Ayer empecé un viaje en el que estáis todos y todas invitadas. Se trata de una ruta guiada a través de algunos de los rincones de Miniatur Wunderland, el museo con la maqueta ferroviaria a escala más grande del mundo, con centenares de metros cuadrados de tamaño. Por si os encontráis un poco perdidos, aquí os dejo el enlace de esa primera parte, donde también os analicé el primer gran país que encontramos reproducido a escala en él, que es Suiza:
Bien pues, hoy proseguimos con nuestra ruta particular, a través de todo un reto para la tecnología de las maquetas y el modelismo. Todos conocemos la afición de muchas personas por los aviones en miniatura y la afición de muchas otras por las maquetas de trenes... pero ¿y si juntamos ambas aficiones en una sola?
Hoy, en Bloggercoaster, hacemos un rápido recorrido por el Knuffingen Airport de Miniatur Wunderland, la última novedad inaugurada el pasado 2011 con más de 150m2 de reproducción a fiel escala de aviones, hangares, terminales y pueblos colindantes a un aeropuerto totalmente ficticio.
KNUFFINGEN AIRPORT
La perfección tiene alas
El reto para la dirección de Miniatur Wunderland ha sido largo, laborioso y complicado. Knuffingen Airport ha sido la última gran sección de la macro-maqueta inaugurada y a la vez ha sido la más complicada de elaborar desde que el museo empezó su andadura allá por el año 2000.
Para que os hagáis una idea de la magnitud del proyecto, la planificación empezó en 2005 (6 años antes de su finalización) y no fue hasta 2008 cuando se empezó a actuar sobre el terreno. La construcción de Knuffingen Airport implicaba unir físicamente la sección de Suiza con las que se situaban en el segundo piso del museo.
Otro de los grandes retos era conseguir que, pese a no existir en la realidad, Knuffingen Aiport pudiera pasar como cualquier otro aeropuerto que conozcamos en la realidad. Debía tener un aspecto tan realista que incluso para ello el museo emprendió una campaña (iniciada con la construcción de la sección de Knuffingen city, en el mismo museo) mediante la cual promocionaba el turismo a la ciudad de Knuffingen, una ciudad por otra parte totalmente ficticia. Para ello lanzaron una web ficticia actualizando a diario el estado en el que se encontraba la construcción del "nuevo aeropuerto" de la ciudad.
La inspiración para el montaje de esta gran sección vino directamente del aeropuerto de Hamburg, donde los hermanos Braun junto al equipo de diseñadores, técnicos, ingenieros y escultores del museo se trasladaron en multitud de ocasiones para conocer absolutamente todos los detalles del lugar: señalización, tipología de aviones, estructuras, accesos, terreno, etc.
Lo más curioso es que durante los últimos 2 años de construcción de la maqueta, Gerrit Braun (conocido por ser la cabeza visible del proyecto mediante su canal de Youtube) realizó un diario de construcción mediante videoblog con un par de actualizaciones mensuales, donde explicaba absolutamente todo el proceso de creación, montaje y finalización del proyecto.
El reto más importante, sin embargo, fue el de hacer realidad una ilusión hasta ese momento impensable: volar. Si Miniatur Wunderland había conseguido extender una red de centenares de kilómetros de ferrocarril en miniatura y de una manera prodigiosa había logrado que los coches circularan mediante circuitos extendidos por varias secciones del museo, su reto inmediato fue que en el aeropuerto de Knuffingen los aviones despegaran, aterrizasen y pudieran desplazarse con total libertad por las pistas.
Y lo lograron.
Intentaré ser breve, pero sí, por increíble que parezca los aviones llegan volando, aterrizan y se desplazan al puente correspondiente donde les espera el brazo repleto de pasajeros para embarcar o pisar suelo firme. El sistema se basa en una guía instalada en la pista de despegue y aterrizaje que va de lado a lado de la sala, esa guía siempre alterna un despegue con un aterrizaje, así pasa de lado a lado y se nota menos "el truco".
En esa guía hay una pequeñísima barra de metal que varía de altitud (o dos, dependiendo del tamaño del avión), esa barra sujeta mediante un sistema de electroimanes la "panza" del avión y lo eleva algo más de un metro para hacerlo salir rápidamente por una ventana lateral. El avión desciende poco a poco recorriendo parte de la pista y acercándose cada vez más al aterrizaje. Cuando toma tierra, la barra lo traslada a un receptor de señal de imanes, donde el avión se separa de la barra y sigue su curso por la intrincada red de circuitos de la pista secundaria, hasta llegar a su lugar de desembarque.
Echad un vistazo a este video y entenderéis todo mucho mejor:
Como podéis comprobar, es la única y probable manera de poder crear la ilusión del aterrizaje y despegue de este tipo de vehículos.
Detalles únicos de Miniatur Wunderland en Knuffingen Airport
Si ya en Suiza vimos que la cantidad de detalles añadidos a la maqueta llegaba a un altísimo nivel, en Knuffingen Airport la cantidad es tal que yo diría que es hasta imposible poder ver absolutamente todos uno por uno.
Es tal la cantidad de edificios y estructuras que son apenas invisibles para el visitante, que estoy seguro de que muchísimos de ellos quedan olvidados y valdría la pena estar días y días observando al detalle para poder percibirlos. Pero yo, como ya es costumbre he intentado hacer una recopilación de los más significativos que pude encontrar en mi visita, o por lo menos los que pude captar con mi cámara fotográfica.
¡Empezamos! En el paso que hay entre Suiza y el Knuffingen Airport encontramos una caverna donde se nos detallan algunos procesos geológicos, mineros o de excavaciones de la humanidad. En esa caverna como vimos ayer podemos encontrar incluso pequeñas cuevas misteriosas repletas de personajes mágicos o, como en este caso, una sección de preciosas cuevas repletas de estalactitas y estalacmitas con buceadores, geólogos o simples aventureros en busca de la magnitud de este tipo de fenómenos:
Entrando ya en la plena estructura del aeropuerto, como no podía ser de otra manera encontramos un sinfín de coches de particulares pero también podemos localizar, en un rincón, el famoso aparcamiento para taxis, sin los cuales la ida o vuelta del aeropuerto en ocasiones resultaría imposible:
Si aplicamos un poco más el zoom es cuando en Miniatur Wunderland empezamos a encontrar bonitos y curiosos detalles e historias. Como esta, donde podemos ver un adinerado anciano a punto de entrar en su lujoso deportivo y acompañado de una jovencita chica rubia de buen ver. ¿Quién dijo que el dinero no da la felicidad?
En el exterior de la terminal podemos encontrar varios "tambores" de cemento que reproducen el aparcamiento exterior que se encuentra en el mismo aeropuerto de Hamburg. En la reproducción TODO el tambor está repleto de coches, como en la realidad. Incluso mirar a través de cada piso se convierte en un ejercicio para buscar anécdotas, coches únicos o pequeñas historias en miniatura:
Como ésta, donde un grupo de individuos punk trata de entrometerse con una pareja en la que, por lo visto, el chico perteneció a la banda tiempo atrás. Ahora, con el tiempo ya pasado, tiene mujer y si os fijáis bien, en la parte trasera del coche azul, hay una cigüeña con un bebé, por lo que también espera hijo. Este es un detalle que prolifera bastante en todo el museo, el de cigüeñas que representan embarazos o futuros hijos:
Los mismos chicos de Miniatur Wunderland se han auto-parodiado con esta pequeñísima miniatura que representa una tienda de campaña con una cámara fotográfica y una mesa para apuntar. Por lo visto durante sus inspecciones a los aeropuertos para tomar nota de cada característica montaron noches de vigilancia para tener en cuenta cómo vive el día a día un aeropuerto, incluso en horas nocturnas:
Otra de esas pequeñas historias en las que te fijas y te es imposible, por lo menos, sacar una instantánea. El típico reencuentro en el aeropuerto. Tan poco es necesario y tanto se expresa:
No sólo en la superfície del aeropuerto de Knuffingen es donde hay actividad. En el subsuelo podemos encontrar las estaciones de ferrocarriles que comunican el aeropuerto directamente con la ciudad. Totalmente funcionales, con pantallas LED, escaleras mecánicas, tiendas, etc.:
Alguien ha facturado o tendrá que facturar muchas maletas... bueno eso si antes puede aparcar el coche en el parking subterráneo...
Detallazo el cuál sólo veréis si os acercáis mucho a la maqueta. Alrededor del aeropuerto hay multitud de hoteles baratos, los clásicos que en alguna ocasión se adquieren durante una corta noche para poder echar un sueño intranquilo (con el rumor de tanto avión) o, como en el caso de esta pareja de recién casados, dar rienda suelta a su primera noche de bodas:
No puede faltar tampoco el típico jeque árabe y toda su comitiva de maletas, mayordomos y... ¿leones? Lo mejor de todo es que tiene aparcado un lujoso coche junto a un Smart, por si hay duda en el contraste:
A alguien no le caben las maletas en el frontal de su Volkswagen...
Si todo el mundo tiene cabida en el aeropuerto de Knuffingen, ¿porqué no deberían tenerlo José y María con el burro incluído?
Carreras de carritos de transporte de maletas a través de uno de los accesos en espiral al parking subterráneo. Genial idea para cuando tengáis una o dos horas de escala entre viaje y viaje...
He de confesar que esta mini-historia la acabé viendo de refilón y es sencillamente genial. Un conductor (muy listo él) se quiere ir de rositas sin pagar el importe al que asciende la gasolina que ha adquirido para su coche. La conclusión es la que véis, se pasó de listo:
Cualquier aeropuerto que se precie tiene un policía hablándole a un simio:
Aquí una historia mitad curiosa mitad triste. Un infarto repentino después de una ingesta (quizás numerosa) de perritos calientes en un puesto ambulante:
Pequeñísimas historias que te puedes encontrar en cualquier rincon. Como esta fraternal reunión de veteranos en los sótanos del edificio de aduanas, con una buena conversación y unas cervezas se pasan mejor los momentos en esas enormes salas repletas de cajas:
El aeropuerto de Knuffingen en Miniatur Wunderland tiene un tráfico de aviones muy similar al que puede tener a diario cualquier aeropuerto. Como muestra de ello, justo ante la misma maqueta se reparten un par de monitores indicativos de los aterrizajes y despegues, programados minuciosamente y controlados por un operario en uno de los extremos de la maqueta. No se pierde aquí detalle alguno:
Una pareja de ancianos pasea por la zona residencial alrededor del aeropuerto, encontrando un pobrecito perro abandonado a su suerte con un cartel. ¿Lo adoptaríais?
Vimos una boda ya en Suiza en la entrada de ayer y ya os comenté que no era la única en todo el museo. Aquí tenemos otra, con una celebración mucho más new age pero una boda al fin y al cabo. Y fijáos en el otro detalle que también os he comentado unas fotos más arriba: la cigüeña llega al tejado con un fajo en su pico, pronto un bebé visitará las paredes de esta casa:
Un atraco violento acaba siendo frustrado gracias a la labor de la efectiva policía y su ¿inquietante? cerdo-policía:
Ningún lugar es malo para pasar una jornada en el campo, quizás leyendo, quizás paseando o, como en el caso de esta señorita, recogiendo setas entre la vegetación:
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Pues bien, hasta aquí llega la entrada de hoy sobre el área del aeropuerto de Knuffingen en Miniatur Wunderland. Como habéis podido ver, la cantidad de detalles, paisajes y reproducciones de edificios es casi eterna, pero con esfuerzo y no sin dolores de cabeza he podido reunir lo más interesante para mostraroslo en forma de entrada.
No olvidéis que si estáis interesados en muchas más fotografías con más detalles por ver os invito a que os paséis por la Galería de Facebook, en la página de Bloggercoaster de la red social. Allí podréis encontrar decenas de nuevas instantáneas con más historias y panoramas por ver.
Y como dirían antiguamente en la mítica serie El Príncipe de BelAir: "¡No cambies de canás, mañana MÁS!"
El aeropuerto es quizás mi área favorita del museo... es bastante más compleja que casi todas las otras áreas y es muy muy moderna. En parte es impresionante por el mecanismo de movimiento de los aviones. De "noche" tantas luces diminutas provenientes de tantos sitios deben crear un fantástico mosaico artificial y luminoso...
ResponderEliminarPor otra parte, es admirable la forma en que cuidan el museo y cómo crean pequeñas historias que quizás son lo que realmente hace el museo. Por decirlo así, los pequeños detalles tienen la misma importancia que por ejemplo los efectos, luces y sonidos 'perdidos' en las atracciones más famosas de PortAventura. Es increíble la cantidad de ellos que hay esparcidos por las maquetas, y que curiosamente sean los más sencillos de conseguir...
¡Gran entrada Jivo! Que sepas que pienso comentar en TODAS las entradas referentes a este museo... ¡quién pudiera visitarlo!
Es in-cre-íble! Si hay algo que flipo es con las maquetas. Tan pequeñas y con un trabajo inimaginable detrás. La verdad es que no conocía este museo, pero he de decir que el detallismo (muy bien conseguido, por cierto) me ha impresionado. Gracias por el post! ;)
ResponderEliminarHola, la maqueta es increíble, pero me podrías decir a que escala esta el aeropuerto, pq se que los trenes son a H0 pero no hay aviones a H0 en las tiendas.
ResponderEliminarLeo por ahí que la maqueta del aeropuerto está a escala 1:4000, no se exactamente a qué nomenclatura pertenece. Sí que recuerdo algún vídeo de los maquetistas explicando que los aviones jugaban un poco con diferentes escalas debido entre otras cosas al peso de los aviones y a que tenían que encajar con el sistema de lanzamiento y despegue para caber en la ventanita y en el ascensor que los coloca.
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