Durante la anterior bitácora nos quedamos más o menos en el ecuador del gigantesco parque de atracciones Six Flags Magic Mountain. Durante esa visita pudimos ver algunos de sus credits más conocidos internacionalmente, pero nos quedaron un buen puñado de ellos por analizar, así que en este segundo día en el parque de Santa Clarita acabé de riddearlos todos, fotografiarlos y captar sus movimientos para mostraroslo a través de la bitácora de hoy.
Sin más preámbulos, el vídeo que os debía desde la anterior entrada y donde quedan reflejados la inmensa mayoría de credits del parque (que recordemos que son 18 en total):
Durante la segunda jornada de visita decidí girar a la derecha en vez de a la izquierda nada más acceder al parque, así rodearía la otra mitad del parque e iría tachando de la lista los credits que me faltaban por completar.
Así fue como me encontré con la que ha sido la gran novedad del parque en 2013 y una de las más controvertidas de la pasada temporada, la magnífica y juvenil Full Throttle:
Realmente Full Throttle es una buena chuchería, con una dinámica algo mayor de lo que uno puede esperarse habiendo visto vídeos y fotografías de ella y con algunos puntos que no dejan de ser sorprendentes, como el frenado, lanzamiento backwards y launched forwards en dirección al retorno del loop, la baja (bajísima) velocidad a la que pasamos por la cúspide del loop o el ejecting airtime que experimentamos en el frenado final justo tras el drop que nos ofrece el mismo y gigantesco loop de esta coaster de Premier Rides:
Tras haber experimentado el lanzamiento, altura e inversiones de Full Throttle era momento de descubrir uno de esos trucos que no son demasiado agradables de descubrir y es que sí, 18 credits (con uno más en camino) es una cifra espectacular, pero hay que tener en cuenta que 4 de ellos son coasters de ámbito kiddie y, aquí viene el disgusto, las 4 están en un mismo lugar, juntas. Empecemos por la insulsa Canyon Blaster, una kiddie con todas las de la ley que pese a todo ofrece divertidos mini-camels donde quizás experimentéis algún escueto airtime:
Continuamos con la adquisición de esta misma temporada, Speedy Gonzales Hot Rod Racers, una tan innecesaria como insustancial 80STD de Zamperla que, eso sí, luce un bonito frente de tren:
A tan solo 20 metros nos encontramos con la mayor de las 4, la junior coaster de Vekoma llamada Road Runner Express y que juega apenas con un mínimo ápice de theming que la convierte en un credit bastante resultón, además de que el ciclo (en momentos de bajo attendance) es doble:
Y ya por último encontramos una auténtica rareza de la cual puedo decir que pude probar sus incómodas e innecesarias vibraciones, me refiero a Magic Flyer, una kiddie diminuta (apenas con un lift de unos 2 metros de altura) que guarda la particularidad de posiblemente ser un prototipo que data de 1946, aunque es propiedad de SixFlags Magic Mountain desde 1971 y es, junto con la familiar Gold Rusher, el credit más longevo que conserva el parque:
Dejando atrás este despropósito kiddie (que en realidad podría ser reducido a tan solo dos especimenes) nos topamos de repente con un auténtico coloso de acero, una leyenda viva en el parque y posiblemente una de las mejores coasters que todavía conserve en el interior este mágico recinto, me refiero a la imponente Goliath con su no menos imponente (y tematizada) entrada:
La historia que se esconde tras este credit y su constructora es ciertamente triste. Giovanola, empresa de origen suizo de vital importancia en la construcción de rides durante la década de los 90, había adquirido grandes conocimientos de construcción de coasters tras trabajar para gigantes como Intamin o B&M, por lo que en 1998 se aventuró a iniciarse en el negocio de las coasters a lo grande, con dos proyectos de magnitud gigantesca como son esta Goliath y la Titan de Six Flags over Texas en 2001.
Con ambos proyectos, la empresa se endeudó tanto que acabó quebrando y cediendo sus negocios progresivamente a otras empresas hasta desaparecer para siempre en 2004.
Y os voy a decir una cosa: ojalá su legado hubiera continuado porque por lo menos esta Goliath es una auténtica maravilla. Con cierta esencia del peraltado de Arrow Dynamics, una suavidad propia de las B&M de los 90 y una intensidad totalmente Intamin, es una mezcla perfecta que ofrece puntos de enormes fuerzas G como es la gigantesca hélice que alberga en el interior del layout:
Descubierta esta joya más o menos oculta del parque, es momento de dirigirnos a un área apartada, muy apartada, que bien parecería una segunda entrada al mismo desde el área de los parkings traseros. Pero justo allí, montada sobre lo que en su día fue el asfalto de un parking, encontramos la que posiblemente sea una de las peor conservadas B&M's que he encontrado en mi vida, la irregular Scream!:
Con un layout clónico al de Bizarro, la hermana de Six Flags Great Adventure, hasta ahí están las similitudes entre estas dos coasters. De principio a fin la vibración, el gastado de track y el traqueteo se apoderan de tu cuerpo y la sensación es de que el arnés over-the-shoulder típico de las coasters suizas ha emprendido una decidida batalla contra tus orejas y tu cabeza en general, saliendo del credit, por lo menos en mi caso, bastante perjudicado y tocado. Algo que ni por asomo me ocurrió en la versión gemela de New Jersey:
Momento ahora de movernos hasta la zona trasera del parque, donde localizamos las adquisiciones más punteras que ha hecho el parque en estas últimas décadas y con la primera que nos topamos es con la intensa pero repetida hasta la saciedad Batman - The Ride:
Un credit del que se han escrito ya tantísimas descripciones (yo mismo en alguna ocasión creo haber hablado de este modelo de B&M), que es inútil hablar de ella más allá de que sí, ofrece un nivel de dinámica en elementos muy elevado, un buen ejemplo de muestra de inversiones y un catálogo de trucos y juegos de layout bastante bien llevados. Vale la pena indicar, eso sí, que de todas las que llevo probadas hasta el momento creo que esta fue la "Batman" más ejemplar de todas, por el conjunto quizás ya que la estación me pareció un buen ejemplo de theming progresivo y la localización de la coaster (ni a las afueras, ni integrada por completo en el interior del parque) la convierten en una coaster de catálogo más que correcta:
A apenas unos 50 metros del gigante de acero azul oscuro nos topamos con otra de las novedades que recientemente el parque descubrió para todos los fanáticos de Six Flags, una de esas rarezas para los norteamericanos que a los europeos ya no nos sabe tanto a "única", me refiero a Green Lantern - First Flight:
Con un layout clónico al ofrecido por la fastuosa Insane en Gröna Lund, esta Green Lantern difiere muy ligeramente en el trato de las inversiones por parte del tren, aunque he de decir que las encontré bastante iguales ambas, la versión sueca me pareció, o por lo menos me ofreció, un puntito más de intensidad que quizás no supe encontrar en esta versión verde del famoso modelo zacspin de Intamin:
Pese a todo, como me ocurrió con Insane: una y no más, Santo Tomás.
Aún así, habiendo probado ya tantísima cantidad de credits, Six Flags Magic Mountain todavía tenía reservada para mi una pequeña aunque muy grata sorpresa. Su nombre es Riddler's Revenge y se trata de una stand-up de B&M, de aquellas que se dedicó a construir como champiñones en una moda pasajera de apenas unos años y que, no temo a equivocarme, pudo alcanzar su máxima cumbre de calidad con este genial credit de colores verdosos y grises:
Es una genialidad de layout, suavísimo, muy extendido, elementos de tamaño más que considerable (a excepción de un corkscrew final, marca de la casa, que sin embargo no supuso ningún tipo de inconveniente para el cuerpo), extensión que se dejaba ver y fotografiar por numerosos flancos y que permitía captar en todo momento la esencia de una coaster completísima y que puede que sea una de las B&M's más originales y remarcables de cuantas haya podido probar hasta el momento:
Sin duda alguna Riddler's Revenge se merienda varias veces tanto a la todopoderosa Mantis como a la insignificante Green Lantern de Six Flags Great Adventure. Si visitáis el parque de Santa Clarita, no os podéis olvidar bajo ningún concepto de riddear esta gran joya suiza.
De manera testimonial pero sin menospreciar ni mucho menos, encontramos en pleno centro del parque y terriblemente escondida entre los bosques y la ladera posterior la entrañable Gold Rusher, una mine train de Arrow que sin duda guarda un buen puñado de giros, mini-drops y cambios de peralte que os divertirán muchísimo y os ayudarán a entender la geografía del parque en un layout sin duda particular y repleto de hélices traicioneras:
Y ya para acabar este exhaustivo repaso a través del parque de los 18 credits, qué mejor manera de hacerlo que fijándome en el que fue mi credit personal número #400, un creditazo que desde que empecé a organizar el viaje meses atrás siempre lo tuve en el punto de mira, un mito entre las coasters extremas, la inigualable Tatsu:
Una flying totalmente ejemplar, no demasiado intensa hasta llegar al temido pretzel loop (el más intenso y extenso de los que llevo probados hasta el momento, una auténtica fuente de fuerzas G positivas para el cuerpo) pero preciosa en toda su concepción a una altura que nunca disminuye de la decena de metros, siempre vuelas sobre la espesura del bosque:
Tatsu se retuerce una y mil veces y con ella tu cuerpo, sujeto en posición horizontal y disfrutando de las ligeras brisas californianas. No consigue quizás el punto de descontrol que sí logré en su momento con Sky Scrapper en World Joyland (China), pero sí que logra plenamente unificar la sensación de vuelo que experimentamos en la británica Air con la sensación placentera de inversiones justificadas una a una que nos ofrece Manta en SeaWorld Orlando:
Tatsu consigue ser una mezcla de todas ellas con, repito, uno de los elementos más demoledores que pueda haber traido al mundo esta empresa, el gigantesco pretzel loop. Un ejemplo perfecto de lo que puede hacer un parque experimentadísimo y hábil en cuestión de encargos con lo que puede ofrecer una empresa totalmente puntera como es la vanagloriada Bolliger & Mabillard cuando lo que se sueltan son millones de dólares sobre la mesa. Imprescindible para todo park-freak.
Como ya habréis podido intuir en alguna ocasión, hay momentos durante mis viajes en los que decido probar rarezas o mezclas que normalmente no encajan con el estándar de lo que podría ser una visita regular a un parque y, el momento de la comida durante mi segunda jornada de visita a Six Flags Magic Mountain no fue para menos.
Localicé a los pies de los robustos soportes de Superman: Escape from Krypton, un local de restauración de la más o menos conocida cadena de comida norteamericana Food, Etc. , dedicada a ofrecer una amplia variedad de comida con inspiración asiática y mexicana, pero mezclándola con menús más yankees.
Los ojos se me abrieron como naranjas californianas cuando vi que había un puestecito en el que vendían sushi fresco en bandejas, por lo que no me lo pensé dos veces y decidí darme un pequeño capricho:
Dos bandejas de sushi en formato del clásico californian roll. Una con una variedad de salmón y atún sabrosísima y cubiertos de una salsa ligeramente picante que le daba un toque dulzón. La otra con la versión más minimalista y sencilla de los típicos californian roll de aguacate, surimi y arroz. Combinando ambas bandejas y acompañándolas con la ya familiar agua Dasani, logré una comida sana, equilibrada y totalmente diferente a lo que uno pueda esperar de un parque de atracciones tan americano como este Six Flags.
Y si pensáis que quizás es demasiado estrambótico comer sushi en este preciso lugar, pensad por un momento: ¿en qué otro parque podéis adquirir sushi y comer un par de bandejas como estas para después poder riddear vuestras coasters favoritas? Placer parqueril unido a placer gastronómico.
Por la noche apuré la bandeja de galletitas con lonchas de pavo y queso que había adquirido el día antes en una gran superfície de venta de comida.
Y así, indicando punto por punto los ingredientes de esta particular dieta, pongo el punto y final a la visita a uno de los mayores parques de atracciones en el que he puesto pie hasta el momento, un gigante del ocio que rivaliza (y además de manera muy digna) con el también gigante e invencible Cedar Point, que bajo mi punto de vista pasa la mano por encima a este complejo de ocio californiano.
El siguiente será el penúltimo capítulo y el último en el que nos adentraremos en un nuevo parque, preparad la escafandra de astronautas porque viajaremos al espacio para tener una visión general del globo terraqueo, símbolo inequívoco de la mítica Universal Studios, en Hollywood.
Mañana os explico...
¡400 credits! Felicidades Jivo, es una cifra envidiable ;)
ResponderEliminarVaya, ¡gracias! La verdad es que de lo que estoy más orgulloso es de la variedad de paises e incluso continentes de donde provienen todos esos credits. Ahora es cuestión de seguir sumando ;)
EliminarFelicidades, gran entrada!!
ResponderEliminarme he fijado que Road Runner Express tiene un layout muy parecido (si no es igual) al de Tami Tami en Port Aventura. Además, también es Vekoma.
Sí, efectivamente es una junior coaster de 207 metros con el mismo layout, es clónica. De hecho es un credit muy clonado por esta empresa en las distintas modalidades de longitudes ( 85, 207, 335 y custom). Nunca he temido asegurar que puede ser el credit ejemplar de lo que suele ser una kiddie a medio camino para llegar a ser una familiar (sobretodo en los modelos más largos).
EliminarPor cierto, esta especie de "escudo" que tienen los arneses del asiento más exterior de Green Lantern, esto se supone que es cómodo? El año pasado prové la versión pequeña en Terra Mítica, y esto no estaba.
ResponderEliminarCierto, el modelo de Six Flags tiene algunos añadidos en el tren que lo hacen estéticamente diferente. Yo la riddeé en el lado interno, así que tampoco te puedo asesorar mucho, pero creo que no interfiere demasiado en el movimiento de brazos. Las versiones más "mayores" de este modelo no es que permitan mucho movimiento de brazos, al contrario de las más pequeñas como la de Inferno. Es simple decoración, como ocurre con las parrillas laterales del tren de Full Throttle.
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