Descubriendo Shambhala

Podríamos decir que nos encontramos en ese bonito momento en el que las obras de un proyecto se encuentran en su justo ecuador. Empezamos esta particular aventura en agosto de 2011 y nos encontramos ya a finales de enero de 2012, expectantes por la constante evolución y crecimiento de una estructura de acero que no deja de sorprendernos.

Se trata de Shambhala (¡qué gusto da poder pronunciar su nombre oficialmente!), la nueva hyper-coaster de PortAventura de la que ya casi todo se ha dicho (aunque la cascada de datos oficiales todavía debe fluir mucho más durante estos próximos meses). Sabemos su altura, sabemos lo largo de su recorrido, sus elementos, su logotipo y, por si fuera poco, la dirección del parque sorprendió a todo el mundo en la actual Fitur 2012 mostrándonos una enorme, aunque poco detallada maqueta de la cual tenemos poco material gráfico pero el suficiente como para hacernos una idea de cuán mastodóntica va a ser.

Con este dato gráfico aportado por el incombustible Oriol, hoy en Bloggercoaster vamos a analizar paso a paso este coloso de vivos colores que se elevará muy por encima del anciano Dragon Khan. Compararemos las obras con la maqueta y veremos qué nos queda por observar durante estos meses que precederán al estreno de esta nueva bestia.

Un mar de gigantescos soportes

Aunque ya la mostré el pasado jueves, vamos a recordar todos y todas la fotografía de la discordia, la que nos muestra la citada maqueta del proyecto de PortAventura:


Si seguís el proyecto desde sus inicios es posible que no, pero si acabáis de subir al tren de Shambhala comprobaréis que os marea tanto soporte, tanto hierro, tantas barras de colorines y, probablemente, no sepáis por donde empezar. Es por eso que vamos a ver, desde el principio y con todo el detalle que nos permita esta maqueta, qué aspectos vamos a tener que observar minuciosamente durante los próximos meses.

Para empezar, hay un elemento del que prácticamente no se ha hablado y que, creo, es bastante revelador de cara a pensar en las edificaciones que acogerán este gigante de acero: la estación de carga y descarga.


Aunque la calidad de la fotografía no nos puede mostrar mucho más detalle y no debemos olvidar que se trata de una maqueta conceptual (esto es, sin apenas muestra de theming alguno), sí que podemos sacar dos conclusiones previas: el edificio alargado tendrá una altura bastante considerable, sobretodo si nos fijamos en la estructura parecida a una torre que observamos en uno de sus extremos. Por otra parte, se ha desvelado que el theming y urbanismo estará inspirado en la región de Bhutan, cercana al Himalaya y con una característica arquitectura, algo parecido a esto:

FUENTE

Personalmente, el edificio que muestra la maqueta me recuerda más bien a una especie de mezcla entre la estación de El Toro en Six Flags Great Adventure y Furius Baco, en el mismo PortAventura. Veremos en qué queda todo, si imperará lo práctico o más bien lo estético.

Centrémonos ahora en el lift, el principal estandarte visual de la coaster y el motivo de sorpresa de todos los visitantes del parque en esta temporada que viene.


Tras desplazarnos al exterior del edificio de estación recorreremos una curva que dibujará 90 grados y nos encarará de lleno a una inclinación brutal en la trayectoria ascendente del lift de 76 metros de altura. A continuación os dejo la misma captura pero con los puntos que podemos ver hoy día marcados. Por una parte (en azul turquesa) los soportes que, en el momento de escribir esta entrada de blog, permanecían ya montados en las inmediaciones del parque. Por otra parte y marcado en rojo el fragmento de vías que también está montado. Por el momento sólo tenemos la curva que empalmará con el lift, pero es cuestión de días que empecemos a ver más y más tramo escalando las alturas de Shambhala:

El cruce con Khan: campo de batalla

Una excelente solución aplicada a la mezcla explosiva de contaminación visual y sonora que provocará la coaster en los alrededores del parque al pasar justo por la parte más veloz del recorrido será un enorme túnel subterráneo que cruzará, en gran parte, la base de Dragon Khan.


Era un dato que conocíamos a medias tintas, todavía se especulaba mucho con él e incluso se llegó a descartar, pero la maqueta nos pone en situación y vemos que tras el enorme drop (se habla de entre 70 y 80º de inclinación) nos toparemos de lleno con esta cavidad, no se sabe si tematizada o no, donde el ruido, la velocidad y probablemente nuestros sordos gritos rebotarán con paredes que amortiguarán al máximo el sonido al exterior.

Tras el drop y la zona de recepción de velocidad encajaremos de lleno un enorme camel, posiblemente de los más grandes que habrá construido jamás B&M y que, aunque desconocemos el dato de su altura, rondará seguramente entre los 50 y los 60 metros de altura (superando de lleno Dragon Khan que, recordemos, posee hoy día una altura de 45 metros). Es en la base de este enorme camel donde se está trabajando más estos días colocando soportes y preparando todo para empezar a distribuir las vias lo antes posible. De nuevo, la misma referencia de colores para el montaje de los soportes:


Una vez superado el gigantesco camelback B&M nos tendrá preparada una de sus sorpresas extra: una altísima hélice cruzada con un buen catálogo de peraltes variados y desniveles de locura. Si nos fijamos en la maqueta, este es el punto del que hablamos:


Tomaremos este elemento desde su parte más lejana al parque (en la fotografía, el extremo más inferior de la derecha), peraltaremos a derecha de manera extrema mientras ascenderemos unos 40 metros de altura, siempre peraltados a derecha y con niveles altos de inclinación lateral (posiblemente rozando los 90º, como ocurre en la mayoría de horseshoes de B&M). Una vez llegados al punto más alto y sin apenas notar el poder de la fricción y ralentización del tren, descenderemos ampliamente para volver al nivel del suelo y adquirir de nuevo una alta velocidad que nos ayude a continuar con el recorrido.

Esta parte de la estructura recibe estos días un alto nivel de trabajo en montaje de soportes ya que, como podéis ver en la captura, la cantidad de footers, niveles y precisión que hay que invertir es enorme para que absolutamente nada falle en el montado final de las blancas vías. A día de hoy, podemos ver alzándose en el aire los siguientes elementos:


Es de suponer que el trabajo será continuo durante estos próximos días y, probablemente, se alargará durante un par de semanas hasta que podamos ver tramos de vías colocados. Pero de momento esto es lo que tenemos.

Velocidad y elevaciones múltiples

Como en toda hyper que se precie, la zona intermedia no deja lugar a demasiadas sorpresas, aunque en este caso PortAventura parece que ha querido reservar un par de trucos. En un intento de mezclar sabiamente las altas estructuras clásicas de las hypers construidas hasta el momento y la dinámica y velocidad que ofrecerá Leviathan, la giga que estos días también construye la misma B&M en Canadá, vemos un elemento bastante significativo a la hora de calcular la velocidad que notaremos sobre el tren en este punto de salida de la hélice. Probablemente atravesaremos esta larga pero poco elevada colina a una velocidad de entre 110 y 120 km/h, lo que unido a la cercanía con el suelo y la sensación de G's verticales algo rebajadas, supondrá una pequeña pérdida de la gravedad (nada que ver con los airtimes extremos, pero muy suave y gratificante al fin y al cabo).


A simple vista parece un elemento más de relleno, pero habrá que estudiarlo con cuidado porque puede que nos reporte buenas vibraciones y un ápice más de intensidad nada más dejar atrás la enorme hélice cruzada.

De nuevo nos dirigiremos a las entrañas de Dragon Khan y, como si nos adentrásemos en una lluvia de soportes azules recién pintados, apenas nos quedará un segundo de respiración para afrontar el siguiente elemento, el segundo camelback:


De este elemento puedo destacar dos cosas. La primera (y más visible) es que tras afrontar toda la estructura curvada y experimentar unas fuerzas negativas de infarto, nos adentraremos en un pequeño lago que, por la forma recta de la vía de recepción en la superficie del agua, probablemente contendrá el esperado elemento del "splash", visto hasta el momento en otros proyectos de B&M como las dive-machine o, para equiparar modelos, Diamondback en Kings Island:

FOTO: Rik Engelen

La segunda cosa a destacar (y quizás la que menos guste a los entusiastas) es el inevitable añadido, por parte de los suizos, de trims (frenos reductores de velocidad) que hagan que descienda, quizás en apenas unos kilómetros por hora, la velocidad del tren justo antes de subir el camelback. Es inevitable, repito, B&M otorga a todas sus creaciones, tarde o temprano, uno o varios puntos con trims y Shambhala, desgraciadamente, no creo que sea la excepción, por lo que es probable que se aproveche este punto de máxima velocidad para aplicar el correctivo de rapidez al convoy.

Exhaustos tras el remojo (aunque recordemos que el splash de hyper-coaster NO moja a los pasajeros, sino más bien a los que estén cerca del lago o de las vías), encararemos un tercer y cuarto camelbacks de menor medida que competirán, esta vez sí, con las alturas del omnipresente Dragon Khan:


La particularidad en este punto, será el hecho de que ambos camelbacks estarán enlazados por un tramo peraltado que no llegará a nivel del suelo aunque, sin embargo, nos permitirá experimentar una pequeña aceleración entre camel y camel, por lo que probablemente encontremos un peralte bastante destacado en este punto, teniendo en cuenta que justo en esta especie de "U" es donde se encuentra actualmente Fumanchú y donde, con total probabilidad, veremos pasar los trenes de Shambhala a mayor velocidad.

No pueden faltar los mini-airtimes

Una vez pasado el último camelback de altura considerable, entramos en un punto que me atreveré a bautizar como "efecto placebo" o, lo que es lo mismo, la coletilla final, la despedida.

B&M siempre, o casi siempre, introduce al final del layout un par de elementos marca de la casa, algo que sorprenda o que, simplemente, ofrezca el último abofeteo de sensaciones al viajero. En este caso vamos a ver cómo ha resuelto este tramo la empresa de origen suizo:


Teniendo en cuenta que todo este tramo discurrirá, en su mayoría, en la parte trasera del parque y paralelo a Teatre Imperial, sin que los visitantes puedan ver gran detalle, tiene todo el aspecto de ser un tramo bastante plácido, donde probablemente la velocidad residual y el peralte de la última curva cerrada sean protagonistas.

He de confesar que mi lotería particular auguraba un horseshoe clarísimo para esta curva y parece que finalmente se resolverá con algo que, personalmente, considero bastante ortopédico: una curva descendente con una larga trayectoria y que va poco a poco cerrándose hasta cambiar por completo el sentido de los trenes y conectar con dos pequeñas bunny-hills.

Se ha comentado que probablemente esta parte comprenda unos frenos intermedios MCBR para permitir, entre otras cosas, que Shambhala pueda operar con 3 trenes sin ningún problema, pero personalmente creo que, de ser así, estaríamos hablando de uno de los tramos MCBR más próximos a la estación final ya que, una curva y varias colinas más allá nos topamos ya con los final brakes.

¿Buena decisión?¿Mala decisión? Sea como sea, en este punto volveremos a elevar la velocidad (aunque a niveles bastante menores, quizás unos 60 o 70 km/h.) para afrontar dos simpáticas bunny-hills a distinto nivel de elevación que nos acompañarán con el alegre cosquilleo de los airtimes abruptos (los que provocarán mayor nivel de decibelios, me la juego) a la recta final de brakes, la cual estos días hemos visto ya completada.

Todas las hyper contienen este tipo de elementos simpáticos que, pese a no ser demasiado espectaculares para la vista, sí que se convierten rápidamente en el último signo de la coaster, en la firma personal, en el aroma que se le queda a uno tras riddear semejante bestia blanca. Noqueados totalmente por la extrema velocidad de esta coaster, llegaremos a este punto y de pronto sentiremos un cosquilleo delirante en nuestros estómagos, por lo que llegaremos a la estación aturdidos, sin saber exactamente qué ha sido lo que habremos vivido.

Una fiel recreación

Como soy consciente de que toda esta retahíla de datos, elementos y detalles probablemente os haya dejado mareados o perdidos, he tomado la palabra a nuestros amigos de la PAC para ofreceros, canal de Youtube mediante, la que posiblemente sea la recreación más fiel y elaborada hasta el momento de Shambhala.

En este video podréis ver gran parte de los elementos aquí especificados y narrados y podréis poner forma a todo lo que os he ido contando. Son apenas unos minutos y vale mucho la pena contemplar una recreación tan bien llevada y diseñada. Desde Bloggercoaster, felicidades a la PAC por semejante obra virtual:



No olvidéis visitar el canal, donde encontraréis multitud de videos y seguimientos de obras muy válidos para estar al día de la construcción de este mastodonte montañés.

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Como si de un misterioso puzzle se tratara, Shambhala empieza a desvelar su auténtica cara y deja de ser una simple ilusión en la mente de todos los fans y entusiastas cercanos a PortAventura, para ser un proyecto sólido y muy bien diseñado.

Poco a poco vamos identificando uno a uno los soportes y piezas que componen esta magnífica obra de ingeniería que, en apenas unos meses, veremos completada por unos veloces trenes que, seguro, viajan estos días al parque para permanecer guardados en contenedores navales.

Podría parecer que esto no acaba más que empezar, pero lo cierto es que llevamos medio año recorrido y nos encontramos, en Bloggercoaster, ante la fascinante cúspide de la construcción de un nuevo mito para el parque: la innovadora Shambhala.