domingo, 14 de agosto de 2011

Economía en viajes

En el blog he intentado siempre tratar diversos temas de interés a la hora de realizar viajes y escapadas que han ido desde la elección de los destinos, la selección de nuestras estancias en hoteles o múltiples consejos de rutas para parques alrededor de Europa o de el mundo.

Pero hoy, y con ocasión de la época del año en la que quien más quien menos se monta su viajecito o su escapadita, he decidido que voy a hablar de un aspecto importantísimo y a tener siempre en cuenta, sobretodo si pensamos viajar más allá de las fronteras de nuestro país.

Para poder organizar bien nuestro viaje, lo que pagaremos y cómo lo pagaremos, hoy, en Bloggercoaster, voy a hablar sobre los medios de pago en el extranjero, o lo que es lo mismo, la economía en viajes.

Preparativos previos

Nunca me cansaré de decirlo: cuando viajéis tratad siempre de organizar al máximo vuestro plan de viaje. Improvisar está bien, es entretenido y en ocasiones nos puede aportar conocimientos o experiencias curiosas, pero la mayoría de veces si queremos tener nuestra economía saneada, tendremos que planificar todo lo que hagamos para poder ahorrar al máximo o invertir sabiamente nuestro dinero.


Quede claro que no pretendo unificar mis consejos para la economía de todo viajero o viajera pues, como es lógico, no todos los viajes o escapadas cuestan lo mismo. No es lo mismo plantearse una escapada por menos de 100€ que marcarse el gustazo de poderse dejar 1000€ en un viajecito. De la misma manera los medios se limitan mucho a diferentes variantes de la persona, como podrían ser la edad, la situación geográfica o la idea personal que cada cual tenga del concepto "ahorros".

Dicho esto, lo primero que hay que tener en cuenta es que a la hora de hacer un viaje, por mucho que paguemos, en muchas ocasiones no se nos facilitará ningún tipo de concesión por ello, por lo que es imprescindible tener todo bien atado y claro muchas semanas o incluso meses antes de realizar el viaje.

Para ello mi primer consejo es que os informéis al completo con vuestras entidades bancarias sobre el uso de la moneda y las tarjetas en el país donde vayáis a realizar el viaje, con esto os podéis evitar sorpresas desagradables una vez estéis a centenares de kilómetros de casa.

Es muy importante tener variedad en la cifra de los billetes y monedas para pagos menores

Debéis tener claras cuáles son vuestras expectativas, tener una idea del gasto general que vayáis a hacer (siempre va bien hacer un pequeño estudio de cuánto os pensáis gastar a diario para poder sacar en claro lo que os puede costar realmente el viaje).

No soy muy amigo de desvelar mi vida más personal a través del blog, pero os he de confesar que trabajo de teleoperador para el servicio de asistencia al cliente telefónica y por ello hoy, por experiencia, trataré de aclarar errores con los que normalmente veo que la gente se encuentra y que me encargo a diario de intentar solucionar.

Monedas y divisas

Aunque desde hace años la Unión Europea tiene una moneda en común, el euro, y podemos disfrutar de multitud de ventajas para viajar entre los países miembros sin tener que realizar incómodos gastos, puede darse el caso de que tengamos que viajar a países relativamente cercanos en los que el euro no sea la moneda oficial y por lo tanto tengamos que realizar una de las acciones más clásicas del viajero: cambiar moneda.

Para ello debéis saber que hay 3 tipologías de divisa entorno a las que se basa el sistema de cambio que podemos seguir: divisas IN, divisas OUT y divisas no convertibles.

Las divisas IN pertenecen a la totalidad de países que conforman la Unión Europea y, por lo tanto, no precisan del cambio de moneda ya que usamos en común el € (euro). Este tipo de divisas sólo se deben tener en cuenta a la hora de precisar el gasto aproximado que haremos en estos países ya que pese a que el valor simbólico es el mismo siempre, no siempre tiene el mismo valor real. No podremos comprar lo mismo con 1€ en España que en Italia o en Alemania, por lo tanto hay que tener en cuenta que el valor de las divisas IN también puede oscilar considerablemente dependiendo del país de destino.

Las divisas OUT pertenecen a la tipología de cambio que normalmente se nos puede facilitar en la sucursal de nuestra entidad bancaria. Posteriormente a la unificación de monedas en la Unión Europea este tipo de divisas se redujo considerablemente, por lo que hoy día probablemente encontremos disponibilidad de cambio para dólares, libras esterlinas y yenes.

Las divisas no convertibles pertenecerían al resto de monedas las cuales no podemos cambiar en el país de origen. Esto significa que si en España queremos conseguir pesos o reales (por ejemplo) no podremos solicitar este cambio en nuestra entidad, sino que deberemos hacerlo en México o Brasil (respectivamente).

En el extranjero encontraremos también entidades bancarias y oficinas de cambio.

También debemos tener en cuenta las distintas tarifas de cambio que se nos pueden aplicar en los 3 métodos básicos del mismo:

1) Cambio en entidad bancaria: normalmente se realiza entorno a un ajuste diario, aunque en algunos casos se puede basar entorno a un ajuste semanal. Normalmente se calcula el valor de la moneda a cambiar teniendo en cuenta el banco central del país de destino, el Banco Central Europeo y el Banco Nacional de España y en la mayoría de casos las comisiones que se lleva la entidad bancaria para ello suelen oscilar entre el 1 y el 4% del total cambiado.

2) Cambio en el país de destino: en este caso se tiene únicamente en cuenta el promedio de valor diario entre el banco central del país donde viajemos y el Banco Central Europeo, además de que puede que, si el valor de la moneda del país de destino es menor al euro, las comisiones que se apliquen sean proporcionalmente menores.

3) Cambio en oficinas de cambio: uno de los métodos más utilizados por los viajeros consiste en este tipo de oficinas, a caballo entre sucursales de entidades financieras y agencias, que ofrecen cambio rápidamente y a menudo mediante trámites más cómodos para el viajero. La única pega en este sentido es que también en ocasiones se aprovechan del desconocimiento del turista conforme al valor de la moneda a cambiar respecto al euro (por ejemplo) y se aplican unas comisiones excesivas, por lo que nos podemos llevar un susto si no elegimos bien la oficina de cambio que usaremos.

En los 3 casos anteriores lo mejor es informarse bien del valor de la moneda de destino respecto a la nuestra e intentar, en la medida de lo posible, calcular un promedio de valores durante una semana o varias semanas.

Otro consejo bien útil, en el caso de que optéis por el cambio en una entidad bancaria de vuestro propio país, es que lo hagáis con bastante anterioridad (se recomienda una semana antes de realizar el viaje) ya que en muchas ocasiones las oficinas no disponen de la suficiente cantidad de billetes o monedas para cambiar y muchas de ellas piden una solicitud previa por vuestra parte. Lo mejor es ir una semana antes y pedir una cantidad aproximada para lo que queráis cambiar.

Las libras esterlinas, por ejemplo, tienen monedas octogonales y de distintos pesos y tamaños.

Finalmente, y no por ello menos importante, una vez tengáis el dinero en vuestras manos vale la pena familiarizarse con sus características, así como el sistema de uso. No por tener billetes de más valor os va a ser más fácil comprar las cosas allá donde vayáis. Por ejemplo, cambiar un billete de 100 dólares en EEUU os será bastante difícil, por lo que os recomiendo que en la medida de lo posible tratéis de tener el cambio en billetes más pequeños (de 10 o 20) para poder hacer compras más prácticas.

Si el país donde viajáis tiene uso de monedas, os recomiendo que analicéis el color, peso y tamaño de sus monedas, así como los distintos valores numéricos, para que a la hora de pagar cualquier cosa de valor más bien pequeño tengáis cierta agilidad y no se perciba a la primera que sois extranjeros (este pequeño detalle puede ahorrarnos ciertas prácticas abusivas por parte de algunos comercios de países turísticos, creedme).

Tarjetas, la solución hecha plástico

Pese a que la sensación de tener dinero entre nuestras manos es siempre muy poderosa y está muy mitificada por medios de comunicación y entretenimiento, lo cierto es que desde hace ya bastantes años el método más cómodo y práctico para realizar pagos en el extranjero es la tarjeta bancaria.

Pero hay que tener en cuenta que no todas las tarjetas bancarias nos van a servir a la hora de realizar un viaje y, es en este punto, donde quiero informar de un hecho que puede parecer una estupidez, pero suele conformar un porcentaje bien alto de las llamadas que recibo a diario en mi servicio: hay que saber diferenciar vuestras tarjetas entre las de débito y las de crédito.


Las de débito suelen ser la mayoría de las que tenemos, tarjetas que nos sirven para sacar el dinero que tenemos, paralelamente, en cuentas bancarias. Si la cuenta bancaria llega a 0 las tarjetas dejan de poder sacar dinero y si realizamos un pago este se nos cobra al momento de nuestra cuenta bancaria. En el caso de que vuestra tarjeta de débito sea VISA, llevará generalmente impreso el logo de VISA Electron. Todas las VISA Electron son tarjetas de débito.

Sobre las tarjetas de débito, vale la pena indicar que NO son las recomendables para viajar al extranjero, puesto que su uso y aceptación, en comercios sobretodo, no está generalizado ya que existen miles de tipos de tarjetas de débito y a la hora de realizar pagos suelen tener mayor coste para los comercios, por lo que suelen evitarlas.

El distintivo de Visa Electron para las tarjetas de débito es fácilmente reconocible.

Os podéis encontrar que vais a reservar algunos hoteles, a pagar algunos vuelos o a abonar el total de vuestra compra en un centro comercial extranjero y amablemente se os dice que vuestra tarjeta de débito no sirve. Creedme, es más común de lo que parece y suele ser un palo difícil para el viajero, que de repente se encuentra sin un apoyo para pagar sus gastos.

Las tarjetas de crédito son, en realidad, las más indicadas para este tipo de menesteres. El funcionamiento de estas tarjetas es diferente, pues no pagamos con el dinero que tenemos en nuestra cuenta bancaria, sino que usamos un "crédito" del cual gastamos lo que pagaremos a final de la mensualidad a nuestro banco. Se podría decir que se nos "presta" el dinero sin tocar ni un euro de nuestra cuenta bancaria y, a final de mes, se nos cobra ese dinero, pudiendo distribuir nuestros gastos o financiarlos, para no tener que hacer pagos excesivos de golpe.

Las tarjetas de crédito son aceptadas en la práctica totalidad de comercios del mundo, nunca nos negarán su uso y con ellas podremos adquirir gastos más pesados y complejos para poder gestionarlos posteriormente a nuestro antojo.

Antes de realizar el viaje, vale la pena acercarse por vuestra sucursal bancaria más próxima.

Por ejemplo, son las más indicadas a la hora de reservar una habitación de hotel, pagar un vuelo o adquirir un coche de alquiler porque el comercio sabe desde un primer momento si podemos pagarlo o no con la tarjeta de crédito, cosa que no pasa con las de débito. Además nosotros mismos podemos regular el límite de crédito que nos ofrecerá la tarjeta (si tenemos un límite de 500€ mensuales, podemos acordar con nuestra entidad un aumento de dicho límite si tenemos que comprar un vuelo de, por ejemplo, 600€).

Como es lógico las tarjetas de crédito conllevan un gasto superior a las de débito y, en este sentido, se pueden convertir en una pesada carga, por lo que conviene estudiar bien su uso y no caer en las trampas comerciales que nos puedan lanzar las entidades bancarias. Antes de adquirir una tarjeta, sea de débito o de crédito, os aconsejo estudiar el panorama de tarjetas disponibles ya que la gran diferencia entre todas ellas, fuera de las aparentes ventajas que os puedan ofrecer, son las comisiones que os cobren por su uso.

En conclusión

Mis consejos más resumidos, después de haberos soltado toda esta cantidad de información (que estaría bien que no os sonara a chino y que os fuese familiar), son:
  • Planificad siempre vuestros gastos, tanto a modo general como a diario.
  • Reservad o pagad con anterioridad para evitar pagos de golpe.
  • Si tenéis que cambiar moneda informaos del valor de vuestra moneda y de la moneda origen.
  • Si queréis cambiar divisas en el país de destino, contrastad varias oficinas de cambio en base a los valores de las dos monedas.
  • Si vais a viajar con regularidad tened a mano una o varias tarjetas de crédito, tendréis la seguridad de que podréis usarla en gran parte del mundo.
  • Si prevéis que gastaréis cierta cantidad de dinero, tened en cuenta el límite de crédito de vuestra tarjeta de crédito.
  • Tanto si cambiáis moneda como si usáis tarjetas, se os cobrarán comisiones por todo en todo momento. Hoy día nadie regala nada.
*****

Y hasta aquí la entrada de hoy en Bloggercoaster, la verdad es que es un tema ciertamente espinoso y que los amantes de los viajes solemos esquivar cuando salen los temas de conversación alrededor de una mesa de bar, pero los gastos económicos siempre están ahí y hay que saber afrontar este tipo de gestiones lo mejor posible.

Como he dicho al principio, no quiero sentar cátedra sobre este tipo de cosas ya que en esto cada uno tiene su método y su manera de afrontar todo. Hay quien puede permitirse el lujo de gastar más dinero y hay quien tiene que tener más precaución a la hora de pagar las cosas. Todo depende del nivel adquisitivo de cada persona.

Así pues, espero haber servido de ayuda por si alguno de estos conceptos no lo teníais claros. Por supuesto, siempre os invito a que os informéis una y mil veces a través de las entidades oficiales, vuestra oficina bancaria o caja o las decenas de páginas oficiales que el estado nos facilita a la hora de tener en cuenta nuestros gastos en países extranjeros. El saber no ocupa lugar y menos si se trata de saber cuánto y cómo nos gastamos en nuestras escapadas.

3 comentarios:

  1. Chapó por la entrada xavi, aunque también hay que tener en cuenta el destino que vayamos a visitar... por ejemplo en Japón es casi imposible ir tirando de la visa, es todo lo contrario a el resto del mundo, en un país donde tienen el nivel de criminalidad más bajo de todo el planeta, hay que ir siempre con metálico ya que en la mayoría de sitios no aceptan tarjeta.

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  2. Jeje... La foto dónde sale la visa... La has "trucado" para que no se vea tu número, verdad??

    Podrías haber puesto la targeta de Victor Sauler Portal, este hombre es un mito entre los clientes de La Caixa...

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  3. Muy buena entrada! sobretodo la diferenciación entre tarjeta de débito /crédito.Puede parecer obvio pero conozco a más de uno y 2 que no saben qué tipo de visa tienen.
    En fin, creo que MUY pronto tendremos que poner en práctica estos consejos, no?

    Felicidades por el blog

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