Viaje al mundo de Miniatur Wunderland (6)

El viaje llega a su fin. Han sido un par de semanas muy intensas en las cuales desde Bloggercoaster os he ofrecido todos los puntos de vista posibles, los detalles, los rincones más inesperados y las historias más escondidas de este enorme museo de miniaturas llamado Miniatur Wunderland.

Si te has perdido alguna de las entradas o simplemente quieres recordar todo el trabajo de investigación que ha habido tras cada una de ellas, te las recuerdo en lista para que puedas echar un rápido vistazo, el cual te recomiendo:

• Viaje al mundo de Miniatur Wunderland (1) - SUIZA
• Viaje al mundo de Miniatur Wunderland (2) - KNUFFINGEN AIRPORT
• Viaje al mundo de Miniatur Wunderland (3) - AUSTRIA / HARZ / KNUFFINGEN
• Viaje al mundo de Miniatur Wunderland (4) - HAMBURG
• Viaje al mundo de Miniatur Wunderland (5) - AMÉRICA

Dicho esto hoy, en Bloggercoaster, empiezo el último pedazo del pastel, la última zona con la que acabamos el recorrido por uno de los museos más fascinantes existentes en la actualidad. Hoy hablaremos de países del norte donde el mar, la nieve y el agua están presentes al 100%.

ESCANDINAVIA

Entre el blanco, el azul y el verde

 El agua es un elemento largamente temido por todos aquellos aficionados al modelismo y las maquetas, principalmente por ser siempre motivo de humedades, destrucción, desgaste e incluso suciedad. Todo lo que toca el agua suele acabar rompiéndose o pereciendo más rápido de lo normal por el proceso químico de humedad u oxidación.

Pero en Miniatur Wunderland siempre han funcionado a base de retos tecnológicos y esta vez el planteamiento para el área de Escandinavia y los países del norte fue el de jugar con el agua hasta un nivel tan perfeccionado que pudiera parecer un elemento más de los decorados de madera, cartón o metal que ya habían podido ser vistos en las demás áreas como os he mostrado.

Para ello se propusieron recrear una gran extensión acuática donde el agua formaría parte del escenario y permitiría interactuar otro tipo de vehículos mucho más efectistas visualmente que los coches o los conocidos trenes: los barcos. Es por ello que el área entera contiene un enorme depósito tematizado con un total de 30000 litros de agua regenerada automáticamente y tratada químicamente para evitar el desgaste en contacto con la maqueta o con el entorno.

Además de ofrecer un aspecto mucho más realista a todo el gigantesco diorama que recorre esta sala, en algunas zonas de la maqueta el agua también oscila en cuanto a nivel, por lo que podemos contemplar en un periodo de tiempo no muy largo como la marea sube y baja de varias playas, mostrándonos rincones escondidos entre la húmeda arena que, minutos después, quedan totalmente sumergidos e invisibles a ojos del visitante.

Una vez tuvieron controlada el agua pudieron jugar con los distintos países a los que representa este enorme diorama, el más grande en extensión de superfície de todo el museo: 300 metros cuadrados repletos de poblaciones, carreteras, montañas, playas, rios y mares. 

Gran parte de esa extensión está ocupada por esta particular representación de los mares helados del norte por donde circula la auténtica joya de la corona, una flota de hasta 30 barcos de distinta tipología cruzan a diario esta enorme balsa miniaturizada, con rutas establecidas mediante ordenador y un sistema de conducción totalmente automatizado, similar al de los coches en cuanto a complejidad.

Como es lógico, allí donde hablamos del norte y de sus salvajes océanos vale la pena también nombrar la nieve y el hielo, amplios protagonistas de prácticamente la mitad de estos 300 m2. y lugar donde encontramos desde simpáticas escenas nórdicas con Papá Noel como protagonista hasta misteriosos barcos abandonados en el hielo del ártico.

La industrialización es parte importante de esta zona y por ello podemos encontrar desde varias zonas urbanizadas (una de ellas comunicada directamente con el área de Hamburg), enormes puentes colgantes que comunican las zonas más alejadas de la maqueta (como ocurre en el norte de Suecia) o fábricas de acero como podemos encontrar en la parte relacionada a Dinamarca.

Vale la pena indicar también que los efectos añadidos a esta sala para poder imitar la ambientación y climatización de estos países están más que bien elegidos. Por una parte la iluminación en esta zona es básica, mostrando perfectos paisajes finalmente iluminados en las largas noches del Círculo Polar Ártico, jugando con el conocido color azul claro de la nieve e incluso creando iluminaciones originales mediante el bar helado, por ejemplo.

Y por otra parte, para dotar de mayor realismo a la maqueta, se encuentran instalados en varios puntos del techo equipos de aire acondicionado que en constante funcionamiento generan una pequeña brisa fría que otorga el efecto de frescura y pureza en el aire, tan típicos por otra parte de países como Noruega o Dinamarca, representados aquí.

 

Por un momento puedes respirar hondo y, con un poco de imaginación, llegar a oír revolotear las gaviotas y sonar las bocinas de los enormes transatlánticos de carga al fondo en el horizonte.

Detalles únicos de Miniatur Wunderland en Escandinavia

Como ya he comentado antes, este área final conecta directamente, mediante una gran ventana atravesada por el enorme puente de Köhlbrandbrücke, con Hamburg y su numerosa población. El punto de conexión es el Hagenbecks Zoo, donde podemos encontrar una completa colección de animales salvajes que podremos observar al detalle:

 

Algunos elefantes se encargan de saludar a los visitantes del zoo mientras otros se dedican a tomar un baño gracias a los cuidadores:

 

Ya dentro del área de Escandinavia, representando las costas del norte de Holanda y Dinamarca, podemos ver en directo la maniobra de contención de las bravas aguas mediante un enorme dique de agua. Con un mecanismo de botones situado en la base de la barandilla podemos poner en marcha multitud de efectos y pequeñas historias animadas alrededor de esta situación:

 

De nuevo, como hemos podido ver en otras entradas del museo, encontramos una boda. Esta vez se trata de una boda 100% hippie, donde podemos visualizar incluso el símbolo de la paz realizado minuciosamente con flores en una especie de altar improvisado donde se mezclan bailes, cigarrillos de alegría y picnics con productos naturales:

 

Es todo un espectáculo ver el momento en que la marea deja paso a los detalles que están sumergidos en el agua. En este caso podemos ver como el naufragio de una pequeña embarcación ha hecho que salgan a la superfície barriles, toneles y restos de madera. ¿Quizás un tesoro escondido?

 

No hay falta de surrealismo en esta parte del museo y por supuesto podemos encontrar una celebración alocada del deporte más tradicional de Japón, el sumo:

Y justo a pocos metros de la lucha encarnizada entre los dos luchadores de sumo podemos encontrar otra competición, esta vez algo más mecanizada ya que se trata de un festival de motor-show con coches de enormes ruedas saltando sobre chatarra a escasa distancia del expectante público:

 

En algunos (muy pocos realmente) puntos del museo los trenes llegan a pequeñas plataformas ideadas para que, al estar el tren parado, los visitantes puedan depositar en sus vacíos vagones monedas que quieran ofrecer al museo a modo de propinas. Algo así como lo que suele suceder en los parques con los rincones "bonitos". Pude capturar el instante en el que uno de estos trenes pasaba repleto de céntimos:

 

¿Quién dijo que el frío no permite las celebraciones o la fiesta? Aquí tenéis el ejemplo más claro de que podemos encontrar fiestas y discotecas incluso bajo la helada capa de nieve en Escandinavia:

 

Repartidos alrededor de las heladas colinas, podemos encontrar varios edificios iluminados con luces LEDS que dan un aspecto muy acogedor al lugar. En uno de estos rincones iluminados encontramos un Eis-Bar, o lo que es lo mismo, uno de esos pubs construidos íntegramente de hielo donde podemos charlar y escuchar música a varios grados bajo cero:

 

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Y hasta aquí la última entrada referente a Miniatur Wunderland donde hemos podido descubrir varios elementos más que no se resisten a la miniaturización que ofrece este extenso museo: el agua y la nieve. La verdad es que la extensión de Escandinavia es escandalosa, aunque lo bueno es que la cantidad de visitantes que llegan hasta este rincón es bastante más reducida que en las demás áreas por lo que uno se puede entretener mucho más viendo detalles y descubriendo las anécdotas de cada región representada.

Como siempre me queda recordaros que si estáis interesados en descubrir muchos más detalles de esta y las demás zonas podéis hacerlo contemplando la enorme galería que he montado estos días en Facebook (con un total de 400 fotografías extraídas directamente del museo).

Estad atentos porque a partir de la semana que viene empieza septiembre y, como ya he dicho en alguna que otra ocasión por aquí, se trata de un mes en el que vuelvo a visitar parques nuevos y a descubrir más credits para la colección...