Pero hay parques que juegan en una liga mucho más intensa y aplican novedades de alto calibre en su recinto de manera extremadamente regular y cada uno o dos años. Son parques que juegan con fuego y tienen la característica de quemarse muy poco.
Hoy, en Bloggercoaster, analizo la coaster con la que Gröna Lund consiguió apaciguar las ansias de novedades de sus seguidores y logró el unánime aplauso de todo el mundo, contando con la magnificencia de la norteamericana Gravity Group. Hoy toca fijarnos en la híbrida de madera y acero Twister.
El más difícil todavía
Estas últimas semanas hemos podido ver mediante una, dos y hasta tres entradas la complejidad de un parque de atracciones como es Gröna Lund, uno de los más pequeños del mundo en cuanto a extensión, pero uno de los más soñados y visitados por gran parte de los entusiastas de todos los continentes.
¿El motivo? Gröna Lund es un parque que combina a la perfección la tipología y equilibrio de sus rides, mima al detalle el tipo de visitantes que recibe y pone especial atención en lo que solicitan o piden sus más enfermizos seguidores. No siempre acierta en este tipo de ejercicios, pero lo cierto es que conforme pasan los años es un parque que demuestra que oye todas las propuestas e intenta invertir al máximo para hacerlas realidad.
Un pequeño esquema donde se observa el layout de Twister, con las G's negativas y positivas marcadas
¿Sus fanáticos piden inversiones? invierte en inversiones, ¿sus fanáticos piden vistas? invierte en una free-fall o una ride de altura, ¿sus fanáticos piden servicios? se remodela un área de servicios o se añaden nuevos edificios para cubrir estas necesidades. Cada una de las solicitudes, hasta el momento, se han cumplido.
Después de sorprender al mundo entero invirtiendo en algo tan arriesgado como Insane y tras el riguroso añadido de una extraña y bastante única kiddie, el parque continuó apostando por el caballo ganador de cualquier parque y decidió tirar la casa por la ventana: Gröna Lund necesitaba un nuevo credit que volviera a poner el parque en ojos de todos los seguidores de parques.
Cuando todo el mundo hablaba de la posibilidad de compra de terrenos colindantes para poder instalar un buen ejemplar de Bolliger & Mabillard, cuando lo próximo parecía ser algo enorme y gigantesco, se cruzó en el camino de los suecos una empresa norteamericana que también había sorprendido a todo el mundo por sus gigantescos y alucinantes proyectos: Gravity Group.
La estrategia de Gravity Group para el año 2011 fue muy clara desde un principio: invertir en novedades menores o menos espectaculares pero en mayor cantidad. Así fue como pasaron de construir un sólo proyecto al año (con bestias como Voyage, Ravine Flyer II o Fireball) a dar vida a un total de 3 proyectos, entre los cuales se encuentra la analizada de hoy.
El layout de Twister visto desde una de las free-falls del parque.
Gröna Lund propuso un reto muy elevado para los norteamericanos: no sólo debían hacer caber un credit en medio de todo aquél amasijo de soportes, rides, pasajes y caminos, sino que debían hacerlo utilizando materiales sólidos, que aguantasen las duras condiciones climáticas de Suecia en invierno y, sobretodo, construir el credit en unos meses repletos de nieve, hielo y temperaturas bajo cero.
Gravity Group recogió el guante y así fue como, tras más de seis duros meses de trabajo, logró alzar los 15 metros de altura de una woodie híbrida absolutamente exquisita e increíblemente larga. Toda una inversión de tan sólo 6,5 millones de euros.
Se enrosca, se enrosca y se vuelve a enroscar...
El layout de Twister probablemente sea de los más difíciles de leer si no veis primero el riguroso video onride que siempre acompaña a mis análisis. Cuando veáis el video veréis que cada metro de distancia aquí es un efecto distinto, por eso cada tramo que analice irá acompañado del minuto y segundo exacto donde sucede, para que no os perdáis ningún detalle (os recomiendo ver todo el video, pero si queréis seguir el point-of-view completo a partir del minuto 3:08 lo encontraréis):
Como es de imaginar el acceso, las colas y la estación de Twister es algo así como un homenaje, en miniatura, a lo que vendrían a ser las woodies americanas. Paso por debajo de varios tramos de vía, colas con el layout rodeando por completo el lugar, escaleras y una diminuta estación para un sólo tren. Todo esto embutido en un espacio de no más de 10x20 metros, lo cual es un logro ya para cualquier credit que se precie.
La entrada pretende imitar el estilo de los años 20 de parques tipo Luna Park o similares
(3:06) La salida de estación la hacemos tras una pequeña bajadita que nos permitirá enganchar directamente con el lift, girando ligeramente unos 20º a la izquierda. El lift nos elevará rápidamente hasta la cúspide de esos 15 metros.
El lift nos llevará hasta poco más de 15 metros de altura
(3:27) Giro muy cerrado (tan realmente cerrado que parece que podamos tocar a los de las primeras filas si vamos en la última) y un acceso rápido al drop, que en esta ocasión no podemos tildar de enorme, pero sí de bastante resultón con cierta curvatura en todo momento:
Uno de los puntos con más G's negativas es este tramo hecho en el último asiento del tren.
(3:33) Adquirimos aquí la máxima velocidad que, como veréis más adelante, no es precisamente un logro pero sí es algo a tener en cuenta, sabiendo que más tarde con esa velocidad atravesaremos no menos de 15 o 20 puntos de choque extremadamente cercanos.
El impresionante drop lo podemos observar desde fuera o (como en este caso) desde la zona de colas.
(3:36) Tras el first drop no podía faltar el camelback, probablemente el único de toda la coaster o por lo menos con recepción y salida alineadas en una recta perfecta ya que el resto del layout podemos olvidarnos de la rectitud y acostumbrarnos a los peraltes extremos y las curvas puras y duras. Tiempo aquí de airtime, quizás no floating ya que se nos ofrecen unas G's negativas bastante elevadas, pero sí bastante conducido por el perfil del camel. No nos sentiremos despegar de repente, pero tampoco será un suave vuelo en el aire, será algo así como un gran salto en una colchoneta de feria:
El floating airtime más grande lo tendremos justo aquí, en el primer camelback.
(3:38) Entramos en la curva peraltada más elevada de todo el layout, el tercer punto más alto en el cual debemos estar a no más de 10 metros de altura respecto al suelo, la curva se estira mucho a partir de la mitad, ofreciendo una pequeña bajada de velocidad (la rección extraña bastante, porque estamos acostumbrados siempre a que en este punto las woodies aceleren y no frenen).
Tras el primer camelback rodearemos la curva de Jetline con la primera curva peraltada del recorrido
(3:42) Adquirimos inusitadamente un poco de velocidad en una pequeña bajada que nos conducirá de lleno a un diminuto camelback de no más de 2 metros de altura por el que, aunque parezca increíble, sentiremos de nuevo la sensación del saltirón airtime. Milésimas de segundo, pero lo hay.
(3:44) Nos zambullimos de lleno en la segunda curva tras el drop, algo más corta y cerrada que la primera y en dirección a la izquierda como en su predecesora, aquí hay ya menos peralte que en la anterior y las fuerzas G laterales se sienten con bastante más intensidad.Atravesamos en este punto un elemento que se ha puesto de moda en los últimos años que no viene a ser más que un twisty, que es donde cambiamos rápidamente de un tipo de peralte (hacia la izquierda) a su totalmente opuesto, hacia la derecha.
Los cruces de vías, curvas y tramos con peralte son constantes, pasando a muy poca distancia entre ellos.
(3:48) Amplia curva a la derecha, con un peralte moderado y barriendo por completo la parte más baja de la estructura, nos elevamos cruzando en diagonal hasta un punto bastante alto con otro de esos pequeños engaños de este tipo de woodies: no hay airtime en esta ocasión ya que encaramos una pequeña recta que deriva en una suave curva, sin apenas peralte, hacia la izquierda.
(3:53) Caída estrepitosa donde volvemos a adquirir una porción bastante grande de velocidad, pasamos justo por debajo de la vía de Jetline que en este tramo se convierte en un peligroso punto de choque, vemos realmente el headchopper (la viga que sujeta la estructura y la separa de nuestras cabezas) muy cerca de nosotros.
(3:56) Curva cerrada a la izquierda, subimos una pequeña colina y después una segunda, esta vez conseguimos una altura bastante apreciable y esto se nota con una frenada de la velocidad más que considerable. En este punto Gravity Group vuelve a jugar con nosotros y nos hace pensar que el tren va a detenerse. Os juro que lo pensé en todas las ocasiones que la riddeé, el tren aquí debe pasar a no más de 10 km/h, atravesando una lenta pero cerrada curva a la izquierda.
Las vistas que tendremos desde el acceso a la estación son exactamente estas, rodeados de vías.
(4:01) Volvemos a repetir la fórmula de drop considerable tras la curva y esta vez nos adentramos en una pequeña recta que nos coloca de nuevo en un peralte extremo hacia la izquierda, las fuerzas G positivas aquí nos harán permanecer enganchados al tren. Encarrilamos aquí una gran hélice completando casi el rosco entero de 360º, pasamos sobre el track, nos adentramos en un bosque de soportes en lo que parece ser parte de otra hélice (podríamos estar hablando de un 8 casi perfecto) y de repente el tren nos conduce al mejor punto de Twister...
Un par de tramos cruzan la zona de colas, a la izquierda y en azul, la estación de carga y descarga.
(4:11) El GRAN airtime. El mejor de todo el layout, el más potente, el más inesperado y el que más sensación de choque provee. Os quedaréis sin respiración en esta pequeña colina de no más de 2 metros de altura pero que está tan genialmente calculada como para ofrecer un punto de máxima ingravidez que os hará creer que salís disparados o disparadas. Por desgracia, este punto dura apenas décimas de segundo y nos encara ya hacia una cerradísima curva hacia la izquierda.
(4:15) Entramos de lleno en la cortísima recta de brakes finales donde el tren es frenado por completo (pensad que el otro tren está todavía en estación, esperando a nuestra llegada).
La cerrada curva que comunica los final brakes con la estación. El edificio de atrás es el transfer.
Tras salir de recta de brakes pasamos por una cerradísima curva (el tren gira más de 150º con una circunferencia de apenas 5 metros de diámetro) y hacemos recepción de nuevo en la estación, donde abandonamos los trenes y se nos conduce, escaleras mediante, al edificio de salida (donde podemos adquirir nuestros photo-rides o merchandise relacionado con el parque o la coaster en sí).
Algunos datos de interés...
- Nombre: Twister
- Parque: Gröna Lund (Suecia)
- Fabricante: Gravitykraft Corporation
- Tipo: woodie sit-down
- Edad: 1 año
- Recolocada: no.
- Color: soportes blancos, vías sin pintar (madera), footers de cemento visto, catwalks rojos.
- Altura máxima: 15 m.
- Recorrido: 480 m.
- Velocidad máxima: 60 km/h
- Trenes: 2 trenes Timberliner con 6 filas por tren y 2 asientos por fila con lapbar delantero/lateral y cinturón.
- Theming: coasters de los años 20.
Twister entra en el club de los credits con señales de estadísticas. YAY!
Máxima locura en menos de 1 minuto
Twister es una locura. La catalogaría justo en el mismo lugar de otras compañeras locas como Troy, Maverick o iSpeed y curiosamente estaría rodeada de coasters que la doblan en cuanto a altura o velocidad, pero se ganaría totalmente la categoría como para estar en ese grupo.
A la salida de la coaster nos encontraremos un bonito punto para fotografía artística...
Sí que se es consciente de su salida de estación y de su lift, pero a partir de la curva que viene antes del drop, olvida absolutamente todo lo que tenías pensado sobre las woodies porque Gravity Group se ha encargado de meter todas las normas en un saco y martillearlo hasta hacer todo pedacitos casi invisibles. Ha convertido las sólidas normas de las woodies en un polvo de fantasía sin igual repleto de fuerzas G totalmente disparadas, como si alrededor nuestro volara un enjambre de abejas enfurecidas.
La estación. Es esto que ves aquí, no hay más espacio...
No hay lugar para la recepción de curvas, en ningún momento tu cuerpo se inclina para entrar mejor en éste o aquél elemento, sino que vamos encajando como podemos cada golpe, cada entrada, cada salida, cada airtime. Es una paliza constante durante 40 o 50 segundos que se antojan interminables y, por suerte, se agradecen.
Una endiablada maquinita de generar airtimes, giros y movimientos insospechados que rompe por completo con cualquier idea que lleves sobre una woodie hasta el momento.
Pero...
Y es que todo tiene un pero. Y en este caso son los trenes Timberliner. No los había probado hasta el momento y tenía muchísima curiosidad en cómo sería su sistema, en si la comodidad sería primordial y sobretodo, algo que creo que es básico en una coaster: la libertad de movimiento.
Señoras y señores, con ustedes... ¡los Timberliners!
Pues olvidad la comodidad y olvidad la libertad de movimiento. Se anulan por completo. Para empezar se "encaja" en ese molde de respaldos y zonas acolchadas que es el asiento. Trasero acolchado, lumbares acolchadas, espalda acolchada, costillas acolchadas... es decir hay tantísima protección que ya sólo hay un elemento que te pueda anular más el movimiento y en ese punto Gravity Group ha tenido la "genial" idea de añadir el elemento clave: el gancho a modo lapbar.
Un enorme gancho (acolchado, cómo no) que sujeta por completo desde la parte más baja de la zona abdominal, cubriendo por completo tu caja torácica y llegando a la parte baja del pecho. Es decir, te aprieta por completo, haciéndote parecer una especie de pieza de enfermizo puzzle.
Quizás de cara al viajero no, pero de cara a la tecnología, la estructura de estos trenes es perfecta.
A partir de ahí poder mover las piernas o los brazos, poder levantarlos o incluso poder disfrutar uno de los múltiples airtimes se convierte en un suplicio. Te tienes que ver obligado a continuar todo el recorrido encajado. Disfrutando de la comodidad acolchada de tu asiento (eso es cierto, es como un comodísimo sofá) pero sin apenas poder hacer más que pestañear y gritar. Levantar los brazos es un suplicio y a mitad de recorrido prefieres mantenerlos bajos para disfrutar más cómodamente de todo.
El paso de uno de los trenes por un tramo cruzado, con la curva pre-drop de fondo.
Dicho sea de paso, la chapa curvada que hace las veces de lapbar, al estar en contacto con sólo un lateral de tu cuerpo (a no ser que seas muy delgado) hace que cada vez que te adentres en una curva que va justo en contra del eje de la chapa sentirás una leve presión en el costillar. No será el tren el que te presione, sino tu cuerpo contra la chapa acolchada. Tras un par de ciclos, creedme que se nota y deja marca.
Entiendo totalmente, eso sí, el uso de este tipo de trenes para esta coaster en concreto. Es comprensible que en un credit donde claramente hay puntos donde tus manos llegan a tocar la estructura (comprobado nada más salir de la estación) se opere con unos trenes que no permitan estirar demasiado los brazos. Pero Twister no es el único credit donde Gravity Group ha colocado sus trenes Timberliner y ruedan por ahí proyectos mucho mayores con estos mismos trenes.
Miedo me da la repercusión que ello tenga a la hora de sentir las emociones y giros al máximo...
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Y hasta aquí el análisis de Twister, la woodie híbrida de Gröna Lund. Todo un reto para la lógica y la ingeniería de las coasters hoy en día. Estamos demasiado acostumbrados a la lucha encarnizada del "más alto, más rápido, más largo" y nos olvidamos por completo de lo que realmente importa: la transmisión de emoción pura al viajero.
Gravity Group puso en marcha una pequeña campaña de publicidad en todos los parques del mundo, especialmente los que disponían de poco espacio para expansiones, llamándoles y desafiándoles a conseguir una joya como Twister por un precio absolutamente nada exajerado.
¿Lo han conseguido? Por lo visto no todavía (la poca estabilidad económica arrecia), pero estoy seguro de que pronto picarán la puerta de Gravity varios parques, esperando poder adquirir un juguete semejante a este porque sí, muchos parques merecen tener una Twister en su catálogo de credits.
Como siempre, ¡brillante entrada! La verdad es que no es fácil encontrar reviews de Twister, y menos aún tan detalladas.
ResponderEliminarMemorable el párrafo de apertura de la entrada: "Hay comunidades de fanáticos de ciertos parques a los cuales es relativamente fácil acontentar. Añadir cada dos o tres años una espectacular ride o coaster e hinchar las temporadas "vacías" con atractivas ofertas de espectáculos o novedades menores." (y a buen entendedor, pocas palabras bastan xDDD)
Por norma general no me cuesta memorizar layouts a través de POV y tal, pero con Twister esto se antoja casi imposible. De hecho, mirando el onride he caído en el engaño de la zona de frenado final... y de repente me he comido todo el drop ese endiablado y he pensado "pues imagínate la cara que se te debe de quedar estando montado".
Por lo que respecta a los Timberliners, tengo entendido que precisamente el hecho de que Gravity Group haya desarrollado estos trenes permite coasters con el recorrido ultraenroscado de Twister. La diferencia con trenes convencionales radica en el eje de ruedas del tren, que es independiente del que le va paralelo, permitiendo giros mucho más cerrados que, pongamos, cualquier otro tren de la clásica Philadelphia Tobbogan Company (PTC para los amigos xD). El tema del bulto en las protecciones de los Timberliner no creo que tenga que ver tanto con la naturaleza de la atracción (entrecruzada con tantas otras estructuras) si no con el diseño original del tren.
Por cierto, The Voyage, por tercera temporada consecutiva, sigue esperando sus malditos Timberliners... ¿Qué va a ser antes; la conclusión de Flying Turns en Knoebel's o la implementación de los Timberliner en The Voyage? Ahí lo dejo... xD
¡Felicidades por la entrada, una vez más!
Uau! pues me han dado ganas de montarme jaja
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