Ha pasado algo más de un año desde que Barrio Sésamo, su colorido, sus personajes y su fantasía aterrizaron en la Costa Daurada en forma de una pequeña pero resultona área infantil situada en el parque temático de
PortAventura. La cobertura que por entonces hice se basó en
un análisis detallado de la novedad y, por separado,
un análisis detallado de las demás novedades del flamante parque catalán.
Este año el orden de los elementos ha cambiado y mucho me temo que deberé esperar bastante (mínimo un mes) hasta que pueda analizar con detalle la gran novedad del parque para este año, la hyper de
B&M que todos y todas ansiamos riddear. Pero como la temporada ha empezado ya y yo he podido poner pie en el parque, he decidido empezar a mostrar ya algunas de las cosas que me he encontrado.
Así pues hoy, en
Bloggercoaster, llegan mis primeras sensaciones en la primera visita del año a
PortAventura.
Pongámonos en situación...
Antes de empezar a analizar lo más destacado de mi visita, debo puntualizar cómo voy a hacerlo y el motivo de hacerlo así. Me gustaría ofreceros
una entrada, quizás más o menos llena de contenido, pero unificada, con todas las novedades ordenadas y claras, pero por desgracia este año el parque no ha abierto temporada de una manera tan brillante como el año pasado y deberé separar todo en diversas entradas.
Debo aclarar que visité el parque entre semana para obtener mi pase de temporada anual (con la inestimable compañía de Raúl y Oriol, dos grandes amigos y compañeros de viajes a parques) y que lo que me encontré en unas horas no será lo que me encontraré cuando vuelva, probablemente, la próxima vez. Al menos así lo espero.
Un parque a medio gas, descuidado y desprovisto del personal necesario como para hacer que las operativas, la limpieza o la seguridad fuese notable. Demasiadas rides, coasters y tiendas cerradas y la sensación de que no me encontraba a principio de temporada sino más bien al final, cuando un parque trata de sacar fuerzas de flaqueza para soportar las últimas jornadas.
Pero vamos a analizar lo más relevante de lo que pude ver, tratando de neutralizar esta entrada entre el optimismo y el pesimismo.
Novedades menores, pero necesarias
A ojos del visitante pocas, muy pocas cosas han cambiado desde el inicio de nuestro recorrido en los tornos de acceso al parque hasta bien entradas las áreas de
Polynesia y
FarWest. Precisamente por esta última fue por donde empezamos nuestro recorrido y donde pude observar la primera novedad destacable:
¡Ha vuelto! La gigantesca y mítica rueda de molino que
Silver River Flume lucía en sus mejores temporadas vuelve a lucir totalmente nueva, además de girar como antaño con la fuerza del agua que cae desde los canales superiores. Madera totalmente nueva, balsa limpia y llena de agua y la sensación de que este rincón volverá a brillar como antes durante esta nueva temporada. Un gran tanto para el parque y su equipo de mantenimiento.
Sin movernos demasiado, en las puertas del mismo flume, podemos descubrir varios elementos que me llamaron la atención. El primero es el tan solicitado sistema de pizarras eléctricas:
Usado en multitud de parques repartidos por todo el mundo, venía siendo hora ya de que
PortAventura utilizara este sistema para informar a los visitantes del tiempo de espera (siempre aproximado) de sus colas. Una herramienta muy eficaz para comparar operativas en días de alto attendance o simplemente para decidir hacia dónde deberemos entornar nuestra visita conforme al tiempo de espera de cada ride. Otro punto muy positivo que seguramente enterrará la oscura sombra de las pizarras manuales que tanto empobrecían la imagen del parque hasta ahora.
Justo al lado, como podéis ver, me encontré esto:
Se trata de las nuevas máquinas expendedoras de
tickets Express que podemos encontrar en las puertas de la mayoría de majors que permiten el acceso a las mismas de una manera más rápida a través de colas especiales que ahorran un gran volumen de tiempo de espera.
La verdad, tampoco me detuve a comprobar cómo funcionan y qué funciones específicas guardan en su interior, pero me imagino que el mecanismo debe ser parecido al de los
tickets Express que ya funcionaron en el parque años atrás y facilitarán también la opción de poder comprar un pase que permita aunar todas las majors en un sólo ticket.
No voy a entrar en el juego de comentar si el sistema de pases express en
PortAventura es útil o no (está claro que si perdura durante tantos años, económicamente debe serlo), pero lo cierto es que si el parque quiere mejorar sus operativas y ofrecer una imagen de calidad mejor de cara al cliente esta quizás no sea la manera. Me refiero a que el cliente no debería pagar más de lo que ya paga por poder montar en un tiempo más o menos razonable, sino que debería ser el parque el que sin aplicar un coste extra ofreciera al cliente una mayor fluidez de colas. Muchos parques ofrecen tal calidad en las operativas y gestión de visitantes que no les es ni siquiera necesario aplicar un sistema de pases rápidos o, si lo aplican, no implica un gasto mayor para el bolsillo del cliente (sistemas como el de
Disneyland Park o los famosos y cada vez más de moda
LOW-Q).
Impulso al área de China
Cambiando radicalmente de tema y de área, nada destacado en
México donde parece que el tiempo se detuvo desde que
Hurakan Condor se elevó a lo alto de los cielos y aterrizamos de lleno en
China, un área que este año 2012 verá suplida su falta de relevancia durante tantos años protestada.
Vamos a obviar la presencia de
Shambhala en el skyline del parque, aunque sea difícil borrar ese mastodonte de más de 70 metros de altura que se presenta ante nosotros como una auténtica cordillera del Himalaya. Vamos a centrarnos en su predecesora, la querida y apreciada
Dragon Khan que este año vuelve a reiterar su presencia con vivos colores. Echemos un vistazo a la estación de esta multi-looper de
B&M:
Creo que es la primera ocasión en la que veo que
PortAventura apuesta tanto por unos casilleros para objetos ligeros. Si nos fijamos en el resto de casilleros del parque (escasos, por cierto) veremos que no se excede de la simple presencia de armarios o estanterías. En esta ocasión podemos ver que se ha repintado por completo estos grandes armarios y en sus puertas se han estampado símbolos de los cuales, por desgracia, desconozco el significado (pero que espero que lo tengan y sea el adecuado, para evitar más patadas temáticas).
Dragon Khan recupera, como comentaba, unos vívidos colores rojos que ensalzan la bravura y la furia del emperador afectado por la maldición que antaño nos presentaron, aunque esta vez añade un azul intenso en sus soportes, un tema largamente comentado en foros y webs especializadas y que por mi parte no tiene más relevancia que la de aceptar que van a ser sus colores por un buen puñado de años. Vemos estas dos nuevas tonalidades durante todo el recorrido, incluidos los final brakes:
Y cómo no, también podemos ver el extraño contraste que ofrece la coaster de más de 17 años de vida con la majestuosa novedad de este año, la enigmática
Shambhala:
Lamentablemente encontramos el primer punto negativo en
Fumanchú, la gran olvidada de la temporada y esa ride a la que parece que el parque quiere aplicar una fina pátina de amnesia colectiva haciéndonos creer que nunca estuvo ahí, cuando todos y todas recordamos que siempre
lo estuvo. Unos metros más allá de su emplazamiento original encontramos el acceso a la nueva área del parque (un apéndice de
China que parece que no pretende ser más que eso) y unas extrañas marcas en el suelo que indican que algo se hizo, se hace o se hará, a saber...:
Ni rastro de la entrañable ride, así como del lugar en el que presumiblemente debía estar recolocada nada más empezar la temporada. ¿Podremos marcar ya una cruz en la lista de rides eliminadas injustamente? El tiempo lo dirá, pero 2012 no parece que vaya a ser el año de vuelta de
Fumanchú y sus animadas sillas voladoras.
Vamos a conducir coches ¿en China?
Algunas personas me han preguntado estos últimos meses qué sensación me causaba la otra "gran" novedad de
PortAventura para esta temporada, la que finalmente se llamará
'Escuela de conducción Cars&Kids'. Pues bien, no iré mal encaminado si os digo que para mi es una especie de melón con jamón.
Si habéis probado alguna vez esta deliciosa y refrescante mezcla veraniega, sabréis que el sabor que deriva de ella es dulce y salado a la vez, agridulce si me apuráis, extraño sin duda. Pues así es esta nueva ride, un añadido extraño que aunque no pega absolutamente nada con la temática del área se ha querido enfocar de tal manera que, finalmente, debemos rendirnos a su concordancia con el resto de elementos temáticos que la rodean.
El primer concepto que tenemos que tener claro es que
Campament Mongol ha desaparecido por completo. Ya no podremos entrar en aquella tranquila y apartada plaza circular donde multitud de puestos de juegos y come-monedas nos esperaban. Ya no podremos empaparnos con las guerras de globos que allí se encontraban ni tratar de ganar un peluche en alguna de sus entretenidas atracciones. Ahora deberemos llevar niños y pagar (por este orden) si queremos realmente disfrutar de este emplazamiento.
Es una ride infantil restringida a niños, así que por mucho que queramos, no podremos riddearla (y esto ya, hoy en día, es un punto negativo de cara a la inversión de los 44 euros de entrada, recordemos que
Fumanchú ya no está...). Pero además si tenemos niños que quieran montar, deberemos pagar por ello 2€ por cada niño.
Obviamente, la actitud que siempre ha existido en este parque en cuanto a vaciar por completo los bolsillos de la clientela sigue existiendo y se nos ofrece la posibilidad de obtener un ¿bonito? recuerdo del paso del niño por la ride en base a un carnet de cartón enfundado en una especie de colgante/llavero que permita que la criatura lo pasee y luzca por todo el recinto cual alma alegre, previo pago de 7€ más añadidos a los 2 que ya habíamos pagado.
Una vez pagado, el niño accederá a unos simpáticos y coloridos coches inspirados en la linea de diseño de
Peugeot y que, mediante un sencillo sistema parecido al de los coches de choque de toda la vida, podrá desplazarse por un pequeño entramado de carriles, carreteras y cruces distribuidos por la práctica totalidad del terreno. Esparcidas por el mismo encontraremos curiosas estatuas de osos panda cartoonizados, árboles de corte oriental y algún que otro elemento urbanístico como piedras o un enorme y arqueado puente rojo.
Desconozco el sistema de carga y descarga, pero me imagino que el ride-op lleva un control del tiempo de cada uno de los coches para evitar la acumulación y la espera que, probablemente, producirá esta novedad.
El acceso a la ride se hará a través de lo que era la antigua tienda de fotografía
Sony, que ha sido totalmente reconvertida en una especie de edificio neutro en forma de porche con un impersonal laberinto de colas:
(FOTO 13)
Tal como las veis, son las colas de
Escuela de conducción Kids&Cars, o por lo menos es lo que yo me encontré en el día de mi visita hace poco más de una semana atrás. Como podemos apreciar, todo intento de tematización, ambientación o decoración ha sido totalmente suprimido para dejar paso a una habitación cubierta de pantallas de croma verde, un rápido trabajo de forjado en forma de barandillas de rojo chillón y la triste compañía de un pequeño monitor que probablemente intentará amenizar a la multitud (no olvidemos que la mayoría serán niños) ansiosa por acceder a la nueva ride.
Yo sólo puedo pensar que en esas paredes faltaba por escribir en letras grandes "firmar aquí" y abajo, a modo de añadido mediante un discreto un asterisco, que recalcara el hecho de que los padres no sólo van a pagar la misma entrada de siempre por sus retoños, sino que ahora deberán añadir un mínimo de 2€ por infantil cabeza a la misma. No creo que desentone mucho con esta especie de colorido zulo que han montado en el lugar.
Dejemos la última fotografía sacada en
China para un redoble de tambores digno del guionista más enfermizo:
Magistral. La retirada de juegos y tenderetes de ocio en
Campament Mongol ha sido inminente, no queda ni rastro y ya no podremos jugar a absolutamente nada más que a ver niños conduciendo coches en miniatura, pero el parque tiene el detalle de implantar no una sino DOS máquinas para cambiar monedas de euro por tokens del parque.
Abajo reza
"Cambia tus monedas y ven a jugar, ¡Por sólo 2€ tendrás premio seguro!". La posición del cartel está dirigida claramente a los niños (para leer la letra pequeña deberemos imitar la altura de una especie de hobbit) pero la ranura para cambiar dinero está en la zona superior, accesible al abultado bolsillo del cliente adulto. Magistral.
Sólo echo en falta una tercera máquina consistente en un cajero para extraer billetes al momento. O mejor todavía, directamente una sucursal bancaria para que los padres firmen hipoteca y así lograr que sus hijos sonrían más que el del resto de los mortales allí presentes. Magistral.
El apunte final
Me reservo este último par de párrafos para poder decir que en la primera visita de este año al parque me he encontrado exactamente lo mismo que otros años atrás (y no estoy hablando de la época
InvestIndustrial, sino de la época
Criteria/Caixa). Zonas del parque totalmente olvidadas y dejadas al paso del tiempo, grandes extensiones de jardines descuidadas o desprotegidas, rides cerradas sin explicación alguna.
La única novedad remarcable, siempre obviando la presencia de la enorme estructura de la hyper, es una ride infantil donde no podremos riddear a no ser que seamos niños y donde, en el caso de ir con niños, tendremos que abonar más dinero todavía aparte del que ya nos hemos dejado en la entrada inicial.
El resto son parcheados, algunos necesarios, otros no tanto, pero la mayoría escasos y con muchísimo retraso respecto a su solicitud. Pero los errores auténticos, los que año tras año el parque arrastra, siguen estando ahí, como tristes fantasmas que no quieren ser arrastrados por el olvido: operativas lentas, multitud de rides cerradas, inexistencia de rides adecuadas para los días de meteorología adversa y falta de mantenimiento en la mayoría de colas y accesos del parque.
Y si sois amantes de las coasters, hace 2 semanas
PortAventura no era precisamente el paraiso:
Dragon Khan cerrado (pero totalmente operativo, como pudimos comprobar al ver los monitores y la cabina abierta y accesible a cal y canto),
Furius Baco con intermitentes parones,
Stampida con intermitentes y eternos parones sin explicación alguna y
El Diablo cerrada por completo, sin explicación alguna y con operario en las puertas impidiendo el paso de la clientela.
Con semejante panorama hubo momentos del día en los que sólo podríamos haber riddeado kiddies:
Tami-Tami y
Tomahawk. ¿Es realmente esto lo que merece un parque que pretende ser de primera categoría en el continente?, ¿debemos depender totalmente del programa de shows para ver o experimentar realmente las novedades de la temporada?, ¿no se supone que
PortAventura debería sorprenderme año tras año en vez de recordarme cada vez más a un gran parque de atracciones tematizado con ansias de vaciar mi billetero?
*****
Con esta última batería de preguntas que dejo en el aire en forma de reflexión colectiva (cada cual que otorgue la respuesta que prefiera) cierro la entrada de hoy no sin antes recordaros que queda por delante una segunda y tercera parte donde analizaremos el aspecto que ofrece
Shambhala vista desde el interior del parque (con un repaso a los puntos más destacados y vistosos de la misma respecto al skyline original) y donde veremos uno por uno los nuevos shows que ofrece
PortAventura en esta recién empezada temporada 2012.
Para todos aquellos y aquellas que queráis saber más sobre
Shambhala y que veis que desde febrero escasea el contenido de la misma en
Bloggercoaster, sed pacientes. No he querido saturar la ya repletísima oferta de fotografías y videos que se ofrece a día de hoy en la red, no he querido sumarme a esa especie de fiebre analítica que de pronto se ha adueñado de todas las webs y prefiero guardar un análisis más completo de cara a la inauguración de esta gran novedad.
Habrá que esperar para ello como mínimo un mes más... tras el cual la gran mayoría de parques habrán presentado ya sus respectivos arsenales.
Ha pasado algo más de un año desde que Barrio Sésamo, su colorido, sus personajes y su fantasía aterrizaron en la Costa Daurada en forma de una pequeña pero resultona área infantil situada en el parque temático de PortAventura. La cobertura que por entonces hice se basó en un análisis detallado de la novedad y, por separado, un análisis detallado de las demás novedades del flamante parque catalán.
Hay un elemento único en todos los viajes y escapadas a parques que se repite una y otra vez y que siempre, o en la mayoría de casos, se convierte en mítico o recordable con el paso de los años: la primera coaster o ride que se monta.
Después de unos merecidos días de descanso y tras toda la vorágine de la visita a Europa Park me dispongo a relataros esta segunda parte donde, más que fijarme en el aspecto estético y temático de esta enorme coaster, voy a centrarme más en el aspecto técnico y en las sensaciones de su recorrido, para que podamos tener un análisis completo de la misma.
