Tal y como vimos en la anterior entrada del blog, a través del viaje del RollerCoaster Team durante este 2013 dejábamos atrás ya los pequeños micro-parques visitados durante nuestra primera jornada de estancia en Shanghai y, con las pilas cargadas, emprendíamos la visita del primer parque de mediana/gran cilindrada.
En una primera parte recorrimos multitud de rides, rincones y coasters importantes, dándonos cuenta de la variedad caótica que se convierte en una constante en este tipo de recintos chinos (y a nivel asiático en general). Atracciones mecánicas sin ningún denominador común que de repente convergen con grandes rides tematizadas.
Por eso aunque todavía queda bastante por ver hoy, en Bloggercoaster, doy paso a la segunda parte del análisis a Jin Jiang Action Park, donde veremos la totalidad del terreno ocupado por este parque de atracciones con forma de burbuja de ocio en mitad de la confusa y repleta urbe de Shanghai.
Aprendiendo a copiar (mal) a Disney
Nos quedamos al final de la anterior entrada justo en el lado opuesto al acceso al parque, en la parte trasera de la Shanghai Ferris Wheel y sus imponentes 108 metros de altura.
Pese a que os comenté que la estructura de los viales del parque es circular (y en general así es) sí que podríamos destacar varias vías enlazadas en la parte interior de este círculo que, a modo de arterias principales, sirven para poder acceder de un lado al otro rápidamente en caso de querer cruzar de punta a punta el parque y que ayudan a agilizar la visita al mismo.
Junto a una de estas vías podemos encontrar una flat-ride bastante conocida en occidente y que también goza de cierta fama en oriente. Se trata de la famosa disk'o coaster de Zamperla (y sí, esta vez es de facturación italiana) que en esta ocasión lucía este peculiar a la par de vistoso aspecto:
Unas decenas de metros más allá nos encontramos con dos rides que no podrían faltar en absolutamente ningún parque de atracciones. Por una parte localizamos una wave swinger extremadamente colorida y con motivos orientales (adiós, por un momento, a las copias y licencias ajenas):
Y por otra parte, cómo no, unos bumper cars (que en este caso lucen el original nombre de Super Bumper Cars) algo más abiertos y accesibles que los modelos que nos habíamos encontrado hasta ahora en otros parques como People's Park o Heping Park:
Pero la auténtica estrella de esta zona del parque no eran estas dos rides menores, ni mucho menos. La auténtica estrella es Welcome to Joyland, un inquietante a la par de característico edificio que ofrecía este gigantesco aspecto desde el exterior:
¿Qué es Welcome to Joyland? Bien, podríamos definirla como una dark-ride de paseo familiar que pretende ser una copia descarada del concepto It's a Small World de Disney pero que se queda en una especie de media tinta sin definir. Algo que en Theme Park Review definen muy bien con el nombre de "knock-off" o lo que vendría a ser una imitación al canto.
Lo más característico de esta ride, tras atravesar unas inquietantes colas repletas de imitaciones burdas de personajes Disney como Pinocho o Aladdín, es la estación que por el tamaño y presentación bien podría ser ya de por sí una atracción ella misma:
Efectivamente, la carga es doble ya que, como podéis observar, la multitud se agolpaba por poder acceder a las barcas de la maravillosa Welcome to Joyland. Imagino que captáis la ironía de mis comentarios, claro. Una vez logramos acceder a nuestra barca, empezó un viaje repleto de enormes salas de techos altísimos y bizarra cantidad de luces led y animatronics de bajo, muy bajo coste:
El recorrido pudo durar facilmente sus 10 minutos ya que la velocidad del agua no ayudaba a que aquello acelerase un proceso de desengaño tan funesto. Salas absolutamente mudas, animatronics polvorientos o efectos que no funcionaban desde hacía siglos, Welcome to Joyland se fue tornando en una de las experiencias más desastrosas del viaje entero. Pero eso sí, el intento por imitar la grandeza de Disney jamás se le debe negar a los chinos.
Catálogo de flats, agua y grandes espacios
Totalmente anonadados por la rancia experiencia que habíamos vivido, nuestro humor volvió de nuevo a la normalidad tras ver que justo frente a la enorme fachada de Welcome to Joyland encontrábamos un nuevo credit por probar y que en esta ocasión valía mucho la pena ya que se trataría de la primera (que no última) spinning-coaster de Golden Horse:
Como os vengo diciendo desde la anterior entrada, deberéis ser pacientes pues ya os estoy preparando una entrada donde os analizaré paso a paso cada uno de estos exóticos credits.
En el centro de Jin Jiang Action Park básicamente podíamos encontrar grandes espacios con alguna que otra ride cada 10 o 20 metros, por lo que sí, Jin Jiang Action Park ofrece muchos espacios y huecos por completar y a mi parecer en esta parte el parque peca un poco de grandes extensiones de asfalto y caminos sin apenas sombra. Pese a este punto negativo, en el centro encontramos rides de distinta índole como estas barcas de paseo en canal cerrado de agua:
U otro de esos clásicos repetidos hasta la saciedad en todos los parques, el carrusel de turno. Pese a todo, en esta ocasión la nota distintiva del carrusel de Jin Jiang Action Park es que se trataba de una enorme edición de doble piso con una capacidad que contrasta totalmente con la cantidad real de personas que vimos riddear esta ride evidentemente infantil. Pese a todo vimos funcionar el carrusel un par de veces, por lo que hubo quien lo disfrutó, seguro:
Pero no todo son atracciones o coasters. El parque de Shanghai también nos iba ofreciendo, muy de tanto en cuando, edificios vistosos y con cierta categoría que albergaban en su interior algún que otro restaurante o tienda donde poder adquirir comida. En esta ocasión y con las bonitas vistas al fondo de la gigantesca Shanghai Ferris Wheel, encontramos un edificio donde decidimos adquirir nuestro desayuno del dia, se trata de Kaile Sweetmeats, algo así como una mezcla de tienda de chucherías, pastelería y cafetería:
Delante mismo de Giant Inverted Boomerang, abriéndose paso en la isleta formada en el interior del círculo de este pintoresco parque, localizamos otro de los credits más llamativos y flamantes del parque. Se trata de una moto-coaster de Zamperla y su nombre es Moto Coaster (¿de qué os sorprendéis?) y su intrincada estructura repleta de soportes blancos y amarillos lucía así:
Tal y como os vengo comentando texto atrás, habrá tiempo de analizarla de forma más detallada en la siguiente entrada del blog.
Como no podía ser de otra manera, en uno de los extremos longitudinales del parque y colindante a una larga hilera de vertiginosos edificios residenciales, localizamos una ride obligatoria en todo parque. Se trata de un flume (aunque en esta ocasión es prefabricado) llamado Flume Ride y que en esta ocasión consistía en un recorrido con dos drops cruzados (uno menor de inicio y otro mayor, el final):
La verdad es que el uso de rides acuáticas de este parque no es que luzca demasiado por la calidad o cantidad, pero su uso y tipología son más que agradecidos cuando el calor de la contaminada Shanghai aprieta, sobretodo en las horas principales del mediodía.
Zona kiddie y gastronomía ¿en un tren?
También es verdad que una de las primeras cosas que se me ocurrieron cuando completé el recorrido completo de Jin Jiang Action Park es que su aspecto, lejos de chocar totalmente con la sintonía occidental a la que estamos acostumbrados, es bastante similar al de los parques de atracciones europeos o norte-americanos, con la única diferencia del nombre de las rides. Pero la disposición y catálogo es muy muy parecido a lo que ya vemos por aquí, prueba de ello es el hecho de que en un pequeño rincón del parque podíamos localizar un área kiddie con bastantes similitudes a las que encontramos por estas tierras:
Bien, estaremos de acuerdo en que la tematización no es que sea excelente y todo luce bastante feo al lado de tantísimos bloques de viviendas y oficinas, pero fuera de eso, los principales elementos de este área kiddie no difieren demasiado de lo que podamos encontrar en cualquier otro parque. En este caso el área kiddie de Jin Jiang Action Park se llama Roman Holiday (no me preguntéis porqué, desconozco exactamente el motivo):
El catálogo de rides presentadas era bastante básico: spin-rides infantiles, una doble torre de caída controlada (producto 100% Zamperla en esta ocasión) y rides quizás no tan comunes, con un aspecto mucho más chino y precario de lo que están acostumbrados a ofrecer los italianos en sus "packs" de atracciones infantiles:
Sea como sea y sin pretenderlo, una vez visitada y rodeada esta simpática área kiddie nos plantamos de nuevo en la zona de la entrada del parque, justo frente a la estación de monoraíl con la que empezamos la jornada. Nos propusimos entonces probar, por primera vez en nuestro viaje, la comida que nos podía ofrecer un parque de atracciones chino.
En este caso vale la pena remarcar que no hablamos de comida fast-food, nada de hamburguesas o patatas fritas, sino de comida auténticamente china. Para ello decidimos buscar el restaurante más pintoresco del parque y nos dimos cuenta que estaba situado justo debajo de la estación de monoraíl, se trataba del Happy Restaurant y presentaba varios accesos, de los cuales este era el más curioso:
Antes de entrar dentro, vale la pena pensar en que Jin Jiang Action Park se sitúa justo encima de lo que era la zona de acceso a la ciudad por parte de las primeras líneas de ferrocarriles (desplazadas hoy día unos 500 metros más al este, en la estación de metro y trenes a través de la cual podemos llegar a este parque de atracciones). En conmemoración a este hecho, el parque decidió conservar algunos vagones que formaban parte de aquellos tiempos y transformarlos (al estilo chino) en una especie de punto fotográfico integrado con lo que es el verdadero restaurante. Voy a explicarme mejor mediante la fotografía siguiente, cuando entramos por la parte de los vagones lo que vemos es esto:
Pero en realidad una vez atravesamos el vagón entramos en una gran sala (que pertenece a los bajos de la estación de monoraíl que vimos al comienzo). En este restaurante la carta ofrecía medio centenar de posibilidades distintas a distintos precios, nada prohibitivos como suele ser costumbre en China (comer en China es tremendamente barato). Así que después de intentar entendernos con el personal del comedor, que fue muy amable y simpático, me dispuse a comer mi plato principal:
No os escandalicéis, estaba todo realmente exquisito. Se trata de un combinado de carnes y entrañas bastante jugoso y rico. De izquierda a derecha encontramos pato a la plancha, ternera marinada, callos de cerdo y decorando cada una de las esquinas del plato una especie de huevos duros increíblemente sabrosos (desconozco exactamente la elaboración o procedencia, pero estaban realmente buenos). La comida estuvo increíble, es un restaurante muy económico y os podéis llenar el buche por no más de 40 o 50 yuans (el equivalente a unos 6 o 7 euros).
Dicho esto y completado el recorrido total del parque, sólo queda resumir a grandes rasgos lo que me pareció Jin Jiang Action Park mientras observamos esta bonita panorámica que proporciona la Shanghai Ferris Wheel:
Un parque completo, muy compacto pero a la vez espacioso, con un catálogo envidiable tanto de coasters como de rides (la cantidad de flats que tiene está muy bien proporcionada a la de credits), de fácil acceso a través de transporte público, muy visible en la distancia (pese a la perpetua contaminación de la urbe) y que es bien conocido por los taxistas de la ciudad. Además sus precios, su gastronomía y el conocimiento por parte de alguno de sus trabajadores del inglés, lo convierten en un parque MUY recomendable para ser visitado si os encontráis de paso en la ciudad oriental. Os puede llevar como mucho 4 o 5 horas para verlo por encima, nosotros desde primera hora hasta pasado el mediodía lo tuvimos visto.
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Y hasta aquí llega este análisis de Jin Jiang Action Park, un parque bastante pintoresco, sin quizás un exceso de theming que lo haga ser reconocido entre los demás, pero con un grupo de atracciones bastante jugoso para cualquier entusiasta de parques que se precie.
Como ya os he ido comentando a lo largo de las dos partes escritas, en la tercera entrada que dedique a este simpático parque chino hablaré al detalle de todas sus coasters, haciendo quizás más hincapié en la imponente Giant Inverted Boomerang, la quinta de su generación y la más nueva.
Resulta curioso como se mezcla en este parque atracciones de un nivel medio-alto como el GIB de Vekoma, el disk'o de Zamperla o la Spinning Coaster, con cutre-atracciones de factoría china. Me resulta extraño la mínima afluencia de visitantes ante un parque tan completo. Muy buena entrada.
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