viernes, 1 de marzo de 2013

Bye bye Camelot! (parte 1)


Ciertamente, escribir sobre el cierre de un parque, de una ride o de una coaster suele ser uno de los tramos más difíciles y tristes de cualquier aficionado al mundillo. Por muy breve que haya sido la visita, por muy sencilla que sea la estructura o el mecanismo, incluso si sólo riddeamos un ciclo, el hecho de haber estado ahí, de haber podido experimentar determinadas sensaciones, crea una especie de vínculo afectivo que, lo confieso, en ocasiones se hace bastante difícil de definir.
A finales de 2012 la comunidad de parques nos enteramos del triste aunque en cierto modo predecible cierre de Camelot Theme Park, un pequeño y prácticamente desconocido parque temático inglés situado a media distancia entre la nostalgia de Blackpool Pleasure Beach en el norte y la vanguardia escénica de Alton Towers hacia el sud. Un parque temático que poco a poco se consumía y que ha visto como en los últimos meses, la llama de la vida se ha apagado (¿quizás para siempre?).

Hoy, en Bloggercoaster, os presento la primera parte de un par de entradas donde os explicaré a grandes rasgos la historia de este parque británico y las impresiones que me causó al pasar por él Camelot Theme Park a principios de 2010, en una visita única que siempre guardaré en mi recuerdo.


Un pedazo de historia británica



Ciertamente este parque temático guarda (o guardaba) una serie de ingredientes que lo hacían pertenecer a esa rara estantería de nuestra particular colección donde tanto tienen cabida grandes parques de renombre como diminutos recintos de ocio y es la estantería de los elementos "únicos en el mundo". Camelot Theme Park guardaba varios de esos elementos y permitía a todo el que lo visitara disfrutarlos en un agradable paseo a través de la campiña inglesa. Pero esto será algo que veremos más adelante, vayamos por pasos.

El mapa del parque durante la década de los 90
FOTO: Themeparkbrochures.net
Camelot Theme Park se construyó entre 1980 y 1983, siendo este último su año de apertura y habiendo realizado apertura de puertas desde entonces durante cada temporada. Hasta 2012.

El parque en un principio fue gestionado por The Granada Group, un grupo empresarial de parques que también gestionó con cierto éxito en la misma época (finales de los 80) otros dos parques: Granada Studios Tour (un completo set de películas y paseos cinematográficos, sin credits) y The American Adventure, un completo parque de atracciones con hasta 5 credits en su terreno.

Uno de los símbolos del parque desde su comienzo: las torres de Camelot.
Su éxito durante la década de los 90 fue relativo y, pese a que jamás consiguió remontar el vuelo, registraba unos attendances bastante dignos que permitían que se añadieran a su nómina credits de renombre y una generosa colección de rides que fue alternándose con espectáculos y renovación de atracciones prácticamente de manera anual.

En 1998 el parque fue vendido por The Granada Group y comprado por Prime Resorts Ltd., una empresa creada para poder gestionar parques a nivel local y con poco volumen de negocio, pero esta compra resultó derivar en una degradación progresiva tanto del attendance como de la cantidad de novedades e inversiones que se le prestaban al parque temático. El boca-oreja y el descuido por parte del equipo directivo hizo que el parque perdiera el medio millón de visitantes anual a mediados de los 90 para apenas superar los 300000 en el año 2005, cosa que hizo que el parque poco a poco se fuera consumiendo en sí mismo.

Los folletos que tenía Camelot ThemePark a mediados de los 90
FOTO: Flickr
Fue en 2009 cuando la mecha se encendía de cara a su definitivo cierre en 2012. El prendido de esta mecha corrió a cargo de una bancarrota de Prime Resorts Ltd, que tuvo que anunciar precipitadamente que el parque cerraba sus puertas nada más iniciar la temporada, así como vender el hotel situado en los alrededores a la cadena hotelera Lavender Hotels.

El parque prometía trepidantes aventuras en sus distintas rides tematizadas
FOTO: Flickriver.com
En mayo de ese mismo año el parque fue adquirido por la empresa Story Group, un conglomerado empresarial británico que destinó una de sus sub-empresas (Knight's Leisure) a gestionar directamente todas las operaciones e inversiones que tendría el parque para esa y las siguientes temporadas. Se redujo personal, se vendieron rides y, como es lógico, la capacidad del parque para recibir grandes cantidades de attendance quedó prácticamente cortada en ese momento. Una lenta agonía.

Las calles de Camelot ThemePark ya no tendrán más visitantes recorriéndolas.
De ahí al anuncio del cierre del parque transcurrieron 4 lentas y dolorosas temporadas, de las que hablaré más adelante, para comprender del todo el motivo del cierre, aunque creo que queda claro (y ahora entenderéis porqué muchas veces defiendo que la gestión de un parque sea siempre la misma). El cambio de manos, empresas y directores hizo que este parque se consumiera poco a poco, perdiendo su esencia y la confianza de sus cada vez menos numerosos seguidores. Ese baile de dueños NUNCA es bueno en la gestión de cualquier empresa.

30 años de catálogo

¡Pero no todo son lamentaciones! A nivel de coasters Camelot Theme Park ha ofrecido bastante variedad desde su apertura 30 años atrás. Como suele ocurrir en la mayoría de parques de pequeño tamaño, no es que despertara pasiones por la calidad o renombre de sus credits (¡olvidad B&M o Intamin!), pero sí trataba de ofrecer en todo momento algo único, y esa fue la premisa del parque hasta prácticamente su cierre.

Imagen promocional de la extinta Tower of Terror
FOTO: Flickriver.com
A lo largo de esas 3 décadas pasaron por el parque un total de 9 coasters, de las cuales en 2012 quedaron 5. Las que estuvieron pero, por alguna razón, cerraron son: Gauntlet (una Pinfari ZL42, con loop), Sorcerer (una Pinfari estándar modelo RC40), Tower of Terror (una custom de Schwarzkopf con un theming realmente sorprendente) y Venom (powered proyectada para ser indoor pero que finalmente no lo fue).

También han pasado por este parque numerosas rides de distinta índole, desde flats de Vekoma como su única pero cara Vekoma Canyon Trip (llamada The Rack) hasta varios carruseles o dark rides de temática más bien familiar.

Imagen promocional que el parque utilizó para presentar Knightmare a sus seguidores
En resumen: un parque con bastante trayectoria, que pudo llegar a ser lo que, desde luego, no ha llegado a ser hoy en día. Pero lejos de entristecernos por su maltrecha trayectoria, voy a tratar de explicaros a grandes rasgos la estructura y composición de este parque, de evidente solera británica a lo largo de las siguientes entradas.

*****

Hasta aquí esta primera parte donde he decidido fijarme no en un parque existente y con un largo futuro por delante, sino en uno de reciente cierre y que ofrece unas más que interesantes características para analizar. No ha sido al azar esta elección, ya que considero que Camelot ThemePark tiene ciertas similitudes, desgraciadamente, con el rumbo que llevan actualmente algunos de los recintos de ocio españoles.

Poca inversión, cambio de manos, cambio de personal, venta de tierras o una vaga o inexistente motivación por parte de su administración han propiciado casos como este que contemplamos, en el que un parque que ofrecía una buena dosis de entretenimiento, tiene que colgar definitivamente el cartel de "cerrado".

En la siguiente entrada en Bloggercoaster os ofreceré un pequeño paseo por este emblemático parque británico, para que nos podamos hacer una ligera idea de lo que, en general, hemos perdido los entusiastas de los parques de atracciones y temáticos.

3 comentarios:

  1. Esperamos la segunda parte.
    Me alegro de tu regreso, ya que desde enero no había ninguna entrada y me temía lo peor.
    Esperemos que para la siguiente entrada no nos hagas esperar tanto.
    Un saludo. AFAPAM

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  2. Lastima que de todas las atracciones que se han vendido ninguna haya parado en España... Cosas como Knightmare serían un gran empujon para nuestros parques...

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  3. Una pena lo del parque, aunque sin conocerlo en persona, tiene toda la pinta de haberlo construido con todo el mimo y detalle e ir cargandoselo poco a poco con añadidos para sacar los cuartos, como la pista de karts... una pena

    Y totalmente de acuerdo con lo que comentas que los cambios de manos-directores... nunca se llevan bien con la continuidad del theming-ganancias-supervivencia de los parques.

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