A fondo: Bakken (parte 2)

Como ya me encargué de comentaros en la anterior entrada, esta semana estamos inmersos de lleno en el análisis del parque de atracciones más antiguo existente en la actualidad en el mundo: Bakken.

Vimos en esos primeros retazos que no es un parque al uso en cuanto a su tipología de rides y sobretodo al trato que se hace a la gastronomía, es un parque en el que los daneses van a disfrutar de los placeres aislados totalmente del ruido de la gran ciudad, un lugar de paz y tranquilidad.

Vimos que existe una riqueza casi incontable en cuanto a dark rides, rides infantiles, teatros, simuladores y empezamos a esbozar una trayectoria de coasters que, como veréis un poco más adelante, será ampliada con esta nueva entrada.

Así pues hoy, en Bloggercoaster, continuamos la ruta por Bakken en la búsqueda de ver otra gran porción del parque, descubriendo los lugares más placenteros, agradables e intensos que nos puede ofrecer este cofre del tesoro abierto totalmente para nosotros.

Tópicos típicos de parque de atracciones

Nos quedamos en la anterior entrada más o menos cerca de la esquina superior derecha de ese rectángulo con el que os definí Bakken y su perímetro. Durante esta entrada vamos a recorrer toda la zona superior hasta quedarnos justo en el lado contrario, a los pies de la furiosa Tornado.

Lo último que vimos en la anterior entrada fue el majestuoso restaurante de inspiración española La Casa, en una avenida pavimentada larga y ancha que sirve de arteria principal del parque. Como vimos también, a pocos metros encontrábamos una ride conocida como jet-ski y consistente en unas góndolas sujetas a unos brazos mecánicos que nos permiten dar vueltas sobre un estanque circular de agua, lo cual crea la ilusión de estar deslizándose sobre el agua y controlando el movimiento de esos brazos.

Junto a esa ride, que como recordaréis se llama Dillen, podemos localizar un clásico en los parques de atracciones de medio mundo. Aquí lo vemos bajo el nombre de Spogelsesslottet y no es más que una dark ride de varios pisos de altura y con temática terrorífica:

Aparentemente la fachada puede parecer algo sencilla y quizás cutre, pero es en los detalles en los que esta dark ride cobra fuerza. Fijaos sino en lo curioso de sus trenes, protegidos en los laterales por rejillas para evitar sacar los brazos más allá del lindar de seguridad típico de este tipo de rides:

Superado el terror de Spogelsesslottet (¡vaya nombrecito!) y girando la cabeza hacia la derecha nos encontraremos con varias casetas de juegos bastante particulares, en especial esta llamada Al Capone que, como su nombre indica, nos hará ponernos en la piel de uno de los gángsters más conocidos de la historia y poder manejar una metralleta de perdigones para conseguir nuestro premio:

Justo al lado encontramos otra de esas rides que no podían faltar en ningún parque y que nos ofrecerá minutos de mareo gratuito, es una flat-ride Troika de Huss y su nombre aquí es Polyp (pulpo en danés):

Y si seguimos en el lado derecho de esta avenida localizaremos, cómo no, otro clásico que no podía faltar en Bakken, se trata de Vikingeskibet Dragen, o lo que es lo mismo, el galeón pirata de toda la vida disfrazado en un curioso y psicodélico dragón de colores balanceante:

Pese a que en mis visitas a parques saco centenares de fotografías, por curioso que parezca no saqué ni una de lo que podemos encontrar a la izquierda de esta parte de la calle, pero ya os puedo comentar que era una mezcla de restaurantes de calidad con lujosos acabados (y precios quizás un poco de escándalo), restaurantes de fast-food tipo noodles y alitas de pollo fritas y un par de casetas de juegos con nombres tan divertidos como Mr.Muscle. Un rincón que, valga decirlo, lo vi muy tranquilo durante la mayoría del día ya que desde esta esquina del parque podemos salir a pasear por la zona más relajante de los bosques de Dyrehaven.

Un café frente a la adrenalina

El siguiente tramo en nuestra visita alrededor de Bakken presenta otra de las características de los parques escandinavos más antiguos: la dualidad entre la diversión mediante atracciones mecánicas y el buen comer y la charla con los amigos en preciosas terrazas repletas de comida típica danesa y rica cerveza rubia. Es algo que, desde luego, se saben montar muy bien y lo veréis.

Siguiendo con nuestro recorrido mirando a la derecha nos topamos con un enorme edificio llamado Olgod, que es un enorme pabellón donde podemos encontrar un buffet libre de comida a precios más que razonables, por lo que en las horas de comida veremos este local lleno hasta los topes:

Unos metros más adelante la calle hace una curva amplia en la que localizamos, a lado y lado, una mezcla minuciosa de locales de bebida, pubs musicales (sí, lo leéis bien, pubs con música en directo) y algunas casetas de juegos típicos como pistolas de agua en dianas o tiro de latas con bolas de cuero:

Francamente, si uno se topa con este rincón del parque en lo que menos piensa es en estar en un parque de atracciones, pareciendo más bien cualquier abarrotada calle de la costa mediterránea, algo realmente pintoresco y que otorga a Bakken de un áurea especial.

A partir de aquí encontramos un área algo más intensa con una selección de coasters y rides muy interesante. Lo primero que localizamos, al final de la hilera de pubs musicales a la derecha, es un credit, no... ¡un creditazo! Una de esas coasters que te hacen replantearte en realidad dónde está el límite entre las medidas pequeñas y la diversión extrema. Su nombre es Racing y es un engendro de Zierer la mar de curioso y compacto:

Como ya os dije, en una futura entrada analizaré al detalle cada credit de este parque, pero ya os puedo adelantar que, con una visión global de los 6 credits que tiene este recinto, Racing es sin duda el mejor de todos. Llegará el momento de hablar de esta maravilla.

¡Sigamos! Justo frente a Racing localizamos una ride algo más actual pero que no puede faltar en el catálogo de cualquier parque de atracciones que se precie: una torre de caída controlada de S&S. En esta ocasión su nombre es Double Shot y nos ofrece una discreta torre de 30 metros donde saldremos disparados desde la base hasta llegar a su cumbre y experimentar así la ingravidez total:

Junto a Double Shot encontramos la hermana pequeña y kiddie de este tipo de rides y que más o menos también prolifera en todo parque de atracciones aunque quizás no con este fabricante (casi todas las que conocemos son de Zamperla), en esta ocasión se llama Hip Hop y su fabricante es Moser Rides:

Como no es Bakken un parque con demasiados huecos y grandes espacios, la curiosa unión de estas dos rides nos da como resultado un rincón compacto pero resultón:

Ratones e intensidad

Junto a estas dos torres (una más grande que la otra, pero torres al fin y al cabo) nos encontraremos, a mano izquierda, con una ristra de edificios en su mayoría de madera que no son ni más ni menos que locales con juegos arcade, cafeterías y restaurantes de diferente índole, todos ellos con magníficas terrazas en el exterior:

Frente a estos edificios encontramos la que fue la gran novedad del parque en 2012, un credit que pasó desapercibido para los entusiastas pero que tiene bastantes particularidades pese a ser una eterna clónica. Su nombre es Vilde Mus y como habréis adivinado se trata de una wild mouse de Mack Rides:

Junto a este trepidante y sinuoso credit localizamos uno de esos particulares edificios que pueden no llamar la atención por su tamaño o relevancia, pero que captados en fotografía y analizados al detalle adquieren una belleza particular. Se trata de Togkiosken, un pequeño puestecito embutido en un edificio hexagonal victoriano (con reloj superior incluido) que carga a sus espaldas casi 100 años de antigüedad:

Junto a Togkiosken, y continuando con la vista a la derecha, pude casi tropezarme con el único medio de transporte que un parque tan apretujado y repleto de edificios como Bakken puede ofrecer a sus visitantes, un tren de paseo de reducidas dimensiones que realiza una vuelta completa a todo el parque, parándose en algunos de los puntos más importantes del mismo:

Tras él localizamos la funhouse Hurlumhej, la típica ride walktrough donde podemos encontrar juegos visuales, engaños ópticos y demás inventos que hacen que por unos momentos nos divirtamos como auténticos niños mayores peleándonos con sacos de espuma o rodando por los suelos como peonzas. Atención sobretodo al "particular" marinerito que custodia la entrada girando a lado y lado su cabeza y moviendo los ojos y boca, todo un icono en el parque:

Colindante a esta simpática funhouse localizaremos el último rastro de intensidad en un buen trecho en esta parte del parque. Su nombre es Extreme y es una espectacular speed-flip desmontable de Moser Rides:

Es una ride que he podido encontrar ya en otras 2 ocasiones en mi vida (una en el Prater de Viena y otra en China Dinosaurs Park de China) y que después de probar corroboro que no es para tanto, que es mucho más intensa a la vista desde el exterior que una vez estás en el interior ya que ofrece unas prestaciones y arneses bastante cómodos y ergonómicos.

La guía Michelín al completo

El último tramo de paseo que recorreremos hoy en esta entrada es una zona relativamente pequeña, más bien podríamos definirlo como una manzana o isla en mitad del parque, a escasos metros de la vistosa woodie Rutschebanen y con la amenazante presencia de la loquísima Tornado. En esta isleta encontramos principalmente locales de comida y gastronomía de distintas tarifas y tipos, pero siempre con unos estándares de calidad elevadísimos y sorprendentes.

Para empezar y frente a la wild mouse Vilde Mus encontramos un restaurante buffet de asados y carne llamado Bakkens Grill & Bofhus, que nos ofrecerá en su parte trasera una enorme terraza con vistas totalmente claras a la woodie insignia del parque:

Al lado de este curioso y pintoresco restaurante grill encontramos una de las numerosas salas de juego y mini-casino donde podremos jugarnos nuestro dinero e intentar probar fortuna. En esta ocasión se llama Automathallen y muestra este aspecto desde el exterior:

Y justo al lado de Automathallen encontramos el que quizás sea el restaurante más céntrico del parque y en consecuencia el más frecuentado y visitado por todos los clientes del parque. Su nombre es Bondestuen y presenta una fachada repleta de color amarillo y amplias terrazas:

Y no bromeo, son realmente MUY amplias terrazas:

Bondestuen acaba haciendo esquina y conecta directamente con aquella diagonal de la que os hablé en la anterior entrada del blog, la que llevaba directamente a la Peter Liep Hus, la enorme casa blanca que presidía los bosques donde se encuentra Bakken.

Las fachadas que van a dar a esa diagonal presentan un aspecto algo más desordenado y, eso sí, repleto de restaurantes de diferentes tamaños agolpados en terrazas, escaleras y salones con vistas a todo el parque:

Este es el aspecto que ofrece esta calle diagonal si miramos en dirección a la entrada del parque:

Y finalmente, cerrando ya la entrada de hoy, encontramos en pleno centro del parque y como si un corazón de madera se tratase, la mítica y bastante desconocida Rutschebanen con más de 80 años a sus espaldas:

Como ya me he encargado de recordaros continuamente, el análisis de Rutschebanen lo veremos en un futuro en forma de una entrada de blog dedicada en exclusiva a este credit ya que, a mi parecer, es quizás el de dimensiones y relevancia más importante de todo este pintoresco parque danés.

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Hasta aquí llega esta segunda entrega del análisis exhaustivo a Bakken y todos y cada uno de sus edificios y rides. Como habréis podido comprobar, analizar meticulosamente este parque es una tarea bastante difícil y laboriosa ya que no es el típico parque repleto de parcelas donde encontramos los elementos separados y ordenados sino que aquí, al haber pasado tantísimos años abierto, se han ido acumulando los edificios y espacios.

Podemos estar tomando un café cuando a apenas 20 metros salta una torre de lanzamiento de S&S y un poco más allá oimos el rugir de las ruedas de una woodie precipitándose rápidamente en un drop. Es un parque muy intenso, muy movido y que cuando acoge cierto volumen de clientes en su interior puede llegar a saturarse apenas lo mínimo como para invitar a relajarte en los jardines y paseos que se sitúan en el exterior.

No os tranquilicéis mucho, ya que en la siguiente parte de este particular viaje se aproximan emociones fuertes en forma de desbocados "tornados" suizos...