Bitácoras desde Orlando (día 2)

¡Ya he llegado a Orlando!

Despues de 15 tortuosas horas de vuelos, escalas, esperas en salas de espera grises y varios taxis, por fin puedo decir que llegué y pisé la meca de los parques temáticos. Vamos allá con la primera imagen que destacaría del día de ayer:

Y es que este es el momento en el que cualquiera empieza a notar ya el cosquilleo de estar en un país diferente: el cambio de moneda. En EEUU se cambian euros por dólares (esto es de primero de viajero) y cabe advertir que los dólares son sensiblemente más alargados que los euros, por lo que no caben facilmente en la cartera, dejo ahí el dato.

Respecto al viaje, tomé taxi en Barcelona dirección a Aeroport del Prat, una vez allí en la Terminal 1 (la nueva) tomé un vuelo con US Airways directo hasta Philadelphia sobre las 10:30 AM. Ocho horas y media de vuelo después aterrizaba en Philadelphia y tenía que pasar el control de aduanas.

Como ya ocurrió en la anterior visita a EEUU, algo de mi pasaporte llamó la atención del FBI, que amablemente me pidieron que pasara a la sala de "second check", algo más pequeña y lúgubre que la de JFK en New York, pero mucho más vacía y rápida también. 5 minutos después estaba ya en dirección al arco de seguridad listo para tomar mi vuelo a Orlando.

Tras una pequeña espera de una horita despegué en un vuelo de 2 horas y media aterrizando, de noche ya, en un oscuro Orlando. Al pasar los primeros pasillos me encuentro la segunda imagen de esta bitácora, uno de los grandes y espectaculares halls del aeropuerto de Orlando:
Y al llegar a la recogida de equipajes la anécdota que os he explicado ya vía Facebook: mi maleta no llega con el vuelo. Tras un par de consultas el personal de US Airways me comunica que mi maleta está de camino a Orlando en otro vuelo que llegará sobre la media noche. Primer disgusto.

Sin problemas, afortunadamente llevaba todo el material necesario para hacer check-in en el hotel de Orlando, así que tras hacer las gestiones pertinentes me aclaran que me llevarán la maleta directamente al hotel en cuanto llegue al aeropuerto. Me quedo más tranquilo.

Taxi del aeropuerto al hotel, 50 dólares, dolor en el bolsillo, pero las primeras sensaciones claras del lugar: temperatura ideal (entorno a unos 20-25º de noche), tiempo ideal y un extraño aroma en el aire. Orlando huele a madera húmeda, a resina de cuando cortan leña.

Llego al hotel (Fairfield Inn&Suites, junto al lago Buena Vista), check-in, aviso del percance de la maleta, me aseguran que esté tranquilo y que disfrute de mi estancia. Pese a que no me trajeron la maleta a última hora de la noche, sí que la tenía esperándome hace una hora, en recepción, a primera hora de la mañana.

Así que ahora os escribo con la maleta recién abierta, esperando a bajar, desayunar y encontrar el medio de transporte hacia mi primer gran destino: ¡Universal Islands of Adventure!

Mañana os cuento...