¡Feliz año 2012!

Como va tocando ya, quedan apenas unas horas para que la mayoría estéis brindando, abrazándoos a quien tengáis más cercano o disfrutando de una comilona copiosa (la última del año, o la primera, según como lo queráis ver).

Dejamos atrás un año completo, redondo, bien empaquetado y listo para guardar en la despensa de nuestros recuerdos. De nosotros y de nuestra memoria dependerá ahora seleccionar y diseccionar de ese paquete los momentos vividos, para clasificarlos en geniales, buenos, no tan buenos y directamente desechables.

En ese sentido, este año 2011 para mi ha sido muy completo y rico y, pese a que como todo el mundo tengo momentos para olvidar, puedo decir que los que debo recordar son muchísimos más y más gratos que nunca.

Tengo una familia que quizás no será enorme, pero que se merece toda mi atención y mi cariño, tengo una madre que vale por mil y que puede ir presumiendo de lo que es la perfección en ese sentido, tengo una pareja que me quiere, me apoya y me acompaña allá donde voy, tengo unos amigos que si bien no los cuento a decenas sí puedo contar a centenares los buenos momentos que me brindan (y que están ahí ahora, ahora y ahora también), tengo el beneficio de haber dedicado 5 minutos o 5 horas a hablar con gente con la que, por suerte, nunca he tenido que hablar mal y quizás me valoren y me respeten una pequeña parte de lo que yo les valoro y les respeto, tengo la trayectoria del blog (que es otro logro personal, de esos que me gusta colgar en la estantería de oro de mi recuerdo) y tengo un trabajo, que si bien no es el mejor del mundo hoy en día es el que me permite poder escribir esto calentito y en mi habitación.

Tengo todo esto y, por si fuera poco, te tengo a ti leyendo este texto. ¿Qué más puedo desear?

Pues sinceramente, que a vosotros y vosotras os vaya igual, mejor o mucho mejor. Que podáis brindar por este 2011 y saludar al 2012 con esperanza, con alegría, con ilusión y con muchos proyectos en mente. Que voléis, que viajéis, que os tiréis a la piscina para realizar vuestro primer viaje o, por el contrario, que os apuntéis a hacer el viaje número 100. Que nutráis vuestra memoria de bonitos recuerdos, inolvidables, que seguro que los parques os podrán ofrecer como os llevan ofreciendo años y años. Viajad a los parques, visitarlos, descubrirlos y compartid, será sin duda la mejor manera de mantener el espíritu de este mundillo que tanto nos gusta a todos y a todas.

Me voy ya, no sin antes dejaros una última imagen del año. La que guardo en el top de los tops, la que será imborrable pase lo que pase. Fue una tarde/noche, eran quizás las 8 o las 9, no recuerdo bien qué hora, pero sí recuerdo que hacía apenas unos minutos se había hecho de noche. Yo me encontraba a 12 horas de viaje de mi casa, en EEUU, un lugar recóndito, exótico (en cierta manera) y alejado de absolutamente cualquier cosa que puedas relacionar contigo mismo.


Después de hacer una pequeña cola de 10 o 15 minutos, tenía ante mi al gran hallazgo de mi carrera coasteril: Millenium Force. Mientras, de fondo, unos pequeños fuegos artificiales de un show de cierre de parque y el rumor insistente de la coaster llegando a estación. Unos minutos después, con el arnés atado, me disponía a subir por los 96 metros de altura que tiene el lift de este auténtico coloso de acero. En la cima, con el calor del verano cercano, pequeñas lágrimas de emoción y unas vistas altísimas. Segundos después, felicidad.

¡Feliz año nuevo amigos y amigas de Bloggercoaster!