lunes, 1 de abril de 2013

Expedition GeForce (Holiday Park)

Hagamos por un momento un pequeño ejercicio de imaginación. Cerremos por un momento los ojos, sentémonos y sintámonos totalmente cómodos, con esa sensación placentera que un pequeño suspiro nos ayudará a localizar en nuestras mentes.

Subamos escaleras, situémonos en el pasillo de acceso a una primera fila, observemos las caras de los ansiosos visitantes viendo llegar el lento y desafiante tren de colores llamativos, pasemos a ocupar el asiento de la primera fila nerviosos e inquietos, abrochémonos los cinturones y dejemos que el lap-bar aprisione nuestros cuerpos contra el asiento, tomemos aire, contemos los (escasos) segundos que el cable tarda en elevarnos a más de cincuenta metros y aquí, cuando lleguemos a este punto, disfrutemos del más delicioso, excelso, puro y celestial de los sabores a cargo de un auténtico festín de sensaciones en forma de coaster.

Sólo hay un lugar en el mundo donde podamos vivir una situación similar a esta, sólo hay un parque que albergue semejante placer tecnológico. El lugar es Haßloch (Alemania), el parque es Holiday Park y su nombre es por todos y todas conocido. Y hoy, en Bloggercoaster, me dispongo humildemente a definir lo que bien podríamos considerar el mayor de los orgasmos coasterilmente hablando: riddear la magnífica Expedition GeForce.


Una joya naranja en la verde Alemania

Nunca fue fácil crecer a la sombra de uno de los mayores parques del mundo y esa es una lección que Holiday Park aprendió durante la mayoría de años de su ya extensa trayectoria. El parque alemán, pese a tener una edad más avanzada que la de su colosal vecino Europa Park, siempre pudo presumir de haber llegado a Alemania años antes que el parque temático. Pese a todo, la partida siempre la tuvo ganada la família Mack, que ha ido viendo como año tras año su gigante ha ido creciendo más y más.

¿Preparados para la aventura? Comienza la expedición...

Pero fue en 2001, el año en que muchas de las más enormes locuras (en cuanto a coasters hablamos) se construyeron, cuando el modesto parque de atracciones alemán decidió dar el que sería uno de los golpes sobre la mesa más llamativos, rentables y duraderos de la historia de este mundillo.

Su objetivo era muy ambicioso y así lo hizo saber al mundo: construir una de las mejores, si no la mejor coaster de acero existente hasta el momento, capaz de romper y perdurar durante multitud de años en las primeras posiciones de todos los rankings mundiales de calidad, intensidad, fanatismo y espectacularidad.

La construcción de Expedition GeForce se hizo durante los fríos meses de invierno.

Para jugar semejante partida de poker Holiday Park supo elegir enormemente bien sus cartas. Para empezar el emplazamiento de la coaster ocuparía gran parte del parque, quiriendo decir a sus visitantes que mirasen a donde mirasen la novedad de 2001 iba a estar presente en todo momento. El presupuesto tampoco iba a ser algo menor y 10 millones de euros (que por entonces significaban una cifra más que importante) fue la inversión que el parque hizo. El 30º aniversario del parque coincidía con ese mismo año, por lo que la novedad ocuparía al completo cualquier titular de prensa que se interesara por el recinto germano. Y para acabar, contaron con la mano diseñadora de Werner Stengel y la constructora de Intamin AG, posiblemente el mejor diseñador y el mejor constructor de mega coasters en ese mismo instante.

La mezcla de tanta brillantez no podía dar un producto casual.

El layout de la coaster pasa por numerosos footers situados sobre agua o bosques

Pese a lo que la rumorología se encargó de gestar (y sigue haciéndolo a día de hoy), el hecho de que Werner Stengel contribuyera a ensalzar más la calidad de esta coaster no es producto de que el genio hubiera nacido en Haßloch, ni siquiera que perteneciera a la región, ya que la realidad es que Stengel es de Bochum, ciudad situada más bien al norte de Alemania. Por lo que no, el genio diseñador de coasters nunca decidió aplicar un trato especial al proyecto de Holiday Park pese a lo que se haya dicho durante estos años. Pese a todo, la jugada le salió bien. Qué digo bien... ¡rematadamente bien!

El resultado final es el de una de las mejores coasters existentes a día de hoy en el mundo

Meses después de su construcción y en una pomposa ceremonia, veía la luz del mundo Expedition GeForce, una bestia de acero que rompía récords, rasgaba convencionalidades, sesgaba gargantas y hacía que, desde entonces, millones de personas en todo el mundo se interesaran por visitar el parque desde los rincones más inhóspitos del mundo. El 18 de junio de 2001 había nacido una auténtica leyenda.

Perder la virginidad a lomos de la locura

Este inusitado titular bien podría ser el resumen de un ciclo en Expedition GeForce. Y es que por muchas veces que la hayamos riddeado, constantemente nos ofrecerá puntos nuevos, sensaciones ocultas y sorpresas por descubrir que jamás antes las habríamos experimentado. Su layout es único, y como bien sabéis, para explicarlo voy a tener que echar mano del amigo Youtube y buscar un point-of-view digno de este análisis. Abróchense los cinturones:



Todo empieza en una sencilla estación con rasgos muy tecnológicos, una sabia mezcla de esencia militar con los ligeros toques de una auténtica expedición aventurera. Puras señales de radar para generar adrenalina a chorros minutos antes de embarcarnos en un vertiginoso viaje a lo largo de la atmósfera alemana.

La estación de Expedition GeForce no presenta características reseñables...

Una vez abiertos los tornos de acceso, tomamos asiento en cualquiera de las filas del tren de Expedition GeForce bajo una premisa bien clara: jamás la experiencia será igual en un asiento que en otro.

Apretados y comprobados nuestros arneses la cuenta atrás llega a su fin y el sistema de elevación por cable que Intamin presentó de manera flamante al mundo a principios de este siglo hace acto de presencia. El catcher (el garfio metálico que sujetará el tren hasta llegar a la cima de unos desafiantes 53 metros) se ajusta en su posición y acto seguido, de manera grácil y constante, ascendemos a lo largo de un recto y diagonal lift que en cuestión de 30 segundos nos coloca a una altura semejante a la que los dioses deberían tener cuando se asomaban al borde de la cima del mismísimo monte Olimpo.

El lift de la coaster, con cable de acero, nos elevará a 53 metros a una velocidad trepidante...

Una vez llegados a la altitud de 53 metros el tren completa la máxima altura y empieza a descender ligeramente, describiendo una perfecta curvatura. Pero justo en el momento en el que el drop parece revelarse como la inmensa mayoría de drops habidos y por haber, un capricho alemán hace que todo el tren vire a nuestra derecha completando una mágica unión de inclinaciones hacia adelante y hacia el lado que, en décimas de segundo, nos posiciona a 83º de inclinación con respecto al suelo en un ejercicio que casi podríamos describir de acrobático.

La estructura más imponente de este credit es el lift + drop, visible desde prácticamente todo el parque

La curvatura del drop es tan caprichosa que por muchas veces que hayamos pasado por este punto el cuerpo siempre creerá que nos vamos, que nos deslizamos hacia afuera, que somos expulsados como si el privilegio de estar allí no fuese incumbencia de los mortales sino más bien de elegidos dioses.

En apenas unos segundos se entremezclan decenas de puntos y sensaciones inexplicables

 En este punto la coaster te hace reflexionar sobre tu propia existencia, sobre el porqué de estar allí sentado y durante apenas un chasquido en el tiempo crees incluso que el terror de una muerte segura está sentado contigo, en el asiento de al lado. Pero no es así y tan rápido como el tren adquiere su máxima inclinación, recorre los larguísimos metros de panza que quedan hasta adquirir de nuevo la posición vertical a una endiablada velocidad de 120 km/h. Empieza la auténtica locura.

Velocidad punta a su paso por la base del drop

Tomamos desde su más primitivo inicio hasta su más salvaje final uno de los camelbacks más bien diseñados y construidos de la historia. Todo, absolutamente todo, es airtime puro. Un ejercicio de precisión en el heartline tan sublime, tan bello, tan escultórico que sería merecedor de permanecer en una urna a la vista de visitantes en cualquiera de los más reputados museos del mundo. Este primer camelback nos hechizará, nos dejará sin aliento, nos hará alzar las manos al cielo y nos hará creer los mismísimos William Wallace alemanes.

¡Airtime!

Una vez tramitado este espectacular elemento encarrilamos una altísima curva sobre-peraltada hacia la derecha a no menos de unos 30 metros de altura que nos hará girar por completo en nuestra dirección como si de una majestuosa "U" se tratara.

Las estudiadas curvas de Expedition GeForce nos inclinarán a casi 90º respecto al suelo

Nos colocará de nuevo en posición horizontal y velozmente tomaremos el segundo (y mortal como el primero) airtime. Este lo disfrutaremos mucho más ya que estaremos completamente rodeados de vías y vegetación a partes iguales, seremos más conscientes del lugar en el que estamos.

La coaster nos ofrece una decena de buenos puntos con fuerzas G negativas destacables

Finiquitado este supremo elemento gravitacional una curva peraltada a izquierda con el mágico toque Intamin nos recolocará de nuevo en la dirección opuesta, otra "U" que apuntar al casillero.

Visto desde la base, el paso del tren en algunos puntos es espeluznante y espectacular.

Esta vez descenderemos algunos metros más con el ánimo de pasar a toda velocidad sobre la zona acuática que ocupan Riesenweinfass, los rápidos de Holiday Park que en este punto describen una maravillosa curva tras salir de una zona indoor dentro de roca artificial.

Posiblemente los rápidos con mejores vistas en todo el mundo entero...

Parecería que de nuevo el tren de Expedition GeForce enfila una nueva curva en "U", pero en esta ocasión es una peraltada a la izquierda aunque describiendo una curvatura de apenas 90º, para colocarnos rápidamente en una recta inclinada que por un momento nos permite darnos cuenta de la magnitud del espectáculo que estamos presenciando en nuestras propias carnes.

Paso por unos fantasmagóricos trims (y digo fantasmagóricos porque en el caso de Expedition GeForce su presencia es meramente estética ya que el tren, si es frenado, jamás lo notaremos). Enlace a una gran y panorámica curva a derecha, fuente de numerosas fuerzas G positivas y que hace descender un tren que adquiere de nuevo velocidad para elevarse repentinamente en el aire, mostrándonos uno de los elementos de coaster más bellos que hayamos podido ver jamás.

¡Hands up!

Aunque soy consciente de que puedo estar dando una patada a años y años de construcción de coasters, podríamos asegurar que estamos ante el padre de todos los twisties del mundo. En este punto estamos totalmente a merced del tren, somos auténticos peleles atados a unos asientos a una velocidad que ronda los 100 km/h. y, como muñecos de trapo, si el cuerpo nos dice que estamos girando a derecha pero de repente gira a izquierdas y si, para más regodeo, lo hace describiendo una curva horizontal parecida a la de un camelback, lo que nuestro cuerpo en realidad experimenta es un vaivén en toda regla. Un desajuste sensorial que hace que perdamos el norte por completo pero que, inexplicablemente, lo disfrutemos con locura.

Rápidamente descendemos, recobrándonos apenas del bamboleo que acabamos de experimentar, para entrar a la que es la hija de la primera gran curva que atravesamos varios centenares de metros atrás. Nos cambia de sentido, lo hace elevándose para luego descender, pero también lo hace unos 15 metros más abajo, a las faldas de la curva mayor que nos observa en la lejanía y parece que nos suelte un simpático "auf wiedersehen".

 
Es un credit presumido ya que se deja observar y fotografiar en casi la totalidad de su longitud

Acto seguido empieza un enzarzado combate que durará 4 asaltos. Expedition GeForce es tan benévola que nos brindará un pequeño descanso entre los dos primeros y los dos posteriores. Pero os puedo asegurar que todos y cada uno de ellos serán una lucha encarnizada por la supervicencia de nuestra cordura.

Se trata de 4 airtimes forzados, de aquellos que tan bien sabe imprimir sobre el acero la suiza Intamin AG. No son floating airtimes de los que nos dan la sensación de volar, sino que esta vez son de los que nos estiran el cuerpo al máximo, dando la sensación de ser vapuleados por la más feroz de las bestias. Son tan intensos que prácticamente podríamos ponerle nombre a cada uno de ellos, bien podrían ser Ernie, Willy, Owdie y Tommy, los "chicos traviesos de la granja Holiday Park"...

Podemos disfrutar del veloz paso de los trenes desde muchos ángulos diversos

El primero de ellos es el mayor y como tal tiene el privilegio de venir con un "extra" en su estructura. Quiero excusarme por si puede ser malsonante, pero el nombre de ese elemento extra bien vale su sórdido significado. Al acabar la curvatura del camelback se nos presenta el llamado "soporte hijo de puta", que vendría a ser un soporte con enorme significado estructural (no me cabe la menor duda) pero que a la vez sirve para que los brazos de todos los viajeros bajen de repente amenazados por el imposible e improbable sesgado de los mismos. El "soporte hijo de puta" jamás nos tocará, pero se clavará en nuestras mentes como una retorcida amenaza que hizo que de repente bajaramos las manos y nos aferráramos a nuestro lapbar.

¿Lo véis? Justo encima de sus cabezas, a la distancia justa como para hacer creer que dejarán de tenerlas...

El segundo de ellos es más bien de transición entre el primero y la zona de curva panorámica que más cerca pasa del suelo, a apenas unos metros de distancia. Es en este punto también donde podemos encontrar la segunda serie de trims que, quizás ya más por el sosiego del recorrido, se hacen notar en la velocidad del tren. Quizás un par de kilómetros por hora son frenados aquí.

Incluso en los tramos finales de la coaster la velocidad, las fuerzas G y la intensidad apenas se pierden

El tercero llega de repente, como un latigazo tras la plácida curva y nos despierta de un repentino sueño, nos recuerda que la familia airtime sigue presente.

El camelback del photoride pasa muy cerca de la salida de estación (mirad el cable del lift volviendo)

Y el cuarto es quizás el más solitario de todos, el más pequeño pero no os dejéis engañar: de los más intensos que habréis probado jamás. La pizca de brusquedad ideal para retorcer y ensalzar nuestros rostros lo suficiente como para aparecer totalmente desencajados en el photoride, que tiene lugar justo tras la cúspide de este coqueto camelback.

La verticalidad del drop (al fondo) está sujeta a la verticalidad del lift. Perfección geométrica.

Atravesado este cuarto airtime parece que la bestia naranja ha tenido ya suficiente con nosotros y adentra el tren sobre una larga y suave capa de final brakes perfectamente sincronizados como para hacer de nuestro frenado un tranquilo y sereno recobrado de consciencia. El sueño ha acabado y este descenso en velocidad repentino nos recuerda que la realidad está apenas unos metros de vía más adelante.

Tras una testimonial curva en "U" a una velocidad lenta pero constante accederemos de nuevo a la estación de Expedition GeForce con la seguridad de haber llegado al final de nuestro recorrido pero con una enfermiza cantidad de adrenalina que nos pide que, por favor, no nos demoremos demasiado en volver a esos demoniacos asientos verdes.

Algunos datos de interés...
  • Nombre: Expedition GeForce
  • Fabricante: Intamin AG
  • Diseño: Ing.-Büro Stengel GmbH
  • Parque: Holiday Park (Alemania)
  • Modelo: Mega Coaster
  • Longitud: 800 metros.
  • Altura máxima: 1220 metros.
  • Velocidad máxima: 120 km/h.
  • Máximas G's: 4,5G
  • Presupuesto: 10 millones de €
  • Recolocada: no.
  • Año de construcción: 2000-2001
  • Colores: vías naranja vivo, soportes grises, footers de cemento visto.
  • Attendance: 1300 p.p.h.
  • Inauguración oficial: 18 de junio de 2001.
El fino latigazo de la perfección

A estas alturas de la entrada lo habréis supuesto: Expedition GeForce no tiene errores. No hay lugar para la duda, para el boceto, para la fisura o la improvisación. No existe la imperfección pues apenas hay tiempo para que ocurre un mínimo ápice de ella. Todo está medido, todo está calculado para otorgarnos la más placentera de las sensaciones a bordo de los trenes naranjas (o verdes) de esta genialidad de origen suizo.

Justo al llegar a la entrada de la coaster estas son las vistas que nos esperan...

Expediton GeForce concentra en algo más de un kilómetro un listado de cualidades que toda coaster debería tener en este mundo: altura, velocidad, longitud, fuerzas G, giros inesperados, elementos novedosos, intensidad y diversión. Todo está metido en esta creación magistral, no faltará nada porque las mentes de Intamin AG o la del omnipresente Werner Stengel ya lo habrán ideado antes para ofrecérnoslo aquí en bandeja.

Repartidos por sus footers encontraremos jeeps, cajas, petates y tiendas de campaña militares.

El drop es algo fuera de este mundo. Precioso y preciosista a nivel estético, poético a nivel físico y volátil a nivel sensitivo, es como la pincelada inicial del mejor de los Van Gogh, es la primera nota del mejor Mozart, es la primera cucharada del más preciado Ferran Adrià. El drop de Expedition GeForce, fuera de poderse describir, debe ser probado en toda su longitud para darnos cuenta que seremos desgraciados por pasarnos toda la vida probando drops y más drops intentando encontrar alguno que se le asemeje. Y creédme, por muchos que probéis siempre añoraréis este elemento allá donde vayáis, siempre hablaréis de él, siempre lo recordaréis en toda su esencia.

Formas y curvas caprichosas elevadas en el aire como grandes castillos de acero anaranjado...

El primer airtime es uno de los mayores chutes de adrenalina que podréis experimentar jamás. Un auténtico bombazo sensorial, un grito eterno al cielo, un golpe de fuerza y rabia pura que nos convertirá en verdaderos guerreros ansiosos de venganza. Algo incomparable a otros airtimes como los que nos ofrecen las B&M o las Mack, irrepetible, inimitable, único.

Expedition GeForce preside una plaza donde podemos encontrar restaurantes, un escenario y servicios.

Puntuar Expedition GeForce se me antoja a estas alturas de la entrada como un ejercicio imposible ya que pensar en puntuarla es simplemente insultante para el aficionado que pasa a través de ella. Siempre adquirirá el 10. Siempre. Lo ha hecho desde el primer día de su existencia y lo sigue haciendo a día de hoy (12 años después de su inauguración, en 2013, ha reconquistado el primer puesto en la Mitch Hawker's Steel Coaster Poll, primer puesto del que jamás se ha alejado demasiado desde la primera edición que la recibió allá por 2002).

Las últimas fuerzas que mis ya doloridos dedos pueden invertir en teclear las gastaré en escribir que debéis, por lo que más queráis, visitar Holiday Park en algún momento de vuestras vidas sólo por el simple hecho de poder riddear, aunque sea en una única ocasión, esta auténtica maravilla de la ingeniería. Nunca jamás he encontrado ningún parque que contuviera un arma tan poderosa como es Expedition GeForce. Y son ya algunos los que tengo en lista...

*****

Y hasta aquí, desasosegado, completo el deseo de algunos de vosotros y vosotras al expresarme mediante una pequeña encuesta que publiqué la semana pasada en la página de Facebook de Bloggercoaster sobre qué credit debía desmenuzar, como suelo hacer en el blog, de manera concienzuda.

Se que quizás no os habré podido transmitir todo el tecnicismo que esperaríais de este coloso de acero, pero creédme si os digo que al intentar analizar fríamente cada metro de esta coaster, vienen a la mente un sinfín de intensos recuerdos que no permiten ser totalmente objetivo.

Expedition GeForce enamora. Y si el amor debe transmitirse constantemente en una pareja, que quede constancia de ello: ¡LA AMO!

4 comentarios:

  1. Excelente entrada Jivo, muchas gracias! la espera ha merecido la pena :)

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  2. Magistral entrada!, muy cierto lo de que esta coaster enamora, es acordarse de ella y sentir un anhelo muy grande por volver a experimentar esas sensaciones.

    Drop + primer camel, orgasmo puro y duro.

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  3. Entrada absolutamente genial, tanto como la coaster. Está claro un día tendré que probarla. Por cierto, en la ficha técnica has escrito "Altura máxima: 1220 metros". Sólo le faltaría esa altura a la coaster para ser aún más perfrecta, ¿no? ;)

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  4. La coaster que puso al parque en el mapa mundial !!!

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