Pero si hay un área que despertó en mi especial admiración esa fue Asia, la zona dedicada por completo al gran continente y que tanto para EEUU como para Europa ha sido siempre nido de leyendas y exóticas historias a las que Disney sabe dar cabida por completo alejándose quizás de los estereotipos más comunes (y de ahí su real belleza).
Por lo tanto hoy, en Bloggercoaster, saltaremos por completo de continente y nos perderemos en la espesura de los bosques y junglas de la India, así como los glaciares y las cumbres nevadas del mismísimo Tibet.
Un Asia totalmente desconocida
Cuando uno abandona la zona de Discovery Island es necesario quizás pararse un momento y hacer un cambio de chip en general ya que el arco que nos anuncia la nueva área que nos espera a continuación puede hacernos caer en distintos prejuicios o imágenes mentales residuales. Me refiero a este arco en concreto:
Uno puede pensar, por contaminación temática general, que en Asia encontraremos casas, palacios y construcciones imperiales Chinas, que todo estará escrito en letra de palo caligráfico o que predominarán los dragones o los leones de tan carismática cultura oriental. Pero no. Disney, en un magistral movimiento cultural, decidió desde un principio abandonar los tópicos tan generalizados en el resto del mundo a través de las múltiples áreas temáticas asiáticas (y por ende chinas) y hacer viajar al visitante a Asia, sí, pero no a la Asia que la mayoría de parques muestra, sino a la Asia más central, más montañosa y temáticamente más desconocida.
Cruzamos un gran puente de piedra bajo el cual transcurre el río que conecta todas las áreas temáticas del parque y da sentido al nombre de Discovery Island y ya cruzando, a nuestra derecha, observamos un pequeño embarcadero de ámbito temático y unas edificiaciones que, si bien nos recuerdan a la estructura de tejados chinos, ofrecen un punto de vista mucho más tosco y oscuro, no tan imperial como podríamos esperar:
El Asia de Animal Kingdom se extiende alrededor de la mitad de un gran lago y recorre la orilla a través de sus edificios, rides, restaurantes y recintos para los animales. Si bordeamos este lago iremos a conectar directamente con aquél enorme brachiosaurus de Dino-Rama! que vimos en la anterior entrada de este mismo blog:
Una vez hemos cruzado el río ya, se nos presenta la opción de bordear el río hacia la izquierda o hacerlo hacia la derecha. Pese a que el área de Asia sí que continúa hacia la izquierda unos 150 metros, la inmensa mayoría de contenido se nos presenta a nuestra derecha, como por ejemplo este curioso edificio cuyo interior alberga las oficinas del Disney Vacation Club, donde nos informarán al respecto de los distintos hoteles y resorts de la compañía alrededor del mundo (incluso podremos reservar noche de hotel en ese preciso instante, si así lo deseamos):
Se extiende ante nosotros una ancha avenida dominada por completo por árboles de copa ancha y espesura a base de bambú y plantas enredaderas. Como os he dicho antes, la inspiración deriva más hacia la India a través de viejos y desgastados carteles temáticos a lado y lado del vial, así como elementos temáticos más propios del lugar como pequeños carromatos, bicicletas aparcadas en las paredes o tuk tuks decorativos:
También al cruzar el puente nos encontraremos con un elemento temático muy pintoresco inspirado en una enorme estatua hindú derruída y repleta de vegetación y banderas ornamentales:
Y junto a la estatua el que resultó ser el restaurante donde decidí hacer una pausa y comer, el exquisito Yak & Yeti Restaurant:
Los amantes de la cocina oriental estáis de enhorabuena porque en el Yak & Yeti encontraréis no solo un nivel de theming y decoración digno del mejor restaurante de inspiración nepalí o hindú a base de preciosas tallas en madera o esculturas ancestrales:
Sino menús de ámbito claramente asiático, sin escatimar en absolutamente ningún detalle. Valga como ejemplo parte del menú que yo pude degustar a base de una cerveza Sapporo (mi japonesa favorita) un entrante a base de sashimi y ternera marinada con una base de fina ensalada de col y algas (deliciosa es quedarse corto) y un primer plato de brochetas de pollo teriyaki sin parangón alguno:
Es también útil indicar que en el Yak & Yeti pude comprobar la generosa conexión Wi-Fi gratuita que ofrece Animal Kingdom a sus visitantes y desde la cual pude compartir el festín que estaba a punto de tomar en ese momento. Como podéis observar, los platos son servidos con todo lujo de detalles y a través de un simpático camarero personal que en diversas ocasiones, entre entrega de plato y plato, entablará pequeñas conversaciones con vosotros acerca de vuestro origen o de lo que estamos a punto de degustar. Servicio excelente, ya os digo.
Hábitats poco frecuentes
Antes de continuar por gran parte del área (y más que nada para no dejármelo atrás), a unos 20 metros del restaurante de Yak & Yeti encontramos un pequeño teatro semicircular tematizado en el que podemos encontrarnos con el show de Flights of Wonder:
Que vendría a ser el típico espectáculo en el que se nos muestra el adiestramiento que se puede realizar a aves rapaces, aves tropicales y demás tipos de animales criados en cautividad. Quizás lo más destacado de este recinto es el hecho de que el "escenario" en sí está camuflado en la fachada y parte delantera de un edificio de ladrillo y madera tematizado en una especie de campamento antiguo, con grandes torreones a cada lado y una tarima a base de tierra y césped, por lo que da la sensación en todo momento de que no nos encontramos en un teatro a la antigua usanza, sino más bien en una era de tierra en mitad de un poblado alrededor del Tibet:
Y es que (ahora ya continuando hacia la derecha como empezamos anteriormente) el área de Asia de Animal Kingdom no deja de recordarnos usando cualquier tipo de detalles que no estamos en el Asia que normalmente se nos vende, sino en una mucho más espiritual y exótica. Para ello por ejemplo se hace valer de sustituir el hilo musical tradicional por un pequeño escenario en mitad de las calles repletas de visitantes donde dos músicos nos deleitan con música ambiental india a base de un sitar y un mridanga (gracias Wikipedia):
O con uno de esos redobles temáticos que no pueden más que provocar admiración, transformando los típicos carritos de palomitas que hemos visto centenares de veces en un auténtico camión decorado típico de la India, donde a través del lateral y como si fuese un camión de helados, nos servirán la variedad de palomitas típicas de Disney (mantequilla, caramelo, saladas, etc.) que deseemos comprar:
Este tipo de arquitectura, basada en la terracota, los ladrillos y el barro (temáticamente hablando) nos la encontraremos a lo largo de toda el área, además de exhaustiva decoración a base de banderines de tela con geniales bordados, cintas de tela desgastada y aromas de incienso que saldrán de las tiendas que nos iremos encontrando por el camino, donde claro está, también podremos comprar objetos artesanales de inspiración india o paquistaní:
Pero un momento... ¿no estábamos en Animal Kingdom? Efectivamente, también en Asia encontraremos animales (y a partir de ahora me voy a centrar más en ellos). Justo en el centro del área, a medio camino entre las 3 principales atracciones de Asia, encontramos uno de los recintos de animales más genialmente diseñado que he visto hasta el momento, capaz de disfrazar por completo el concepto de "retención" que tenemos en cualquier zoológico o recinto de muestra de animales hasta el punto de que la sensación de libertad está bien presente.
Esto que veis aquí es el recinto de los monos gibones (y sí, el chiste fácil está servido):
Aparentemente sería un edificio medio derruído situado en el centro de un estanque, rodeado de cañas y estructuras de bambú hilado y con numerosas cuerdas que salen en dirección a dos altas torres grises separadas a unos 30 metros de distancia de la "isla". Ese es el hogar de una docena de primates de pelaje negro y sí, efectivamente, pueden moverse tanto en el edificio como por las cuerdas hasta trepar a las torres:
Lo bueno del asunto es que las torres están accesibles al público, es decir, puedes llegar a acercarte a ellas hasta casi tocar la base, por lo que no hay barrera alguna que te separe de los gibones, más allá del agua del estanque que simula ser la ribera de un río de jungla. La sensación de libertad inducida por el diseño del recinto hace pensar que en cualquier momento los pequeños primates podrían saltar desde la cuerda o atravesar el agua hasta llegar a los expectantes visitantes:
Y la misma estructura de recintos encontraremos esparcidos por esta zona en forma de pequeñas islas con templos medio derruídos y repletos de cavidades, cuevas, grutas y, como es lógico, abundante vegetación y árboles, hasta componer estampas temáticas de excelente calidad:
Como he dicho una y mil veces, jamás defenderé el uso de animales para atraer un público y lucrarse a través de su existencia, pero Animal Kingdom precisamente NO hace uso de los animales como atractivo, sino que se encarga de ofrecer al público alternativas en forma de atracciones, shows o theming que suplan la importancia que normalmente le puede dar una reserva salvaje o un zoo a los animales.
En Animal Kingdom no ves animales porque estén allí para que los veas. De hecho podrías recorrer la totalidad del parque sin ver ni siquiera uno. Los animales están allí porque, en caso de que te interese verlos, puedas buscarlos e incluso tener la suerte de encontrarlos. Pero la disposición de los recintos en los que se encuentran los animales no es a modo de muestrario. No son jaulas, no son habitaciones y no son lugares amurallados en los que la barrera artificial es evidente. Son espacios donde los animales (nacidos y criados en cautividad) pueden interactuar en un entorno fiel a la naturaleza propia del animal, como demuestran las fotografías que os he colgado.
Un paseo de lujo
Si lo que sí queremos es observar animales de una manera más pedagógica se nos ofrece Maharajah Jungle Trek, otro de esos inventos en los que Disney anima a sus visitantes a participar de manera activa, en esta ocasión para descubrir diversas especies animales típicas de la región centro-asiática, concretamente de las junglas indias bajo la excusa de invitarnos a visitar los paseos que podría dar, siglos atrás, un monarca indio a través de sus jardines privados:
Tras pasar por el arco de entrada donde se nos especifica las especies que podremos observar, se nos ofrece unas estanterías donde podemos obtener un panfleto plastificado del tamaño de un mantel individual en el que se nos muestra un pequeño mapa indicativo de los distintos ambientes y especies con los que podemos encontrarnos, así como información geográfica y de tipo de vegetación. Es decir: una guía práctica para que estemos bien informados en todo momento, para evitar las aglomeraciones alrededor de los típicos carteles informativos de los zoológicos:
Una vez con la guía en nuestras manos, ya el propio cuerpo invita a perderse por estos senderos rodeados de jungla y elevadísimas formaciones vegetales:
Así por ejemplo nos encontraremos con elementos del paisaje como el que vemos a continuación, una gran montaña de roca rodeada por un riachuelo y... un momento... ¿lo veis? Se camufla muy bien, pero si os fijáis con calma veréis un plácido e inmóvil dragón de Komodo. ¿Lo veis ahora?:
Más adelante la estructura rocosa emerge de las entrañas de la tierra y nos invita, a través de una caseta de madera en su lateral, a acceder para encontrarnos con otra difícil especie animal y mostrárnosla de nuevo de una manera muy diferente a lo común:
Las puertas de la cabaña son dobles y varios carteles se encargan de indicarnos que jamás dejemos las dos puertas abiertas, sino que abramos una, pasemos a un descansillo, la cerremos y abramos la otra, que nos dará acceso a una sala bellamente decorada en madera y que como podréis observar en la siguiente fotografía, está repleta de ventanas abiertas, sin ningún tipo de cristal o reja:
Y es que a través de esos ventanales, sin protección o barrera alguna, podremos observar a apenas un par de metros de nosotros multitud de murciélagos de la fruta que estarán descansando colgados de cuerdas o sobrevolando el espacio dedicado a ellos, con un montón de hendiduras en la roca donde se protegen o crían:
Siguiendo la senda de Maharajah Jungle Trek podremos observar el minucioso cuidado al detalle que se ha llevado a cabo con este singular recorrido walkthrough, donde se nos hace atravesar templos en ruinas, elementos arquitectónicos que parece que lleven siglos abandonados o vestigios de culturas indias ancestrales donde la vegetación va ganando terreno poco a poco. Para mi, amigos y amigas de Bloggercoaster, ESTO es saber trabajar el theming a un nivel magistral, el momento en el que una fotografía no sabes si está tomada en un parque temático o en el lugar real en el que se inspira:
Y entre todas esas ruinas, de repente, aparecen unos bonitos ventanales y entre esos ventanales, sobre una apacible pradera de fresca hierba, un tigre de bengala descansa:
Otro de los puntos fuertes del recorrido es este observador panorámico rodeado por completo de anchas praderas y pequeñas lagunas donde podremos observar (quizás en la lejanía) gacelas propias de la sabana africana. Lo particular en esta ocasión es el enorme limonero que preside el centro del mirador, con enormes y hermosos frutos (si miráis en la esquina superior izquierda de esta foto podréis observar algunos limones verdes). Es imposible de transmitir por fotografía, pero el aroma cítrico del lugar era impresionante:
Y efectivamente, gracias al objetivo 70-200, pude sacar alguna que otra fotografía de pequeños grupos de gacelas descansando bajo los bosques limítrofes a la espesura:
Como podéis observar en todo momento, este particular paseo por Maharajah Jungle Trek nos ofrece pinceladas decorativas de diversos ámbitos y, sin apenas darnos cuenta, nos introduce rápidamente tanto en verdes zonas de observación, escalinatas, salas abandonadas de palacetes de verano o, como en este caso, estrechos pasillos repletos de banderolas de colores:
El siguiente punto fuerte de esta mini-área walkthrough es el aviario, al cual accederemos a través de una zona amurallada con increiblemente detallados relieves de inspiración india con escenas de dioses y deesas en distintas representaciones con volumen. En el centro encontraremos una portalada de color rosado con varios arcos de entrada en los que repetiremos el proceso que hicimos en la zona de los murciélagos de la fruta (dos puertas de acceso con un espacio intermedio):
Y como si de una colección particular del monarca indio se tratase, nos encontraremos con un espacio de inmensa belleza botánica con pequeños senderos de como mucho varios metros de anchura en los que podremos recorrer pequeños estanques y donde nos encontraremos decenas de tipos de aves y una curiosa y singular colección de casitas para esas aves (equipadas con dispensadores de agua y alimento). Cada una de esas casitas está tallada de una forma y tamaño único, así como delicadamente pintadas en distintos tonos y resultados, como esta que veis en la fotografía (con varias aves al fondo, reposando en las ramas de un árbol):
Una vez salgamos del aviario otro sendero nos reconducirá hasta la plaza en la cual accedimos, completando un recorrido circular que nos habrá distraido durante no más de media hora pero que, a la vez, nos habrá mostrado en el entorno más fiel a su hábitat natural, alguna de las más bellas y exóticas especies distintivas de las regiones asiáticas:
Siempre he dicho que a mi, como visitante particular de los parques, se me conquista con cosas como esta Maharajah Jungle Trek. Pequeñas perlas y regalitos que te arroja el parque y que te embelesan e hipnotizan por completo hasta casi llegar a emocionarte al contemplarlas. En este sencillo recorrido por una jungla repleta de edificaciones y elementos temáticos, Disney consigue transmitirme esencias que realmente me pueden llegar a transportar a la más remota jungla india.
Remojo al pie del Tibet
Pero si por algo se caracteriza el área de Asia en Animal Kingdom, además de por la extrema exhuberancia y belleza de su entorno y paisajes, es por sus dos majors como dos soles. Una de ellas me reservaré el derecho a analizarla en una entrada propia (así que sí chicos y chicas, hoy no habrá análisis de Expedition Everest), pero la otra sí que puedo dedicarle algunas palabras. Me refiero a la infravalorada pero muy trabajada Kali River Rapids:
Porque sí, estamos ante unos rápidos con mucha presencia y, sobretodo, con una extensión de terreno en su desarrollo que ya quisieran otros muchos parques que deben incluso cruzar sus canales con ingeniosos puentes y viales imposibles. En Kali River Rapids encontraremos todo lo contrario, un anchuroso río que transportará gigantescas barcas tematizadas hasta niveles impensables (atención a las mochilas colgadas de los respaldos o los nombres personalizados de cada una de las barcazas:
El recorrido además juega con dos conceptos que, a nivel temático, tienen hoy en día mucho empuje. Por una parte el misticismo hindú repleto de referencias a deidades indias así como estatuas, templetes o monumentos genialmente iluminados y ambientados con música tradicional o aromas de incienso (algo muy presente en todo el área) y por otra parte la concienciación ecológica con una especie de recorrido a través de un bosque en proceso de desforestación y medio incendiado, donde surgirá de repente el elemento más intenso de todo el layout y que me reservaré de explicar (pero que pudimos ver en una versión parecida en Redwood Creek Challenge Trail, en Disney California Adventure hace muy pocos días):
Avisad@s quedáis: mojan. Y si no sales un poco empapado de estos Kali River Rapids es porque has tenido muchísima suerte ya que son barcazas equipadas con cinturones de sujeción (por lo que tu movimiento queda muy limitado) y que en diversos puntos del recorrido lanzan chorros por multitud de lados, como se puede apreciar si os fijáis bien en la fotografía superior.
Aunque eso sí, no tenéis porqué temer por vuestras pertenencias, en este caso Animal Kingdom provee a los visitantes al parque y, en especial, a los que se atrevan con las turbias aguas de Kali River Rapids, con unas taquillas a la entrada de la misma ride donde podréis dejar vuestras mochilas, bolsas, chaquetas (¿chaquetas en Orlando?) o aquello que deseéis que no se moje. Ahora mismo escribo este análisis pasado un año, pero si no recuerdo mal el precio era de un dolar por 2 horas, por los que os dará de sobra de amortizar el pago con un par o tres de riddeos si no hay demasiado attendance en el parque (yo lo aproveché así, al menos):
Tras el descubrimiento primero de la zona de vegetación más espesa y posteriormente de la que más agua utiliza del área, es ahora momento de descubrir el tercer sector, quizás el más amado por los park-freaks, el más deseado y sin duda el que tiene una carga temática mayor. Si os fijáis, al acceder al área a través del puente que viene de la Discovery Island, la progresión temática es similar a la que experimentaríamos si fuésemos exploradores en busca de la cumbre del mismo monte Everest.
Dejamos atrás la jungla, dejamos atrás los ríos, dejamos atrás los templos y de repente el cielo se cubre de banderolas, la vegetación tercia hacia la aridez (aunque el verde sigue predominando) y los edificios son ahora mucho más toscos, más gastados y con un aspecto mucho más abandonado, el trabajo de la madera y techado en este punto es superior:
Bienvenidos al Himalaya. Pero no al Himalaya artificioso, no al que manchando de nieve nos quiere hacer creer que estamos en el Himalaya, sino al que trabaja unas casas, unas cabañas, un poblado que parecería que hubiéramos recortado directamente de cualquier pequeño asentamiento de escalada. Y así es como nos plantamos directamente ante las inmediaciones de Expedition Everest:
Y sí, llegados a este punto nos podemos girar, podemos abrir bien los ojos y podemos alucinar, porque allá, al fondo, erguido e imponente, tenemos el mismísimo Everest. No es una ilusión óptica, no es un panel con una fotografía, no es un montaje, es una pura y dura montaña de theming con coaster realmente divertida en su interior (amén de muchas otras sorpresas). Expedition Everest nos saluda y, como auténticos exploradores, nos desafía a que la descubramos:
Como era de esperar, el toque mágico de la iluminación que ejercen los imagineers de Disney adquiere unas proporciones realmente impresionantes con el trabajo realizado en Asia y, en especial, en los puntos de belleza o similitud más extrema. Así por ejemplo el tono adquirido por la montaña de Expedition Everest es de un azulado con rasgos de lilas y un rojizo que bien podría parecer el de un anochecer tardío:
Vale la pena indicar, eso sí, que Animal Kingdom NO es un parque nocturno, es decir la premisa principal de Disney con la construcción de este parque temático fue la de que al incluir animales en sus instalaciones la actividad del parque cesaría tan buen punto la oscuridad de la noche empezara a hacer acto de presencia, para respetar la actividad nocturna que presentan la mayoría de los animales que se encuentran en su interior o en sus inmediaciones.
Por lo tanto la iluminación de las calles, de las avenidas y de los viales de Animal Kingdom es lo suficiente como para que podamos movernos y ver ligeramente lo que nos rodea, pero para nada es una iluminación suficiente como para disfrutar de los detalles que sí nos brindan las edificaciones durante las horas del día, como podréis comprobar en esta fotografía:
Iluminación tenue, presencial y meramente funcional como para ayudarnos a descubrir el camino de vuelta hacia Discovery Island y el Tree of Life, quizás los elementos más iluminados y visibles en el horario nocturno.
Descubierto este último y curioso detalle del parque es como el broche de oro a un área temáticamente perfecta como es el Asia de Animal Kingdom. Un lugar donde podréis hacer un extenso recorrido por los paisajes más exóticos y quizás inaccesibles que nos presenta la zona de Asia central y, aún así, en varias ocasiones os dará la sensación de estar allí mismo, pese a los 30º de los que estaréis disfrutando la mayoría de la jornada.
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Y hasta aquí el análisis de este nuevo área de Animal Kingdom, la más extensa y de mayor tamaño de todo el parque y, para qué nos vamos a engañar, aquella que esconde mayor cantidad de detalles y elementos temáticos en los que nos podamos fijar.
Llevaba muchos parques visitados en ese momento, había visto muchísimas imitaciones o creaciones temáticas para quitarse el sombrero, pero os puedo asegurar que Asia me dejó totalmente cautivado. Me sentí allí. Sentí que en cualquier momento podría cruzarme con vacas sagradas en las bulliciosas calles inspiradas en la India tradicional, que me cruzaría con un tigre de bengala en la jungla del Maharajah o que de repente empezarían a caer copos de nieve en el campamento base de Expedition Everest.
Lograr esa sensación, lograr esas emociones, lograr ese transporte, es una ardua y difícil tarea que, justo en este punto, Animal Kingdom logra con creces. Un área de 10.
Esta es una demostración de que aún se pude seguir explotando la temática mas recurrida desde otra perspectiva, sin caer en clichés occidentalizados y escrudiñando las diferentes zonas y culturas de un continente tan grande y rico como es Asia. Justo ahora también me estoy acordando de la orientación de hizo Cedar Point con su particular área del oeste. Existen alternativas.
ResponderEliminarMe ha encantado esta área de Asia, es preciosa y se percibe como algo realmente diferente a todo lo visto anteriormente en un parque temático.
Viendo esto todavía se me hace más incomprensible que el mismo parque albergue en su interior tal joya y a la vez la cosa esa de Dino-rama (sí, sigo flipando).
Aunque ya me lo esperaba me alegra que confirmes que dedicarás una entrada completa a Expedition Everest.
Un saludo y a pasar buen finde ;)
¿Disneyland en segundo puesto por delante de IoA? Ahora sí que necesito más que nunca leer el análisis para salir de la inceridumbre. No sé si superará mis expectativas pero desde luego has despertado mi curiosidad como nunca antes. ¿Qué decir... ?, después de todo es el primer parque temático de Disney, tiempo y dinero han tenido para pulirlo hasta la supremacía.
EliminarExacto, el ejercicio en el Disneyland de California es tan sencillo como pensar una vez estás allí: "algunos de estos rincones tienen más de 60 años", abrir los ojos y darte cuenta de que estás delante de un parque que parece nuevo, donde todo está reluciente, limpio, ordenado y diseñado a la perfección. Islands of Adventure es genial, magistral también (de hecho los 3 primeros de la lista luchan casi codo con codo) pero presenta incongruencias o pequeños errores de distribución espacial que le restan una hipotética puntuación final.
Eliminarayer leí esta parte, y me faltan las otras dos, permiteme que escriba en profundidad una vez leidas.(que no será hoy, pero si antes de que acabe la semana) Por lo que veo, me ha sorprendido mas de lo que esperaba
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