La bici-coaster de Holiday Park

En la anterior entrada del blog ya os mostré de lo que era capaz la genialidad de Alex Korting, un diseñador e ilustrador alemán con cierta afición por la arquitectura y la ingeniería técnica que se ha dedicado durante esta última década a ilustrar algunos de los proyectos más importantes de parques del centro y norte de Europa.

En su lista de clientes figuran parques tan conocidos como Tripsdrill o Holiday Park y, en este último precisamente, es en el que nos vamos a fijar hoy a la hora de descubrir otro de sus geniales conceptos que, por desgracia, no ha visto la luz todavía (y probablemente nunca la verá).

Hoy, en Bloggercoaster, hablaré del concepto bici-coaster que Korting ideó años atrás en lo que debía ser el nuevo credit dueling de Holiday Park.

Ciclismo y coasters en Tour de Pfalz

Lo que Alex Korting presentó en 2006 fue en realidad parte de un masterplan que Holiday Park quiso desarrollar a mediados de la década del 2000 y que desgraciadamente nunca vio la luz, o por lo menos no como el parque esperaba. Por lo visto la escasez económica o los malos resultados en cuanto a visitas hicieron que el parque se replanteara en varias ocasiones el proyecto, cancelándolo finalmente y convirtiéndolo en lo que más tarde se convertiría en Holly's Wild Autofahrt, una coaster mucho más económica, genérica y eficiente.

 

El proyecto que finalmente vio la luz tras varios años de sequía fue una wild mouse de Mack Rides.

Pero paso a transcribiros, como hice con el proyecto de Tripsdrill, lo que el propio Korting quería transmitir a través del escrito con el que acompañaba el proyecto Tour de Pfalz (Tour de Palatinado):

"Tour de Plalz es, ante todo, una especie de tren elevado en el que el coche de carreras es conducido a una velocidad dada y constante (también llamado Powered Coaster). Mediante los pedales conectados al coche, los pasajeros pueden intervenir directamente en el proceso de conducción y aumentar el ritmo de las bicicletas en una carrera cara a cara con su tren contrincante.

 

Ambos equipos salen al mismo tiempo de la estación, por supuesto. El objetivo es ser el primero en regresar a la estación, mientras que el parque puede medir si se establece un récord de velocidad del tren o incluso personal.

 

La coaster tiene un promedio de velocidad constante que se ve incrementado por la energía de los pedaleos de los pasajeros, aunque no se transmite directamente a la velocidad, sino que se incrementa de manera añadida al motor y al suministro de corriente de la coaster conforme se completa el recorrido general.

 

La diferencia principal de esta Powered Coaster con una coaster de funcionamiento normal deriva en que hay ventaja a la hora de poder regular la velocidad del tren a lo largo del recorrido, aunque la desventaja es que sólo un tren puede funcionar simultáneamente en todo el recorrido..

El hecho de medir constantemente la velocidad de la coaster ofrece una gran carrera y a la vez un montón de divertidos elementos, por ejemplo el hecho de afrontar diferentes niveles de altura con cambios naturales de velocidad. Estos elementos, siempre regulados con un límite especificado de velocidad, haran que el propio pasajero decida en qué momentos la intensidad o velocidad puede ser mayor.

 

El objetivo de esta regulación es ofrecer a los viajeros diversas experiencias, ya sea a través de la competencia y el ejercicio (una carrera paralela entre pasajeros que adquieren el papel de corredores profesionales) o ya sea a través de un simple paseo maravilloso con un ambiente acogedor para la gente mayor, ofreciendo un paseo con la emoción del pedaleo de sus nietos."

Un proyecto de gran envergadura

Como podemos intuir por las animadas palabras de Korting, sumado a las descriptivas ilustraciones de las que acompañó el dossier presentado al parque, la coaster dueling de acero que proponía no sólo iba a significar un añadido de credit más para el necesitado parque alemán, sino una suma de experiencias para toda la familia, cubriendo un target muy específico de clientela asidua al parque.

 

Proponía varios enfoques a la hora de disfrutar de este credit: el intenso (pedaleando y compitiendo tren con tren a lo largo de un sinuoso e irregular layout parejo) y el placentero (ofreciendo un paseo probablemente a través del bosque a una velocidad no demasiado alta y agradable).

 

Me recuerda mucho esta sensación a la propuesta por otro tipo de coasters muy olvidadas para la época en la que Korting propuso Tour de Pfalz, pero que décadas atrás estuvieron de moda: las racers tipo Steeplechase de Arrow Dynamics. Coasters en las que quizás el recorrido no era lo más importante (ya que únicamente encontrábamos  largas rectas entrelazadas entre sí con enormes hélices o curvas con peraltes ligeros) sino que lo importante era la competición, en esta ocasión entre trenes tematizados en caballos.

 

Steeplechase recuerda mucho al proyecto de Korting, no sólo por la tipología, sino también por los colores.

Ya hace un tiempo os ofrecí un completo análisis de Steeplechase en Blackpool Pleasure Beach, el último ejemplo que nos queda de este tipo de credits, por lo que viendo ese análisis probablemente os quede más claro por dónde iba la idea del alocado Korting.

Si tiramos hacia más adelante, este credit me recuerda también al ofrecido por Maurer Söhne en Fiorano GT Challenge, construida en el fastuoso Ferrari World de Abu Dhabi, donde dos trenes formados por carros tematizados espectacularmente con fieles reproducciones de coches Ferrari, se enzarzaban en una carrera a través de las blancas arenas del desierto de la zona.

 

Fiorano GT Challenge extrae el sentido de los duelos a bordo de trenes tematizados.

FOTO: World of Coasters

Como nos muestra el bueno de Kortig, el proyecto Tour de Pfalz comprendía no sólo el aspecto de la coaster propiamente dicho, sino también la distribución de varios servicios clásicos (tienda de recuerdos, photoride) junto con ideas innovadoras y ciertamente originales como el hecho de distribuir a lo largo del layout varias pistolas de agua a presión (a modo de avituallamiento si hicieramos un paralelismo con el deporte en sí) o incluso una sala donde se encontrarían varias hileras de bicicletas estáticas con una pantalla donde se proyectaría el point-of-view de la coaster, para practicar el recorrido dándole a los pedales o para aquellos o aquellas que no se atrevan a subir al tren.

 

En resumen, quizás no sería el proyecto más vistoso, trepidante y extremo que hayamos visto jamás, pero estoy seguro de que si Tour de Pfalz fuese hoy día una realidad, probablemente otros parques se habrían sumado a la propuesta de añadir una coaster así entre sus instalaciones, ofreciendo un valor familiar y entretenido a dos conceptos tan dispares como el ciclismo y las coasters.

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Y hasta aquí otra entrada donde os hablo de la genialidad e inventiva de Alex Korting, un creativo que demuestra brillantez en la finalización de sus proyectos hechos realidad y que derrocha solidaridad a la hora de mostrarnos sus trabajos nunca llevados a cabo a través de su web personal.

Korting ofrece decenas de proyectos de similar estilo en su web, a la cual os invito a acceder en cualquier momento ya que se actualiza con cierta regularidad (me imagino que la que se le permite para publicar según qué cosas).

Otro de esos trabajos o aspectos vocacionales con los que nos sorprende el mundo de los parques de atracciones y temáticos. Sigo diciendo que hay mucho más allá de los parques en sí, hay trabajo de oficina que se escapa a nuestros sentidos constantemente.