"El triángulo sagrado", "la santísima trinidad" o
"el tridente mortal" son algunos de los nombres que ha recibido a lo largo de estos últimos años un trío de parques situados en pleno corazón de Europa, en terreno alemán pero con acento francés y que significan para todo entusiasta un rumbo fijo, una ruta obligatoria por lo menos en una ocasión en la vida.
Hablo de
Holiday Park, Erlebnispark Tripsdrill y el omnipresente
Europa Park. Separados por menos de un centenar de kilómetros entre sí, estos tres parques podrían resumir fielmente lo que es la perfección y además servir para catalogar un buen puñado de tipos de parques (grandes, temáticos, de atracciones, rurales, de majors, familiares, etc.).
Pero hoy, en
Bloggercoaster, voy a tratar de analizar tan solo uno de ellos a fondo. Primero porque mi reciente visita ha servido para ponerme al día sobre él y segundo porque ya merecía, de una vez por todas, una serie de detalladas entradas. Me refiero a
Holiday Park, el hogar de la diosa
Expedition GeForce.
El bello cisne, ahora de Plopsa
Y es que
Holiday Park cuenta con 4 décadas de historia pero el parque de atracciones que hoy nos encontramos es fruto de un renacimiento producido en esta última década. Nacido en 1971 como parque de atracciones básicamente rural, plantó en pleno campo una decena de rides que convertirían la zona de Speyer en una región de descanso familiar en festividades significativas. Tras años y años de existencia y con la compra del parque por parte del grupo
Plopsa (Studio100), Holiday Park se ha reconvertido en uno de los parques más prometedores del centro de Alemania con más de un millón de visitantes anuales.
Como el parque tiene un volumen bastante considerable y una cantidad de rides multiplicada en las últimas temporadas, voy a analizarlo en dos partes, para evitar cargar demasiado de fotografías y datos, por lo que hoy iniciaremos el viaje desde la entrada del recinto hasta justo el centro del mismo. Aquí podéis ver el aspecto del mapa y marcada con una flecha la actual entrada al parque (una de las novedades marca de
Plopsa):
Antes de que los belgas metieran mano en el negocio, la entrada del parque se realizaba por uno de los laterales a los que se accedía desde el aparcamiento. En la actualidad el parking se sitúa en el mismo emplazamiento pero da directamente a la zona de taquillas y tornos, realizando una forma de embudo mucho más intuitiva (y característica de
Plopsa). Los accesos del parque presentan ahora un aspecto más ordenado y lógico:
A nuestra izquierda, nada más llegar, encontraremos las taquillas distribuidas en un edificio alargado y que goza ya de la tematización del grupo
Neverland (todo un clásico ya que
Plopsa y la empresa tematizadora son como uña y carne):
Tras haber adquirido nuestro ticket de entrada y si tenemos cualquier tipo de dudas, sugerencias o solicitudes, podemos dirigirnos al edificio de servicios e información, donde podremos conseguir todo tipo de premisas por parte del personal del parque:
En el centro de esta enorme y abierta plaza, decorada coquetamente con fuentes, puentes, farolas y pequeñas zonas ajardinadas, encontraremos otro de los distintivos del grupo
Plopsa y el primer toque de calidad temática que se echaba en falta en
Holiday Park hace apenas media década, un arco de entrada con perspectiva forzadísima pero con un aspecto realmente fantástico, la muestra por parte de
Plopsa de que el mundo al que vamos a acceder requiere de un vuelo de imaginación extra:
Atravesados ya los tornos de acceso al parque, equipados con nuestro mapa, es el momento de enfilar un amplio vial a modo de mainstreet que nos va a conducir a otro de los distintivos de
Plopsa en todos los parques de los que es propietaria la compañia
Studio100:
Y me refiero cómo no a las galerías acristaladas. Les gusta mucho ir encogiendo la ruta hasta que no te quede más remedio que pasar por un único cuello de botella. En este caso podéis ver un edificio con bonitas casas de aspecto rústico alemán y en el centro un gran arco acristalado y repleto de juegos cromáticos y florales:
Y si pasamos por este inevitable elemento, asistimos al primer baile de sensaciones y de sorpresa ante la belleza colorista que
Holiday Park nos regala cuando contemplamos esta preciosa galería:
A ambos lados de la galería encontramos arcadas bellamente tematizadas en piedras de colores y sostenidas por columnatas de libros agolpados unos encima de los otros. A nuestra izquierda encontraremos la
Holiday Park Shop, posiblemente la tienda más grande en todo el parque y lugar obligatorio de paso si queremos localizar el merchandising más variado tanto de la compañía
Plopsa como del parque:
A nuestra derecha encontraremos uno de esos detalles que tanto me gustan y que por desgracia tan poco abundan en los parques con más historia, me refiero al
Holiday Park Museum que, efectivamente, es un museo de historia del parque:
Y es que con más de 40 años de historia
Holiday Park cosecha ya una buena cantidad de rides desaparecidas, míticas e históricas. Sin ir más lejos este mismo año podemos encontrar en él un tren entero de la desaparecida
Superwirbel o, como podréis ver en esta fotografía, uno de los animatronics "sorpresa" con los que nos topábamos si riddeábamos la versión original de
Teufels Fässer, el flume que durante muchos años ocupó el lugar al
"mejor flume de Europa" en mi ranking personal:
El museo se completa con un paseo cronológico a través de sus paredes por la historia del parque, desde los primeros años hasta las últimas temporadas, haciendo un hincapié especial en aquellas novedades que calaron fondo en los visitantes y seguidores del mismo (
Expedition GeForce, Free Fall Tower, Superwirbel, etc.). No es que os recomiende visitarlo, es que directamente
os obligo a hacerlo si pasáis por aquí, es olor a nostalgia pura y dura.
¡Esto es un área kiddie!
Una vez atravesamos la galería acristalada de entrada, podemos darnos la vuelta y observar que el trabajo de theming por parte de
Neverland llega a unas cotas de exquisitez dificilmente asumibles por el resto de compañías. Se nos descubre una preciosa villa donde todas las casitas tienen formas y colores de distintos estilos, pero todas con una harmonía especial, digna de contemplar (y no olvidemos de que se trata de 100% cemento, nada de porex o inventos volátiles spaguettinis...):
A esta segunda plaza (primera si consideramos que está ya dentro del propio recinto)
Plopsa le quiso dar un sentido reconciliador, tranquilo y muy ameno. Para ello instaló en el centro una gigantesca fuente danzante (
Tanzende Fontänen) cubierta por rejilla donde los niños (y los no tan niños) pueden disfrutar de un remojón inesperado. Al fondo, justo donde antaño podíamos encontrar un cine 4D, se ha dejado un espacio sospechosamente abierto (
ehem FUTURA NOVEDAD ehem) y un pequeño teatrillo donde se escenifican espectáculos puntuales durante toda la temporada, dependiendo de las fechas:
Esta apacible plaza sirve a su vez como distribuidor de gente, por lo que a partir de aquí podemos elegir nuestro camino en tres direcciones distintas. Como vamos a ir por orden, elegimos girar a la derecha para visitar el poderío de
Plopsa al máximo en una de sus firmas más genuinas: las áreas kiddies. Me refiero a
Majaland (el área temática de
Maya y sus amigos) donde de repente nos encogeremos hasta tener la medida de un simple insecto.
En
Majaland encontramos una docena de rides de distintas tipologías y tamaños, con un ámbito evidentemente familiar y con una finalización y diseño en detalles que llega a provocar la pura admiración del seguidor de parques. Fijáos sino en el trato exquisito que se le ha dado a esta típica spin-ride en la que nosotros podemos controlar la altura de las góndolas mientras damos vueltas al son de la mítica canción de
La Abeja Maya:
Pero no queda ahí todo, también podemos recorrer un bonito prado con sinuosas vueltas a lomos de
Flip, el saltamontes con sombrero a bordo de
Flip der Grashüpfer:
Si nos entra un poco de hambre el parque nos ofrece una visita a
Maja-Burger, donde podemos degustar sabrosas hamburguesas. Además aquí
Plopsa ha decidido crear estilo con un detalle genialmente pensado: si somos padres y llevamos a nuestras criaturas, justo al lado del restaurante hay una gran zona de juegos y columpios tematizados, por lo que mientras los peques se entretienen de manera segura y amena, nosotros podemos comer tranquilos en mesas de picnic, teniendo a las criaturas siempre a la vista. ¡Se acabó eso de estar comiendo y soportar jaurías enteras de críos llorando y corriendo a tu alrededor!:
Podemos localizar también en este lugar una rockin' tug de
Zamperla llamada
Verrükter Baum, una vieja conocida puesto que en
Plopsa de Panne (Bélgica) también se podía encontrar una ride de similares características y cuidadísimo theming:
Como ya os he indicado, el theming a lo largo de toda el área es constante, ya sea en forma de gigantescos girasoles, bonitos jardines de amapolas, simpáticas plantas o, como en este caso, un desproporcionado cubo donde un grifo va echando agua constantemente y donde debemos andar con cuidado, ya que el agua sale aleatoriamente en forma de refrescantes chorros por decenas de pequeños agujeritos:
Como es lógico no todas las rides que localizamos aquí gozan de tantísima sofisticación ni tecnologías modernas, también encontramos las clásicas versiones kiddie de atracciones más adultas pero adaptadas para que los más peques las puedan disfrutar. Fijáos sin embargo en el finalizado de detalles como el suelo enlosado alrededor de la ride (nada de cemento visto), la barrera que la rodea (construida en madera) o el theming adaptado a algo tan pequeño mostrando una abeja madre con paneles de miel alrededor. Son esos pequeños factores los que hacen grande un área kiddie como esta
Majaland:
Para los más aficionados a la fotografía, los intrépidos que buscáis puntos imposibles y enfoques diferentes, el área contiene una free-fall de caída controlada y giratoria, que os permitirá elevaros a unos 10 metros de altura para poder sacar buenas instantáneas aéreas. Su nombre es
Blumenturm y este es su aspecto:
En definitiva, un rincón repleto de zonas de descanso para los mayores y de decenas de estímulos visuales y sensitivos para los más pequeños. Probablemente si vais con niños no salgáis de aquí en horas, pero no se convertirá en una tortura aburrida e insustancial, sino que vosotros también podréis formar parte de la diversión de vuestro hijo y contemplar la belleza del theming creado minuciosamente por
Neverland.
La bifurcación extrema
Una vez nos hemos paseado ya por
Majaland es el turno de empezar a teñir la visita de sensaciones algo más fuertes, es la hora de los adultos (o más bien teenagers) ávidos de emociones intensas. Y la mejor manera de transmitirnoslo es con la imponente sombra de
Anubis Free Fall Tower, que como su propio nombre indica, es una free fall de Intamin con 3 góndolas y 80 metros de caída libre.
Un pequeño consejo: la mejor góndola es la que os dejará con unas vistas prodigiosas de
Expedition GeForce, se trata de la góndola más independiente de las tres, las otras dos están prácticamente pegadas y están enfocadas a la entrada y al área kiddie. Olvidad esas dos y buscad la suelta, veréis qué vistas del diablo naranja...
Si ya hemos superado la caída libre de
Anubis, podemos decidir hacia dónde sigue nuestro camino. En este punto podemos optar por dos rutas. A nuestra izquierda está la ruta
Expedition GeForce, a nuestra derecha está la ruta más tranquila el parque antiguo. Aunque ambas rutas son totalmente aceptables, la inmensa mayoría de la gente opta siempre por la de la izquierda, así que vamos a dirigirnos hacia el coloso anaranjado, la maravilla de
Intamin, la quintaesencia de las coasters de acero. Saludemos a
Expedition GeForce:
Pero permaneced tranquilos, no voy a analizar ahora la megacoaster de
Intamin porque
ya en su día le dediqué una entrada entera, así que si queréis zambulliros por completo en el baño de fuerzas G que os ofrece este demonio de acero,
os invito a leer la entrada de análisis a Expedition GeForce o si queréis curiosidades
la que también escribí sobre Richard Rodriguez, el hombre que fue capaz de estar dos meses enteros riddeándola a diario.
Aún así, voy a mostraros algo que pasa desapercibido para la gran mayoría de visitantes primerizos al parque. Se trata de
Tabalugas Abenteuer, una ride de paseo a través de barcas por canal acuático que está tan escondida y apartada del parque en general que a parte de tener todas las papeletas para acabar desapareciendo, suele ser una ride que se escapa a ojos del visitante novato. La encontramos en el camino que va de la free fall a
Expedition GeForce, en un pequeño camino que se aparta hacia la izquierda:
No es gran cosa, de hecho llega a rozar puntos en los que se torna bastante lamentable, pero de nuevo si vais con niños o si os gustan este tipo de rides (a mi particularmente me chifla coleccionarlas) disfrutaréis de unos buenos 10 minutos de pausa en los que los más cansados podréis aliviar vuestras maltrechas piernas. ¿Podría no existir una ride como
Tabaluga Abenteuer? Podría, pero estoy convencido de que si no estuviera la echaríamos en falta, así que ahí la tenéis:
Tanto si hemos decidido hacer el paseo en barca a través de espesos bosques como si la maravilla de Intamin ha llamado nuestra atención, tarde o temprano acabaremos pasando por aquí, la
Camp Station, una gran plaza donde encontramos la entrada de
Expedition GeForce, la tienda de la propia coaster, un restaurante de snacks y fritos llamado
Camp Kitchen y un escenario donde se representan varios shows a lo largo del día con música pegadiza y bailona (huíd como de la peste si queréis espectáculos temáticos o con riqueza argumental, avisados/as estáis):
Y ahora nos quedaremos aquí, no avanzaremos más, ya que como os dije anteriormente, justo en la posición de
Anubis Free Fall Tower se abría una bifurcación de caminos que llevan exactamente al mismo sitio, así que tiramos hacia atrás y nos situamos frente a la larguísima torre de
Intamin.
Bienvenid@s a la auténtica Selva Negra
Para ir a
Expedition GeForce tiramos hacia la izquierda, así que ahora habrá que elegir el sendero de la derecha, aquél que nos hace adentrarnos en un espeso bosque verde y que estrecha poco a poco el camino para convertirlo en una calle asfaltada. De esta manera accedemos a la zona más antigua del parque llamada
Pfälzer Dorf, allí donde
Holiday Park empezó a crecer 40 años atrás.
En esta zona, tematizada en la Alemania más tradicional y tópica, encontraremos el restaurante más caro y elogiado de todo el parque, el
Pfalzgraf, bordeado por preciosas terracitas de madera y jardineras y donde tanto podemos degustar un plato de sabrosa carne a la brasa como una cerveza en jarra típica de estas tierras:
Conforme nos adentramos en este lugar empezamos a darnos cuenta de que el ambiente aquí es totalmente distinto. Edificios de madera, puestecitos, atracciones antiguas y el olor de brasas y madera quemada típico de un pueblecito de montaña:
También es aquí donde podemos encontrar un viejo conocido de
Bloggercoaster: el gigantesco Weinfass, un tonel de madera de proporciones colosales y que sirve en la actualidad para almacenar la cosecha anual del vino del parque que se sirve en varios restaurantes y se vende en la zona.
De él os hablé a través de una de las fotos de la semana y en nuestra última visita hice partícipe al amigo Fon de semejante hallazgo:
Como no podía ser de otra manera, las calles de este bello lugar confluyen en una plaza rodeada por enormes bosques de hayas y, en el centro, una de las joyas conservadas por el parque como si de una auténtica piedra preciosa se tratara. Hablo del carrousel
Antikes PferdeKarussell, que data de un lejano 1879 y que fue adquirido y restaurado por el parque en 1981:
Y justo frente a esta maravilla de la ingeniería del siglo XIX localizamos un pequeño teatrillo donde en la actualidad podemos presenciar un show con pequeños roedores amaestrados (sí, así tal cual suena):
La verdad es que esta zona del parque es pura tranquilidad, puro reposo. Si os sentís agotados por llevar andando todo el día o simplemente si queréis hacer una pausa en el camino y relajaros tomando una cerveza fresquita rodeados de naturaleza y paz, pasaros por esta
Pfälzer Dorf y observad el paso del tiempo con traquilidad y sosiego.
Agua y... boobies!
Pero dicha tranquilidad y sosiego pueden esfumarse en apenas minutos si decidimos acceder a
Donnerfluss, o lo que es lo mismo, los rápidos del parque:
Como ocurre en la mayoría de ocasiones os podría decir que riddear
Donnerfluss no implica mojarse y os podría estar mintiendo, como os podría decir que implicará salir empapado por completo y podrías acabar saliendo totalmente secos y secas.
Donnerfluss es una ruleta rusa de velocidad, giros y sobretodo una dosis de diversión genial. Para muestra, podéis echar un vistazo a este vídeo (que bien podría considerarse una nueva relíquia ya) sacado del primer
RollerCoaster Team allá por 2008 y donde podréis observar gran parte del recorrido en estas endiabladas rosquillas flotantes:
Aunque lo cierto es que la principal cualidad de
Donnerfluss es, evidentemente, el hecho de recorrer gran parte del layout de
Expedition GeForce desde un punto de vista inferior, pasando por debajo o cerca de ella en numerosas ocasiones:
Recuperados ya del remojón (o no) parece que el parque supiera ya de antemano que la gente buscaría un momento de tranquilidad y de poder secar las prendas humedecidas por parte de las olas y remolinos de la acuática ride, así que se nos presenta ante nosotros un castillo de dimensiones considerables y con aspecto algo lúgubre. Se trata de
Burg Falkenstein, la dark ride del parque y una de esas maravillas de la cutrez que hace falta visitar para poder morir tranquilo:
Para los más nuevos en el lugar,
Burg Falkenstein es conocida por ser la famosa dark ride de las "boobies", allí donde
ThemePark Review instauró la tradición de gritar cual poseído
"boobies, boobies" al pasar por delante de este animatronic en concreto, una bella señorita que se muestra a enseñarnos sus redondos y erectos senos:
Avisados quedáis: si buscáis calidad, realismo o mantenimiento extremo, dejad el uniforme de excelencia en la puerta,
Burg Falkenstein es uno de esos traumas difíciles de olvidar pero que, con el tiempo, anidan en el alma de cualquier park-freak que se precie hasta convertirse en imprescindible.
Y bien, llegados a este punto, en pleno centro de la
Pfälzer Dorf y con un buen puñado de rides y anécdotas acumuladas, es el momento de echar el freno a este análisis (por el momento) con unas bellas, bellísimas vistas de la zona de cambios de sentido y curvas de
Expedition GeForce:
Hemos podido ver hasta ahora justo la mitad de Holiday Park y nos queda todavía la otra mitad, donde descubriremos maravillas dignas de mención como su privilegiada Lighthouse Tower o la nueva Sky Scream, alzada sobre los cimientos de la difunta Superwirbel.
*****
A menudo, los o las que ya han visitado Holiday Park suelen caer en la pérfida trampa de pensar que el parque es Expedition GeForce y absolutamente nada más. Pero creo que queda más que demostrado con entradas como esta que la megacoaster de Intamin puede ser un fuerte ingrediente, sí, pero no el único en un festín de los que suele agradecer cualquier entusiasta de parques.
Un catálogo amplio de rides de todo tipo, estilo y para todas las edades, grandes bosques y jardines y zonas que enmarcarías para llevártelas a casa.
Holiday es más que una sola coaster, es un parque de atracciones de los que dejan huella y en las siguientes entradas lo comprobaréis por si esta no os ha convencido del todo, palabra de Jivo.
Qué ganas tenía de volver a sumergirme en las entradas dedicadas al análisis de un parque. Son las que más disfruto.
ResponderEliminar¡Y yo que lo aprecio! Para mi es un placer escribirlas también, porque así voy organizando y recopilando los recuerdos que me vienen a la cabeza de los viajes. Y tienes suerte, porque quedan muchos parques por analizar todavía :P
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