Así es como hemos paseado a través de las áreas de Oasis, Discovery Island, Dinoland U.S.A. o Asia y así es como hemos descubierto ya decenas de especies animales integradas en las instalaciones del gigantesco parque temático así como tiendas, restaurantes y (lo más importante) rides y coasters de renombre internacional.
Por lo tanto hoy, para acabar de completar el recorrido por el parque temático más singular de Disney, nos adentraremos en la sabana africana e investigaremos los alrededores de una aldea del salvaje continente para ver qué nos puede ofrecer a través de la pintoresca temática africana.
Bienvenid@s a Harambe
Como recordaréis de cuando pusimos sobre la mesa la estructura de Asia, una vez cruzábamos el puente que nos llevaba desde Discovery Island hacia el continente oriental debíamos elegir dos caminos: izquierda o derecha. Recordaréis también que pese a que os expliqué lo que encontrábamos a la izquierda, al final nos desplazamos hacia la derecha para encontrar todo lo que la bella área temática escondía.
Pues bien, recuperamos ahora la dirección hacia la izquierda para iniciar un agradable paseo de unos 300 metros bordeando en todo momento el río (que nos quedará también a la izquierda) y que nos ofrecerá unas preciosas vistas del Tree of Life, oportunidad única para sacar fotografías distintas a las que podemos obtener desde la parte frontal:
Ya en este pequeño paseo el trabajo es totalmente botánico, encontrando apenas pequeños elementos que nos ayuden a hacer la progresión visual y sensitiva en dirección a la temática africana. Podemos notar como la humedad aumenta debido a que el follaje de los árboles es mayor, incrementada además por vaporizadores ocultos en la espesura y el hecho de que la iluminación está a nivel del suelo. Si a esto le añadimos el cambio de aromas (de un cítrico adornado con toques de incienso a un olor más propio de madera o barro) el cambio que experimentamos será cada vez mayor:
Poco a poco notaremos como aparecen pequeños edificios de terracota pintados con colores pastel, además de senderos algo más anchos y regulares, por lo que el próximo paso será encontrarnos de lleno con una gran señal que nos dará la bienvenida a nuestro destino, la pequeña villa de Harambe, al este de África:
Harambe es una población totalmente inventada por el equipo de imagineers cuya intención es la de hacernos creer que por una porción de tiempo hemos viajado a la seca y polvorienta África donde podremos encontrar diversos manjares exóticos, tours a través de las praderas de la sabana, animales de gran envergadura o, como también se encargan de hacernos ver en algún rincón, vicisitudes políticas y económicas propias del continente.
El primer edificio destacado con el que nos encontraremos en la gran avenida principal del poblado (de unos 30 metros de ancho) es, a mano derecha, el Tamu Tamu Refreshments, un guiño al cansado y sediento viajero que ha llegado a este punto a través del seco desierto o de la inquietante y lejana jungla y donde encontraremos rica gastronomía consistente en sandwiches y ensaladas:
Lo cierto es que aunque la fachada nos parezca medio derruida y en general desgastada por el paso de la meteorología y el tiempo, realmente es todo trabajo de un theming exquisitamente llevado a cabo, trabajo que podemos contemplar de manera más cercana y agradable si decidimos tomar un aperitivo o comer en los patios interiores del Tamu Tamu Refreshments, rincones con muchísimo encanto, paz y tranquilidad, fuera del bullicio de los demás visitantes:
Si continuamos la fachada a mano derecha, la siguiente edificación con la que nos encontraremos, ligeramente avanzada hacia adelante y con altas arcadas en su planta baja, es el Mombasa Marketplace, o lo que es lo mismo, la tienda de souvenirs más grande que podréis localizar en todo el área y que se extiende conforme uno entra en su interior, con altos techos acabados en madera y multitud de elementos de recuerdo (peluches, camisetas, tazas... en fin, lo típico):
Giramos ahora, quedándonos justo en la frontera final de la avenida, allí donde los edificios dan paso a altos y prominentes árboles, para fijarnos en esta ocasión en la fachada contraria:
Y encontrándonos quizás con el elemento más destacado de este lado de la calle, un enorme torreón de unos 15 metros de altura y que sirve de acceso para el Tusker House Restaurant, un restaurante de bufé donde encontraremos deliciosas variedades de carne ahumada, arroces, ensaladas y snacks con aromas y sabores evidentemente africanos:
A la izquierda del torreón desgastado y con la pintura desconchada encontraremos el Dawa Bar (donde nos servirán cocktails, vinos y cervezas de origen africano) y a la derecha el Kusafiri Coffee Shop & Bakery (donde los protagonistas serán ligeros sandwiches, tartas, pasteles y efectivamente café).
Dejamos atrás ahora ya sí el conjunto del poblado de Harambe y empezamos a juguetear con el entorno más botánico y verde del área, encontrándonos primero con un conjunto de puestecitos de calle que albergan el Harambe Fruit Market, donde como el nombre nos indica podremos comprar fruta fresca, zumos recién exprimidos así como refrescos y algún snack ligero:
El último edificio o puestecito que nos encontraremos frente a la espesura es ya un pequeño kiosco de venta de pins y cintas para realizar el intercambio de insignias con los trabajadores (una tradición que también en Animal Kingdom está instaurada, aunque no al mismo e intenso nivel que en parques como Magic Kingdom o Disneyland Anaheim):
Con este último puesto recorremos la totalidad de una villa que esconde mil y un secretos en el interior de sus edificios, cuya construcción se llevó a cabo gracias al laborioso trabajo de decenas de constructores nativos africanos que intervinieron en la finalización de un lugar que respira totalmente al continente africano y en el cual nos ayudan a entender la idea de que Harambe es una villa con suerte que ha conseguido ver como el turismo, a base de sus paseos a través de la sabana africana, le han otorgado una segunda oportunidad en cuanto a riqueza y prosperidad.
Safari en Orlando
Es en medio de todo este inmenso bosque que se nos presenta delante donde encontramos, junto a un imponente baobab seco, la entrada a la que es la atracción principal de este área y una de las más elogiadas y premiadas desde que el parque abrió a finales del siglo pasado, me estoy refiriendo a Kilimanjaro Safaris, una "ride" en la que podremos viajar a bordo de enormes camiones que nos transportarán a través de paisajes y entornos típicos del centro de África, pudiendo observar parajes y fauna como pocas veces podremos hacerlo a no ser que viajemos directamente al continente:
El planteamiento de la ride es bien sencillo: como si hubiéramos acabado de aterrizar en el continente, nos dispondremos a fichar en el interior de una agencia de viajes que nos permitirá descubrir los rincones más lejanos y desconocidos de la sabana africana, la Kilimanjaro Safaris:
Durante los tramos de colas encontraremos un sinfín de carteles, pequeñas cabañas (donde vienen reflejados al máximo detalles como la distribución de tickets, los paneles con calendario de viajes, las agendas con la cantidad de viajeros por día, etc.) combinadas con monitores donde diversos expertos nos irán aclarando las especies y tipo de animales que nos encontraremos en el recorrido, así como diversas instrucciones para poder embarcarnos en semejante viaje:
Una vez lleguemos a la estación de carga, elevada poco más de un metro por encima del nivel del suelo, nos encontraremos (como ocurre con cualquier otra ride de transporte o dark ride) con una distribución en forma de tornos, solo que el vehículo al que tendremos que subir en esta ocasión no discurre por raíles ni vías de ningún tipo ya que se trata de un enorme camión de unos 8 metros de largo por unos 4 de ancho que a modo de autobús descubierto ofrecerá 8 filas donde los viajeros nos iremos distribuyendo según las indicaciones de los ride-ops:
Y una vez dadas las últimas instrucciones el motor arrancará y empezaremos a desplazarnos, primero dejando atrás la estación de carga y descarga y después recorriendo un estrecho pasillo de altos y espesos arbustos a una velocidad más bien lenta, momento en el que se nos presentará el guía del viaje, que en un estudiado y guionizado speech, nos comentará la jugada a cada metro que recorramos a bordo del camión.
Poco a poco la vegetación irá regalándonos claros y más profundidad en las vistas hasta empezar a vislumbrar humedales rodeados de granes bosques o incluso ríos a lado y lado del recorrido. Si os fijáis en la siguiente fotografía, pese a que el camino que recorremos parezca de barro o tierra, nada más lejos, se trata de un cemento especial tratado para que al ser humedecido parezca un sendero de tierra mojada:
Vale la pena indicar, por si todavía no ha quedado claro hasta ahora, que lo que Disney pretende con conceptos como estos Kilimanjaro Safaris no es mostrarnos animales cerca de nosotros separados por una barrera y presentados como si de un muestrario se tratase, no. Con este tipo de experiencias es más la muestra del entorno en el cual habitan multitud de especies lo que se nos mostrará y, si tenemos realmente suerte, podremos cruzarnos con algunas especies. Por lo tanto no es extraño que nos pasemos gran parte del tour admirando paisajes aparentemente vacíos como este:
Pero descubriendo, en ocasiones de manera masiva, en ocasiones de manera tímida, otras especies claramente reconocibles como este gran rinoceronte gris, oteando la orilla del río:
O este cúmulo de cocodrilos, acumulados en las escarpadas orillas de uno de los estanques y que pueden ser vistos a una distancia más cercana a través del puente colgante que se observa al fondo:
Y aunque sin duda estos lugares son de enorme belleza paisajistica para el visitante, la cosa adquiere tonos realmente gigantescos conforme el terreno a un lado y otro del camión empieza a ensancharse y a despejarse, descubriendo grandes planicies y confirmando que estamos en campo abierto, en una fina y delicada imitación natural de la misma sabana africana:
Aunque pueda parecer algo menor, el trabajo de los imagineers en este punto fue, en su día, una tarea casi titánica. Porque recrear un paisaje de otro continente no solo requiere de la plantación de árboles y demás flora típica del lugar así como la creación de un sistema de ríos y lagunas que pueda acoger a los animales que lo necesiten, sino la construcción por ejemplo de enormes árboles imposibles de trasplantar desde la sabana, como por ejemplo este gran baobab situado a escasos metros de la laguna y que da cobijo tanto a las aves como a los herbívoros del lugar:
Algo que tampoco he comentado es que los camiones, al estar equipados con ruedas de gran diámetro y elevados mediante suspensión a una altura considerable, permiten el paso a través de varios tramos de agua en los que la carretera se pierde por completo, así como el acceso a una zona de puente colgante en la que, mediante un mecanismo de pistones y cables, se crea la ilusión de estar en peligro y a punto de salir del camino.
Aunque la gran mayoría del recorrido nos ofrecerá imágenes de paz y tranquilidad, como esta diminuta isla con una palmera de múltiples cabezas rodeada por completo de flamencos:
Y la muestra definitiva de lo que os explicaba antes acerca de la relativa proximidad de los animales. Si queréis ver animales de cerca Kilimanjaro Safaris no es vuestra ride. Fijaos sino en la siguiente fotografía de un paisaje con una pequeña zanja o barranco en primer plano, una planicie con matorrales y algún que otro árbol en segundo plano y un espeso y oscuro bosque al fondo. Aparentemente no hay nada más:
Pero gracias al zoom de la cámara podemos fijarnos que en el centro de la imagen hay un guepardo descansando en la sombra y observando la lejanía. Algo que se escapa totalmente al ojo humano ya que el animal permanece prácticamente inmóvil y que sólo veremos si vamos equipados de una cámara en condiciones o unos prismáticos:
Por lo tanto este tour a través de la extensa recreación de la sabana no consiste en un tour zoológico en el que nos irán explicando y mostrando uno por uno los animales, sino en un emocionante e intenso paseo a bordo de grandes camiones por caminos inhóspitos que, en alguna ocasión, nos mostrarán animales en el estado más salvaje posible.
Las áreas no visitadas
Lamentablemente y pese a que pude disfrutar de una maravillosa y apacible jornada en Animal Kingdom, hubo diversas zonas a las que, bien por tiempo, por cierre preestablecido o por horarios no pude visitar y que se quedaron en el tintero por si en alguna otra ocasión visito el verde y ecológico parque de Florida. Realmente no conforman un grueso demasiado grande de rides o de lugares (tampoco vamos a alarmarnos), pero creo que bien merecen la pena ser nombradas.
Por una parte, junto a la entrada de Kilimanjaro Safaris, encontramos el Pangani Forest, algo similar a lo que ya vimos en Asia con el ejemplo de Maharajah Jungle Trek, pero en versión africana y con el encuentro a través de la jungla de especies como primates, gorilas e hipopótamos:
Lamentablemente, tanto el Pangani Forest como Kilimanjaro Safaris son zonas que el parque cierra extremadamente pronto, nada más las primeras luces del atardecer hacen acto de presencia, por lo que si queréis visitar este área, al estar más cercana a Discovery Island que el resto, podéis aprovechar para hacerlo por la mañana o mediodía:
Y también justo al lado de Pagani Forest nos encontramos con el acceso a la que, según el parque, es otro área temática más, quizás en conexión directa con la vertiente de animación de la propia Disney ya que hablamos del Rafiki's Planet Watch, una zona a la que sólo se puede acceder a través de un ferrocarril especial que nos permitirá observar parte de los entornos naturales de la sabana que vimos anteriormente y cuyo destino es una pequeña área en la que encontraremos diversos edificios donde se nos mostrará el cuidado que el parque ofrece a la fauna del lugar (veterinarios, criaderos, guardería animal, etc.) y además encontraremos una pequeña granja con animales domésticos para que los más pequeños de la familia disfruten observando o tocando a especies como cabras, caballos o vacas:
Lo mismo, aprovechad a visitar Rafiki's Planet Watch hacia primera hora del día o de la tarde, pero nunca a última hora porque os encontraréis el panorama que yo pude encontrar, es decir: cerrado.
Pese a todo, el hecho de que este tipo de rides o lugares de visita queden cerrados tan pronto favorece dos fenómenos que difícilmente se pueden ver a menudo en la mayoría de parques: los padres, al no poder llevar a sus hijos a ver animales, emprenden el camino de vuelta a casa cuando el parque todavía goza de una hora o una hora y media de apertura, momento en el cual el attendance baja estrepitosamente a pesar de que las majors siguen abiertas.
Es entonces cuando (y aquí viene el truquito) podemos riddear Expedition Everest, Kali River Rapids o Dinosaur tantas veces como queramos ya que son rides come-personas con un nivel de carga muy inferior al que soportan durante el resto de horas del día. Barra libre de ciclos, que le llaman.
Es también en este punto, en Africa, donde pongo punto y final a esta interesante e intensa visita que hemos realizado durante estas dos últimas semanas a Animal Kingdom, un parque temático que en su día puse en mi lista de Top 10 y que much@s me cuestionasteis. Con paisajes y entornos como este, ¿quién es capaz de dudar del poder embaucador que tiene la naturaleza de este parque?
Animal Kingdom es un parque definitivamente diferente. Si buscáis rides extremas, potentes coasters o un sinfín de flats o dark rides, probablemente no os encontréis cómodos en un parque donde el 80% es disfrutar el entorno, respirar aire puro o rodearse de flora y fauna exóticas.
Si por el contrario buscáis que os sorprendan, que os hechicen con minuciosas obras de arte en forma de theming, que os regalen los sentidos con todo aquello que veáis, oléis, sentís o toquéis, Animal Kingdom es como una especie de patio de recreo donde podéis sacar a relucir vuestro más íntimo explorador o exploradora.
*****
Y hasta aquí llega este cuarto y último episodio de análisis de Animal Kingdom en el que hemos visto como podemos cruzar en apenas unos centenares de metros desde el lejano oriente hasta la desconocida África, sin apenas despeinarnos siquiera.
Y con el paso por este último lugar, este olvidado continente, pongo el broche de oro a un análisis largamente esperado (especialmente por un servidor) ya que tenía muchas ganas de transmitiros la enorme belleza que guarda este parque temático, rodeado por completo de parques espectaculares con impresionantes rides y coasters, pero que sabe sacar provecho como ninguno de su encanto propio.
Animal Kingdom es visita obligada y visita para, como mínimo, pasar una jornada. Una visita que se verá incrementada probablemente con el añadido, en un no tan lejano 2017, de una nueva área temática que promete ser tan o más espectacular que las ya vistas y que por primera ocasión mezclará animales o especies inexistentes con la realidad: Avatar, directamente basado en la fantasía creada por James Cameron en el exitoso y taquillero largometraje.
Obviando el hecho de que por muy descriptivo que sea el análisis y lo muy bien que transmites cada una de las sensaciones, nada es comparable con estar allí, percibo que con Animal Kingdom esta realidad se acentúa todavía más. Si después de visitar 90 parques ha entrado directo en tu Top 10 por algo será. Desde lugo es totalmente diferente a todo, la inmerión está logradísima y el trato a los animales es todo un ejemplo (pese a mi animadversión al cautiverio).
ResponderEliminarP.D: Parece que poco a poco me voy recuperando del shock de Dino-rama.
A la espera de Expedition Everest ;)
Tú mismo lo has dicho: si está ahí, en esa posición, es por algo. Realmente es tarea difícil ponerse a describir según que parques porque a veces no hay tanta cantidad de coasters o de rides como para hacerlos "atractivos" para quien busque quizás vistosas fotografías o llamativos records, Animal Kingdom era uno de esos parques a los que le tenía que hincar el diente sólo para probar que no se me habían quedado oxidados los dedos ni la capacidad descriptiva.
EliminarLa espera de Expedition Everest es como su ascenso: está ahí, la ves, la oyes... y poco a poco se acerca.
¡Saludos Rider!
Pues prueba superada, descuida que no te has oxidado ni un ápice, pero vamos, que la mejor forma de asegurarte de que esos deditos mágicos sigan bien engrasados es escribir una entrada diaria jajajajaja (guiño guiño) ;)
EliminarMadre mía del amor hermoso! Esto lo comparo yo con el Tibidabo o Port Aventura que tenemos por estos lares y no le llegan ni a al altura del betún, vamos es que ni se les ve. No es que entienda mucho de parques temáticos, pero con la descripción parece que haya estado ahí y todo! Es maravilloso!
ResponderEliminarPor otro lado no me deja de sorprender la majestuosidad de esos pedazo de árboles, que deben tener por lo menos, como mínimo los 200 años y el excelente trabajo de los jardineros para mantenerlos, que como se les seque una rama les da algo.
Antes de que me enrolle con el tema de los animales, hay varias cosas que debo decir. Primera: ¿porqué lechugas no te tenía fichado en blogger? Solucionado. Segundo y último pero no menos importante, te he otorgado el Premio Dardos (te iba a poner el enlace de mi bitácora pero queda muy feo eso del autobombo, así que mejor no) por la calidad del blog.
Hala, ya está!
Un abrazo!!!!!
Ps: No te dieron ganas de llevarte un cocodrilo de recuerdo? ¡Són tan bonitos!
Comparar este tipo de parques con los que se estilan no solamente aqui, sino en Europa en general, es perder el tiempo generalmente.
EliminarSobre los árboles... bueno, calcula que la gran mayoría tienen mínimo 15 o 16 años (a no ser que fueran ya trasplantados directamente al parque cuando se construyó). Dudo mucho que haya nada de tantos años, pero lo que sí hay es una selección de vegetación muy cuidada desde buen principio y un clima húmedo y cálido que hace que la vegetación exuberante y frondosa se adapte inmediatamente.
Sobre tu premio, la verdad es que nunca había recibido ninguno de ese estilo (bueno, ni ninguno en general jaja) así que me estudiaré el mecanismo y supongo que montaré una entradita para nominar a otros 3 blogs.
Sobre los cocodrilos, de hecho me llevé tres. Los tengo en el comedor y de vez en cuando, cuando vienen visitas, le dan sentido al nombre de la habitación. Nah es broma. Son dos.
No me tenías fichado en blogger... ¡ya no te ajunto! Jajaja. Cosas de la vida supongo.
Un gran abrazo! Siempre es un placer leerte y si es en el blog de uno mismo, más todavía ;)
Llevo varias semanas defendiendo a capa y espada a Animal Kingdom en los debates que se están creando en los foros. Y es que no paro de repetir que es una joya desconocida que sorprende al visitante primerizo de una manera brutal, como fue en tu caso, como fue en el mío y como es en cualquiera que lo visite por primera vez.
ResponderEliminarComo bien dices, es un parque totalmente diferente a lo habitual, con pocas rides y menos coasters, pero que sabe suplir esa "falta" con un entorno espectacular.
Realmente tengo fotos hechas en Kilimanjaro Safaris que bien podrían haber sido tomadas en un safari por Botswana.
Una lástima que no pudieses acceder a Pagani Forest, te perdiste el mejor habitat recreado de todos lo que hay en el parque, almenos bajo mi punto de vista (y mira que es jodido decidirse por cual es mejor!), y es el de los gorilas de espalda plateada. Literalente habían cogido un trozo de El Congo y lo habían plantado allí, ES-PEC-TA-CU-LAR.
Como se dice en estos casos, otra excusa para volver!
Gran y esperado análisis el que has hecho sobre Animal Kingdom en cada una de las entradas que has colgado. Ahora a esperar el plato fuerte, Expedition Everest!!
Lo primero que hice esa noche al volver, aparte de quitarme las zapatillas y encender el portátil, fue consultar cómo era Pagani Forest y sí, realmente hubiera disfrutado como un niño (así como sí lo hice con Maharajah Jungle Trek). Se que tarde o temprano (espero más temprano que tarde) volveré a pisar Orlando porque fue una zona que me cautivó por completo, así que al volver pisaré de nuevo Animal Kingdom y Pagani Forest será un "must" como una catedral (así como comer en el Rainforest o visitar Rafiki's).
EliminarAFAPAM: Una sóla palabra IMPRESIONANTE.
ResponderEliminarTanto el parque como tus entradas sobre AK merecen ese calificativo. Mi enhorabuena. A la espera de ese análisis de Expedition Everest.
¡Gracias como siempre AFAPAM!
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