es extendida y más indicada para turistas por dentro de la misma ciudad.

El bus que deberemos tomar de camino a Lime Street es el 500, con este aspecto.

El ticket lo adquiriremos a través del conductor del bus y cuesta 2,70£ (de aquí que os recomiende llevar dinero cambiado ya, para poder afrontar estos gastos fácilmente).

El ticket por valor de 2,70£ lo podremos adquirir mediante el conductor al subir al vehículo.

La ruta que completa el bus tiene una duración de unos 25 minutos y bordea literalmente parte de las marismas de la Liverpool Bay, que se llenan y vacían durante el transcurso del día y que, vistas desde el aire tanto en el aterrizaje como en el despegue son espectaculares.

Tras atravesar parte de la ciudad y de sus principales avenidas turísticas, llegaremos a la parada de Elliot Street, situada justo enfrente de Lime Street Station, una estación de trenes de construcción industrial a base de grandes arcos metálicos con estructura cilíndrica alargada, muy parecida a otras del mismo estilo como Estació de França (Barcelona) o Centraal Station (Amsterdam).

La señal que indica la llegada a Lime Street está justo delante de la misma estación.

Comienza la aventura de los trenes de gasóleo

Una vez accedemos al enorme hall de la estación (en cuyo interior podemos encontrar hasta edificios enteros construidos dentro del hall) deberemos buscar, casi al fondo, las taquillas donde nos facilitarán nuestro billete a Blackpool.

El eficiente sistema de trenes británico facilita muchísimo la ruta, pues absolutamente todas las estaciones y paradas para hacer transbordo vienen especificadas en el billete, donde se nos indica la hora de partida y llegada y el nombre incluso de las estaciones origen y destino.

Aspecto imponente de la Lime Street Station, lugar de referencia de la ciudad.

Deberemos indicar al encargado que queremos un billete a "Blackpool Pleasure Beach", nunca únicamente a Blackpool ya que nos pueden facilitar billetes a Blackpool North o Blackpool South, que son dos ramificaciones de trenes totalmente distintas y casi opuestas. El billete incluye el precio del recorrido total, por lo que una vez adquirido no tendremos que pagar nada más hasta llegar a la estación de Blackpool Pleasure Beach. Dicho billete nos costará 15,50£ (también se nos ofrece la posibilidad de adquirir ida y vuelta, pero en caso de que permanezcáis unos días os recomiendo adquirirlo así ya que os podéis encontrar problemas de billetes caducados o limitados temporalmente).

Aspecto interior del hall, con diversos comercios y restaurantes de comida rápida.

En este punto, cuando ya tenemos en mano nuestro billete, es donde deberemos familiarizarnos con los trenes de esta región de UK, pues difieren ligeramente del sistema de trenes del resto del país (o al menos mi experiencia así lo confirma). En el norte de Inglaterra la mayoría del sistema de trenes constan de 2 o 3 vagones por tren y en los extremos, adheridas al vagón, encontramos locomotoras de tracción a gasóleo, por lo que nunca o raramente veremos cableado eléctrico en la zona superior.

Una vez pasamos por el control (donde únicamente revisan nuestro billete a la vista, ni siquiera leen los datos, con sólo enseñarlo en tu mano ya pasas) se nos presentará una ramificación de andenes considerable, desde donde parten todos los destinos con Liverpool como origen.

La estación de los andenes recuerda claramente a otras estaciones de aspecto similar en Europa.

Deberemos buscar el andén que contiene nuestro tren (con destino Blackpool North) y mirar, en el listado de paradas, si contiene la de Kirkham & Wesham. Si no la contiene NO subáis a este tren, buscad el que sí la contenga, ya que es el enlace que deberemos realizar. El sistema de trenes que impera en esta zona y que veremos constantemente son los Northen Rails, que cubren todo el noreste del país (la mayoría de la zona de Lancashire).

Normalmente hay una regularidad de paso de entre una hora y una hora y media, por lo que durante el día tendréis bastantes trenes y, si el tiempo de espera es largo, podéis adquirir comida y descansar en el Hall.

Deberemos fijarnos bien en la señalización a través de pantallas y en la megafonía.

Cuando llegue la hora y estéis sentados en vuestro asiento de tela, comprenderéis la magia de los trenes de tracción diesel, y es que es como ir, prácticamente, en un coche enorme que tira de 2 o 3 vagones. Al principio la locomotora lanza un estruendo de motor y luego, lentamente, va adquiriendo velocidad conforme avanzamos metros.

Paisaje inglés hasta nuestro destino

Debo confesarlo: quedé totalmente enamorado de mi partida de Liverpool en tren. No se si es realmente el procedimiento estándar, pero lo que viví me dejó bastante sorprendido. La salida de Liverpool se hace a través de un complejo entramado de túneles, gargantas y cañones picados directamente en roca (muy espectacular sobretodo por los grandes arcos de ladrillos, algunos incluso con nombres) y durante unos 10 minutos no pararemos de entrar y salir de túneles de distintas medidas.

El aspecto interior de los trenes de Northern Rails, no son de lujo pero son bastante cómodos.

En mi caso, el tren que cogí en Lime St. carecía totalmente de luz artificial, por lo que al entrar a cada túnel se repetía un ritual mágico: total oscuridad, ruido de motor de gasóleo acelerando a cada segundo y ampliado por la reverberación de los túneles y un inconfundible olor a quemado (aunque ligero, nada agresivo). Todo esto mientras me alimentaba a base de unos pancakes escoceses y un rollo de atún con pepino (un aperitivo muy típico de Inglaterra). En todos los viajes a otro país hay un punto en el que, por fin, te das cuenta de que estás en otro lugar totalmente diferente a tu tierra, en este caso este fue mi momento.

Durante aproximadamente 40 minutos podremos contemplar paisaje plenamente inglés, ciudades repletas de casitas de doble piso, campos verdes y pequeños bosques. Cada parada del recorrido se anuncia a través de megafonía en el vagón y pasaremos por unas 7 u 8 (dependiendo del tren que adquiramos).

Deberemos estar atentos pues la nuestra es Kirkham & Wesham, una pequeña estación con dos andenes y estación elevada.

La pasarela al ocio y la fortuna...

El último tramo en tren se nos va a hacer mucho más ligero y rápido, pues os puedo asegurar que contiene un paisaje y unas paradas preciosas, a la vez que sabemos que en unos 25 minutos estaremos en el centro del ocio inglés.


Deberemos subir a un tren de dimensiones y calidad inferior al que hasta ahora nos ha llevado, asientos de plástico, trenes viejos y algo más ruidosos. Es como cambiar, aquí en España, de regionales a cercanías.

Nos fijaremos en que nuestro tren tenga destino a Blackpool South (el anterior nos llevaba hasta Blackpool North), dicho destino viene indicado en pantallas en el interior de los dos vagones. Es un cambio simple y, aun así, la megafonía de Kirkham & Wesham es impecable y totalmente comprensible, por lo que no tiene pérdida y únicamente deberemos esperar el enlace unos 5 minutos.

Aspecto del andén de Kirkham & Wesham. En el edificio del fondo podemos pedir información.

Desde aquí hasta Blackpool Pleasure Beach, como os he dicho, no os llevará más de 25 minutos, por lo que el destino final lógicamente es la zona más turística de la ciudad y, como veréis en las fotografías que os adjunto, es inconfundible. La estación de destino es muy pequeña y únicamente está formada por un porche metálico, no contiene estación cubierta.

Aspecto de la pequeña estación de Blackpool Pleasure Beach, a nuestra llegada a ella.

A un lado: una pasarela para peatones, al otro: la meca del amante de las coasters.

Pequeños consejos útiles

Aunque ya os lo he dicho casi todo, voy a poneros aquí pequeños tips que os pueden aclarar algunas dudas (y si queréis o tenéis cualquier pregunta, no os olvidéis de reflejarlo en forma de comentario en esta misma entrada):
  • Si por cualquier motivo no podéis adquirir billete en la estación sabed que todos los trenes vienen con un revisor (siempre hay uno, recordad) que os facilitará sin problema el billete, incluso con enlaces y sin cargos extra. El revisor pasa cada 10 minutos, por lo que os recomiendo tener a mano vuestros tickets en caso de que os los pida.
  • Como en la mayoría de lugares de Europa, el tabaco está fuertemente perseguido en UK. Yo diría que de los lugares que os he indicado el único emplazamiento donde podréis fumar es el exterior de Lime Street y, lógicamente, la salida de las estaciones. Tanto en Kirkham & Westham como, obviamente, dentro de los trenes, está totalmente prohibido fumar.
Muy importante: consultad bien los paneles y los mapas de información, suelen ser útiles.
  • Aunque parezca una tontería, el habla en esta zona de Inglaterra es mucho más cerrada, rápida y confusa que en el norte y sur del país, por lo que no dudéis en pedir, si necesitáis que alguien os indique, que lo haga lenta y claramente. Incluso pedir una simple hamburguesa se puede convertir en un suplicio, os lo aseguro.
  • En todas las estaciones podréis encontrar pequeños folletos informativos con la totalidad de las líneas posibles. Os recomiendo aprovisionaros de algunos de ellos, ya que os pueden guiar bastante bien por si os perdéis o si queréis explorar los alrededores de Blackpool. En concreto os recomiendo el que recoge la zona de Lancashire comprendida por la línea que va de Lime Street hasta Preston y el de la zona norte que comprende desde Preston hasta Blackpool North y South.
  • Si os interesa Liverpool para estar uno o varios días, en el mismo aeropuerto encontraréis un folleto gratuito de unas 20 páginas en un perfecto castellano, donde econtraréis consejos, rutas y mapas útiles para moveros cómodamente por la ciudad.
  • Para cualquier duda sobre la Northern Rail, podéis visitar su página oficial y si queréis, a modo general, también tenéis disponible la web donde se especifica las rutas de todo el país, la National Rail.
*****

Como podéis ver, aunque parece complejo viajar de Liverpool a Blackpool es realmente MUY fácil y entretenido, pues se nos muestra una Inglaterra diferente de la que vemos normalmente si viajamos a Londres. Una Inglaterra más tranquila, más cerrada y algo artificial, pero con menos sofisticación en todo y una amabilidad algo mejor a la de la capital (donde la austeridad y la rectitud forman parte de la vida diaria).

¿Seguro que esta es la estación de Blackpool Pleasure Beach? Uhmm, déjeme ver...

Por unos 20€ podréis completar una bonita ruta que os llevará a un parque enorme que difícilmente olvidaréis y que, probablemente, repetiréis con el tiempo. Y si esta ruta la completáis con un hotel o apartamento en primera línea de mar en Blackpool, más todavía (algo terriblemente fácil ya que la mayoría de las casas de la zona están a no más de 500 metros del mar.

Como siempre, desde Bloggercoaster, no puedo hacer más que animaros a visitar esta región, estas ciudades y este parque ya que es una experiencia única, muy rica en conocimientos y vivencias y que os conducirá a lo más parecido a Las Vegas que tenemos en el continente europeo.

2 comentarios:

  1. Muy interesante, Jivo... Espero poder tenerlo en cuenta algún día.

    Una cosa: Dices, y te atreves a comparar el pueblo de Blackpool con las vegas... Si fuese las vegas, debería tener varios casinos, verdad? No sé, es que me he mirado varias webs (todas en inglés, aunque se entienden), y dan informacion detallada e interesante sobre hoteles, restaurantes, discotecas, playas, el mismo parque de atracciones, un parque aquatico indoor, etc... Pero nada de casinos...

    A lo mejor es que se entiende por casino un local con máquinas tragaperras (lo que aquí sería un golden park).

    Viendo comparativas, yo podría decir que lo más parecido a Blackpool que tengo "cerca" sería Platja d'Aro...

    ResponderEliminar
  2. Respecto a Las Vegas, hay que reconocer que hago un símil únicamente basándome en el aspecto de ambas ciudades. Creo que no vi ningún casino, aunque SÍ vi un montón de salas de juego enormes. Sobretodo el juego de las monedas con el ir y venir (no se qué nombre tienen esas máquinas) es casi como una tradición. Yo me dejé un par de libras jugando a esas máquinas, la verdad es que es casi inevitable jugar a ellas. Lo que sí pude ver son restaurantes tematizados, locales de temática de ocio (surf, coasters, hollywood, etc.), parques acuáticos indoor. A eso me refería, a la pomposidad de añadir a un lugar puramente inglés la vistosidad de las luces y el glamour barato. Algo como lo que hacen en Las Vegas con el desierto de Nevada. Si tuviera que comparar alguna población catalana con Blackpool, claramente sería Lloret de Mar.

    ResponderEliminar