sábado, 10 de mayo de 2014

Bitácoras desde Alemania (día 7 EXTRA)


¿Y por qué extra? Muy sencillo: hasta este momento el viaje había implicado la participación de los dos miembros (Fon y un servidor) pero a partir del domingo 27, la última jornada, Fon volvió a la realidad y tuvo que ir a trabajar, por lo que yo tenía por delante el día entero para pasarlo en Madrid.

Madrid tiene muchos edificios famosos y rutas para pasear y visitar, pero como sabéis ya a estas alturas para mi Madrid tiene dos parques (uno de atracciones y otro temático) así que en esta ocasión me decanté por la visita a Parque de Atracciones de Madrid, ya que por una parte tenía una reserva de imágenes muy pobres sacada hace años en mis anteriores visitas y necesitaba ampliarla como fuese y, por otra parte, el parque había "desbloqueado" el acceso a dos de sus credits (dos kiddies) además de haber añadido otro nuevo hacía apenas un año, por lo que era motivo de sobras para decantar definitivamente la balanza.

Domingo por la mañana y me presento a las puertas del parque:

 Lo primero que he de reivindicar (y siempre me ha ocurrido visitando este parque) es que tiene un horario absolutamente absurdo. Puedo entender la política de intentar amoldar los horarios a la vida media de un madrileño, pero ¿acaso no están despiertos los madrileños desde primera hora del día?¿Acaso no es lo mismo las 10 que las 11 que las 12 de la mañana?

Pues Parque de Atracciones de Madrid abre a las 12:00, cuando ya todo el mundo ha desayunado, almorzado y casi casi empieza a poner las sartenes en el fuego para preparar la comida. Bienvenidos a Alaska.

Dicho esto accedí al recinto y el primer impacto que me llevé, al acceder por la entrada directa del metro, fue la sustanciosa novedad de este 2014 que resulta ser un lavado de cara + actualización del área kiddie/familiar que ya presentaba el parque antes pero que ahora luce esplendorosa, colorida y llena de marcas de consumo iconos infantiles, hablo de Nickelodeon Land:
 Dora la Exploradora, Bob Esponja, Las Tortugas Ninja, Rugratts y un puñado casi interminable de licencias que vienen con todo el "pack" Nickelodeon y que provocan en los más pequeños de la casa una explosión de colores y estímulos cercana a la ingesta masiva de azúcar. Una de las modificaciones quizás más radicales (y que ciertamente creo que se podría haber hecho de otra manera) es el pintado y restaurado de la estación del mini-ferrocarril situada nada más acceder al parque. ¿Hay que agradecer que no la hayan borrado de un plumazo dado su histórico valor? Sí, pero... ¿realmente era necesario cubrirla por completo de color naranja chillón?:
 Una vez me adentré por completo en esta nueva Nickelodeon Land empecé a descubrir que la mayoría de la factura del área viene a cargo de Zamperla o SBF Visa Group, ambas empresas clásicas ya en esto de añadir rides a pares. Así pues podemos ver pequeñas free-falls, coches eléctricos de paseo, spin rides de pequeña envergadura y un aderezo de colores y temática de rango medio o más bien bajo (esto es predominando grandes vallados de colores planos y paredes de cemento visto pintadas con vistoso cromatismo):
 Como os he dicho antes, uno de los credits que quedaron automáticamente desbloqueados para los adultos si mal no recuerdo en la temporada de 2012 es Vagones Locos, una zamperlada de la que existen más de una treintena repartidas por todo el mundo, así que como comprenderéis hice cola, riddeé y marque un enorme "check" en mi lista personal. Un credit más, con un nivel algo deficitario de sombra a 20 metros a la redonda (colas incluidas), pero una kiddie más:
 Y allí a lo lejos se la ve, efectivamente, hablo de TNT Tren de la Mina, la novedad de Parque de Atracciones de Madrid en 2013 y ciertamente uno de los campanazos del año. Pero por desgracia para mi, a partir de aquí se me empezó a torcer el morro.

Puedo aceptar que un parque quiera abrir sus puertas, inexplicablemente, a partir de una hora totalmente absurda como son las 12:00 de la mañana. Pero lo que no acepto bajo ningún concepto es que este credit, situado a apenas 3 minutos andando de la entrada del parque, no abra sus puertas hasta bien entrada la una del mediodía. Para más inri las puertas de acceso a las colas permanecían abiertas desde la apertura del parque (es decir, la gente podía entrar y agolparse en el interior pero ningún tren empezaba a circular, ni siquiera en testings). Y por si todavía queréis más, cuando empezó la circulación de trenes lo hicieron tan solo con UN tren, a pesar de tener dos trenes totalmente operativos y más de 45 minutos de cola.

Imperdonable. Inaceptable. Digno de parques de categoría chabacana, pero no de un parque con la solera que debería tener Parque de Atracciones de Madrid.

Es totalmente ilógica la parsimonia del parque respecto a la operativa de una coaster que apenas tiene un año de vida y que debería tener un ritmo frenético de carga y descarga.
Como es razonable, nada más salir de la coaster (que para qué negarnos, es una familiar bastante divertida pero a su vez tampoco roza la excelencia creativa en su layout, manchado por completo por esta pobre operativa) me dirigí a las oficinas del parque situadas en la entrada del parque, lugar donde mantuve una distendida y prolífica conversación con José Luis Atienza, jefe del departamento de atracciones del parque.

Y pese a que no llegué a concordar en ningún momento con la política de mantenimiento y operativa de todas y cada una de las rides del parque (tal como él me lo mostró), sí que he de agradecer la atención que tuvo en la charla que mantuvimos a puerta cerrada, discutiendo los pros y contras de varios aspectos que yo llevaba tremendamente frescos pues hacía apenas unas horas había pisado un parque tan ejemplar como Europa Park (donde las coasters circulan al límite de trenes todo el día incluso antes de que se abran las puertas del parque, por ejemplo).
 Transcurrido este agradable a la par que lastimoso capítulo, decidí emprender de nuevo mi visita por el parque por una zona que conocía a la perfección pues apenas ha cambiado en estos últimos 3 o 4 años, desde mi última visita. Para empezar un ciclo rápido y de comprobación en la simplona pero divertida Vértigo, una wild mouse por la que parecen no pasar los años pese a no ser original de este parque y a ir acumulando ya bastantes años de vida:
Y posteriormente me adentré ya en la zona más teenager del parque, repleta de flats y coasters dignas de gritos adolescentes y vomiteras en las puertas. En ella y a sabiendas ya de prácticamente todos y todas, encontramos especímenes como La Lanzadera, Top Spin o La Máquina (que bien merecen un riddeo cada una de ellas, a excepción quizás de Top Spin que conoció años mucho mejores en su trayectoria):
Vistas las tres señoras, es el turno de la reina indiscutible. Con permiso de la cerrada Tarántula (por lo visto esta temporada la spinning está siendo el molesto callo de Parques Reunidos...), Abismo lucía espectacular como siempre, con un layout genialmente diseñado, único en el mundo y de la cual creo que el parque no realiza la campaña de marketing suficiente que merecería un credit de estas características. 

Fina en casi su total extensión, vibración justificada por su edad (y trasiego) y un equilibrio de fuerzas e inversiones genialmente hilvanado, los ingredientes perfectos para un cóctel de dimensiones gigantescas y cuyo sonido se hace presente en gran parte del parque. Señores y señoras, pruébenla ya si no la tienen en su currículum:
Como ya os he comentado, Tarántula estaba con el candado puesto así que no funcionó en todo el día (y según el bueno de Atienza, llevaba así ya desde antes de Semana Santa) así que las posibilidades de diversión en este rincón se fueron reduciendo hasta tener que completar la erróneamente localizada pero siempre válida disk'o coaster Tifon:
O el credit más infravalorado y apartado del parque, una vapuleada bestia negra (con reminiscencias pistacho) llamada Tornado. Será ortopédica, será lenta y posiblemente no sea un paseo entre nubes, pero creo que a ojo del buen park-freak Tornado es una de esas coasters que cumple de sobras su papel a nivel de intensidad y emociones. Justa y necesaria, bastarda pero entrañable Tornado:
Vistas las principales majors, mi visita por el parque se resumió en buscar aquellas rides de paseo, flats familiares o rides en general que tuvieran una cola inferior a los 20 minutos de tiempo. Y creedme que no fueron demasiadas las que pude catar por esta particular restricción (lo cual os viene a decir perfectamente qué ocurrió durante todo el día gracias a semejante política de operativas).

Rompí mi particular lanza a favor de la insustituible Jungla (y he de confesar que temblé al salir de ella, porque de repente noté el frío aire que uno siente en los cementerios...), volteé y volteé a bordo de la espacial Star Flyer, tuve reminiscencias del bochornoso paseo en barca por aquella imitación de It's a Small World en Jin Jiang Action Park (China) a través de Fantasía e hice casi una hora de cola (tal como leéis) para poder probar algo tan ridículo como Padrinos Voladores, quizás uno de los credits que más vergüenza y dedicación (a partes iguales) me ha hecho gastar para poderlo tener al fin en mis filas.

La jornada concluyó con mi desplazamiento a Barajas a última hora de la tarde/noche, donde tomé mi vuelo alrededor de las 23:00h y cuya finalización pasada la media noche fue en mi querida casa: Barcelona.

Una ácida guinda del pastel esta visita a Parque de Atracciones de Madrid. Una visita que esperaba con ciertas ansias (pues lo tuve en un pedestal en su día) pero que de repente se convirtió en un chubasco emocional digno de esta primavera.

2 comentarios:

  1. Visite el parque en febrero y que decir, no he visto unas operativas mas lentas y desesperantes en mi vida. Para rematar, en atracciones como Star-flyer cargaban mas de la mitad de la atraccion con spedy pass. Desde luego que el sabor de boca que te deja el parque es agrio...

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  2. AFAPAM: Esperaba esta entrada desde que la anunciaste y efectivamente estoy de acuerdo con todo lo que expones. Es vergonzoso las horas de espera que hay que hacer en TODAS las atracciones sean del tipo que sean. Entiendo que es un parque que al estar tal próximo a Madrid tenga un attendace muy alto, pero se te quitan las ganas de ir (y tengo el Bono desde hace bastantes años) sólo por no desesperarte en las colas, sobretodo viendo cómo las operativas son extremadamente pésimas. Tal y como comentas, sólo en algunas contadas ocasiones al año ponen a funcionar dos trenes en TNT, y eso que es nueva. Abismo, Vagones locos padrinos magicos sólo permite un tren, Tornado desde hace muchos años sólo tiene 1 tren y Vertigo tiene un sistema desesperante.

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