En una primera entrada os hablé de su historia, sus características como parque temático y su dudosa trayectoria a lo largo, sobretodo, de esta última década. En una segunda entrada os empecé a comentar y describir cómo sería una hipotética visita a parque abierto para saber localizar cada una de sus rides y coasters.
Hoy, en Bloggercoaster, me animo con una tercera parte a poner el cierre a esta pequeña saga de análisis, donde os explicaré la otra mitad del parque, con 3 de sus 5 credits existentes en sus últimas temporadas y algunos rincones dignos de mención, sin duda:
Merlin's Playland: la hecatombe hecha zona kiddie
Desde luego de las 4 áreas que conformaban el parque temático de Camelot ThemePark, el área de Merlin's Playland pudo ser la más confusa, caótica y desastrosa del parque, un área donde claramente pude reconocer la decadencia hecha compra de rides de segunda mano, baratas y totalmente desplazadas del espíritu temático que debería tener cualquier parque.
El acceso a la zona de Merlin's Playland estaba correctamente marcado con banderines ¿medievales? |
Todo ello, sumado a grandes extensiones de terreno o cimientos que antiguamente albergaron grandes rides pero que en el momento en que visité el parque (2011) únicamente daban cabida a zonas de picnic, restaurantes de comida rápida o, simplemente, cemento y más cemento.
Pero no todo es tan catastrofista. Empecemos por el principio, si os parece bien. Merlin's Playland supone el área temática más extensa del parque aunque, por otra parte, la que más tierra libre contiene, con grandes extensiones de praderas verdes, bosques y arboledas. La distribución de las rides es bastante desigual, encontrandonos que conforme nos alejamos, las encontraremos mucho más dispersas.
Limítrofe a la Jousting Arena y al paso de la vía, a unos 5 metros de altura, de Dragon Flyer, encontramos una de las spin-rides más clásicas que poco a poco están dejando paso a las herederas naturales de las mismas. En este caso hablamos de un twister de Huss de 12 góndolas simulando ser globos aerostáticos, como podréis comprobar, la hemos visto miles de veces y es una de las grandes representantes en cuanto a rides familiares se refiere. Su nombre era Falcon's Flight:
Los siempre visualmente agradables globos aerostáticos ¿medievales? de Falcon's Flight |
Tanto si queríamos tomar un refrigerio como comer o merendar, Food Court era el lugar ideal para hacerlo |
Justo al otro lado de Falcon's Flight y ocultas del público general (desconozco exactamente el porqué), encontré una recreación de casitas medievales en cemento, madera y paja. Por el nombre del cartel se denominaban Bluebell Bottom, aunque no he localizado información en el mapa del parque y todo apunta a que fue una zona que conoció mejores tiempos y que, por la evidente degradación del parque, fue cerrada para derivar en una zona peatonal de paseo, sin más. Imagino que años atrás estas casitas habían albergado artesanos o alguna suerte de mercado medieval:
Una lástima dejar que estos edificios, con cierto encanto, se perdieran en el silencio. |
En un resumen breve, una extensión de cemento con una decena de rides mecánicas de tamaño ridículamente pequeño que cumplía únicamente con la función de aglutinar a los más pequeños de la família y los desesperados padres alrededor de una valla, observándolos disfrutar de un ciclo. A menudo estas rides estaban controladas por un mismo operados (varios, a lo sumo) y pese a que disfrutaban de una fama evidente, lo cierto es que desvirtuaban las cualidades del parque a cada metro que avanzabas caminando.
Muestra de ello es esta denigrante Human Cannonball (¿?):
Hombres enmascarados, con bigote y enfundados en apretadas mallas... ¿medievales? |
Una curiosa ride, de muy pequeño tamaño y más que probable factura italiana. |
No pueden faltar en cualquier parque de atracciones que se precie... ¿pero en un temático también? |
Alejada de absolutamente todo, encontrábamos la solitaria Junior Dragon |
Pasado ya el horror de Junior Dragon Coaster, justo delante se encontraba otra de esas rides que, inexplicablemente, te la encuentras en un lugar totalmente desubicado del recinto. Se trata del clásico carrusel, que en este caso era llamado Sir Lancelot's Chargers:
Este parque tenía un buen repertorio de spin-rides... así que ¿porqué no un clásico carrusel? |
Aves exóticas con piernas y que pastan todo el día... ¿o acaso nunca habéis visto una de estas? |
Land of the brave: chicha pura y dura
Sin apenas planteárnoslo, nos hemos plantado al final del parque y nos encontramos ante la zona de más reducidas dimensiones pero, curiosamente, la que más curiosidad y expectación despertaba a todos sus visitantes: Land of the brave.
Como su propio nombre indica, se trata de un área donde nos encontraremos con las rides y coasters más agresivas del parque, las estructuras más altas, más rápidas y con más fuerzas G. En resumen, el área perfecta para el público joven que, por otra parte, en Inglaterra está acostumbrado a solicitar áreas como esa en sus parques.
Por orden. Junto a Food Court (el restaurante del que os hablé más arriba) encontramos una enorme carpa de lonas blancas que en su interior albergaba una ¿grata? sorpresa. Los lectores más atentos recordaréis como meses atrás os hablé de la que para mi es la peor dark ride del mundo, llamada Spookslot y situada en el holandés parque de Drievliet Family Park. Pues bien, la dark ride que nos encontramos en el parque británico iguala y compite cara a cara con Spookslot, aunque en este caso se llama Dungeons of Doom:
Preparados y preparadas para adentraros en una escalofriante... ¡light ride! |
Un paseo por un animado pasillo con 4 luces y un par de muñecos. That's it! |
Recuperados del inexistente pavor provocado por Dungeons of Doom, es hora de otorgarle un movimiento al cuerpo a través del cuarto credit que nos encontramos en nuestra particular ruta. Su nombre es Whirlwind y es una spinning de Maurer Söhne con una historia particular a sus espaldas:
Pese al pésimo estado de conservación Whirlwind lucía muy bien en el skyline del parque británico. |
En España mismo tuvimos durante años un modelo de esta coaster paseándose por las más importantes ferias bajo el nombre de Cyber Space (gestionado por la família Fraguas) que luego pasaría a venderse a Seabreeze (EEUU), para pasar a ser fijo.
De la misma manera ocurrió con Whirlwind, cuya concepción inicial fue la de ser la spinning de las ferias alemanas y que tras 4 años de vida útil (construida en 1999) fue comprada por Camelot ThemePark en un intento de dinamizar la selección de coasters, enfocando la diversión del parque hacia un público más adolescente y hambriento de adrenalina.
Las mismas curvas que una spinning estándar, sólo que con gran nivel de incomodidad y golpes. |
Incómoda, brusca, con transiciones de elementos forzadas y desgastadas por el paso de trenes constante y, en definitiva, una experiencia muy poco digna para un modelo generalmente bien aceptado como es el de las spinnings de Maurer.
Se dice, se comenta y se rumorea con fidelignas fuentes del propio parque que la próxima ubicación de Whirlwind sería Australia, aunque se desconoce de momento cuál será el parque que obtenga este credit que, dicho sea de paso, necesita una buena dosis de mantenimiento y restauración tras tantos años de castigo y desgaste.
Junto a Whirlwind encontramos una curiosa joya para todos los amantes de las flat rides de calibre y vértigo superior. Su nombre es Excalibur 2 y este su aspecto:
Excalibur 2 se alza imponente ante la atónita mirada de quien lo va a riddear. |
A su vez dicha góndola gira sobre un eje propio, por lo que la sensación de desorientación, mareo y vértigo es mezclada a partes iguales en un casi mortífero cóktail que fulminaba por completo a todos aquellos atrevidos o atrevidas que desafiaban el movimiento circular de esta flat adrenalítica. Se da el desgraciado hecho de que, años atrás, Excalibur, la que era la primera versión de esta bizarra estructura, se cobró la vida de un joven británico al soltarse la protección que lo sujetaba a la góndola, hecho fatídico que, lejos de sentenciar la vida de la estructura, otorgó a la misma de un poder de atracción sublime (por aquello del morbo humano que jamás entenderé). Al año siguiente de la muerte, el parque revisó y cambió todo el sistema de protección así como el ciclo de la ride (suavizándolo a la mitad de su intensidad) y puso el nombre de Excalibur 2 en cartel, por lo que aquí encajaría más bien aquella expresión de "hacer borrón y cuenta nueva".
Pero la auténtica niña de mis ojos, la coaster que robó mi corazón y de la cual ya os ofrecí un completo análisis en su día, fue sin duda Knightmare, la joya de Schwarzkopf que corona la máxima altura y vistas sobre Camelot ThemePark:
Todo un homenaje a la sencillez del drop, mezclada con la complejidad del layout anudado |
Desgraciadamente Knightmare parece no haber encontrado ningún comprador durante el mercado de invierno (aunque al ser una coaster ya recolocada anteriormente, el desmontado y montado posterior sería algo más fácil que si se trata de una construcción desde un buen principio, por lo que podríamos verla pronto en cualquier parque que pague por ella).
En caso de tener un jardín de este tamaño... ¡llamad ya a Camelot ThemePark!¡Comprádsela! |
Knightmare se encontraba en la parte más alejada de la entrada, en cuanto a distribución se refiere, por lo que en este punto el parque llegaba a su fin. Un parque repleto de rides simplonas, pero con un puñado bastante particular de curiosidades y rides de coleccionista que valía la pena tener en cuenta.
Probablemente la mayoría se re-distribuyan a lo largo de los pequeños parques y ferias fijas del país durante este año 2013 o el que viene y algunas, como Whirlwind, pueden encontrar un hogar en países alejados a miles de kilómetros. Pero el hecho es que vayan a parar donde vayan a parar, Camelot ThemePark fue, durante muchos años, el hogar de todas ellas. Un hogar en el que hoy día se ha consumido para siempre la llama de la vida.
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Y hasta aquí la tercera y última parte de análisis a Camelot ThemePark, un parque de raíces temáticas pero de evolución claramente diversa, con tendencias claras hacia la denominación de parque de atracciones puro y duro.
Hemos visto a lo largo de estas 3 entradas el catálogo, más o menos completo y castigado por el paso del tiempo y las nuevas generaciones. Un catálogo que trataba de dar las últimas bocanadas de aire en las dos últimas temporadas pero que ha sido en el pasado 2012 donde ha tenido que dar el último y agónico respiro.
El destino del recinto, por lo que se comenta, pertenecería a la industria inmobiliaria, por lo que probablemente el valle verde que en su día acogió uno de los parques más icónicos de Gran Bretaña, acabe siendo pasto de la urbanización y construcción de zonas residenciales para la gente de Lancashire. Un triste final que apena el corazón de cualquier entusiasta de los parques.
Al igual que la entrada anterior no me gusto y así lo refleje, en esta ocasión he disfrutado mucho, muy profesional y muy interesante. Esperando con ganas mas.
ResponderEliminarParque de contrastes.
ResponderEliminarCuantas cosas que se van a perder: la gran tematización anterior al estilo tiendas de Bluebell Bottom, la zona para derruir sin mirar atrás de Kiddies Indoor Playland, la super interesantes light ride Dungeons of Doom y la joyita de Schwarzkopf Knightmare, que como todas las Schwarzkopf nunca deja indiferente a nadie, y eso que todas tienen ya muchos cumpleaños bajo sus espaldas
Que Tibi compre Excalibur 2, ya tenemos sustituto para Pndol xd
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