Loop the loop! (parte 2)

Me quedé bastante sorprendido de la tremenda acogida que tuvo, hace apenas un par de semanas, la publicación de la primera parte de Loop the loop!, la entrada donde os empecé a nombrar y describir uno por uno los loops (o loopings) que he ido riddeando a lo largo de mi corta carrera en este mundillo de los parques. Por lo visto gustó, así que no he querido esperar demasiado para ponerme manos a la obra con la siguiente parte que aquí tenéis.

En la anterior entrada me encargué de "desmenuzar" un total de 10 loops de fabricantes, medidas y tipos bien distintos pero con la única y plausible característica que tienen en común todos: ponerte del revés respecto al horizonte. Os hablé por ejemplo de la mítica Nemesis, la elogiada Montu o la exótica Atomic Coaster, en un primer contacto con este mundo tan extenso y normalmente olvidado.

Así pues hoy, en Bloggercoaster, os traigo otros 10 ejemplos de coasters (aunque veremos que en realidad no son 10 loops, hay truco escondido). Ejemplos en los que nos daremos cuenta de la variedad existente en el mercado, así como de las grandes diferencias en cuanto a comodidad, velocidad, estética y sensaciones que nos podemos encontrar si viajamos en busca de alguno de estos credits.

Talon

(Dorney Park)

Empezamos esta recopilación con una gran joya de B&M situada en el menospreciado pero siempre recomendable Dorney Park, en Pennsylvania (EEUU).

A diferencia de las compactas y clónicas Batman que la empresa suiza se encargó de repartir durante estas últimas dos décadas por todo el mundo, el modelo seguido en Talon rezuma cierta distinción y carácter propios que quedan reflejados en elementos como el loop, de unos nada despreciables 30 metros de altura que alcanza tras un curvado y pronunciado drop que nos acercará peligrosamente a la base y que incrementará la sensación de choque debido a la naturaleza inverted de esta coaster.

Pese a que el layout adquiere su auténtica identidad a partir de este elemento, merece la pena apreciarlo dada la gran cantidad de fuerzas G que nos podemos llevar en la recepción y salida del mismo.

• Comodidad: ****
• Velocidad: *****
• Estética: **
• Sensaciones: **

Falcon

(Duinrell)

Situada durante mucho tiempo en la última posición de mi particular ranking del dolor (de hecho en la actualidad ocupa un "cómodo" 5º puesto en esta singular lista) el redondo y gigantesco loop de Falcon se encuentra totalmente desubicado en un credit que parece estar diseñado para demostrar, una por una, las grandes carencias de un innovador aunque evolucionado modelo que todavía hoy en día sufre rediseños y versiones por parte de Gerstlauer, me refiero a las eurofighters.

Pese a que el recorrido y la redondez de este loop, de unos 16 metros de altura, facilitan una trayectoria lineal y agradable, es la sobrecarga de fuerzas G positivas tanto en la recepción tras el drop como en el enlace posterior con el resto del layout lo que hace que este elemento salga herido en una valoración general. Vuestras cabezas en el punto más bajo del loop serán, literalmente, muelles de goma.

• Comodidad: *
• Velocidad: ***
• Estética: ***
• Sensaciones: *

Python

(Efteling)

Uno de los motivos para clasificar como multilooper una coaster es, como vemos con el ejemplo de la holandesa Python, el hecho de que incluya más de un loop en su recorrido (pero no es este un requisito indispensable ya que también puede ser una multilooper una coaster con un solo loop + corkscrew, por ejemplo).

En este caso contamos por duplicado los loops, dos hermanos casi gemelos que únicamente difieren en la altura de sus cúspides así como de la recepción y salida (variando un desnivel de un par de metros desde la recepción del primero hasta la salida del segundo).

El sello Vekoma se hace patente en este credit y, cómo no, estos gemelos forman parte de la dolorosa fanfarria de la empresa de origen holandés: vibración, excesivas fuerzas positivas, curvatura extrema insufrible por la velocidad a la que se pasa por ellos y la sensación en general que tras el primero, el vapuleo viene servido ya que nos quedará el segundo. Pese a que no son los elementos más guerreros del layout, estos dos loops ofrecen bastante batalla para el cuerpo del visitante.

• Comodidad: *
• Velocidad: **
• Estética: ****
• Sensaciones: *

Blue Fire

(Europa Park)

Blue Fire está considerada por muchos park-freaks como una de esas coasters que marcan época en el mundillo de los credits y yo me sumo por completo a la definición. No quizás por su layout (que pese a ser disperso y suave no se las da de compacto) sino por la cantidad de innovaciones y muros tecnológicos que Mack Rides rompió en su concepción.

Quizás uno de los elementos más llamativos del conjunto es, cómo no, su enorme loop de 32 metros de altura, diseñado y estudiado para ofrecer uno de los extremos más destacables de los genialmente diseñados trenes de la coaster: recorrer una inversión sin estar sujeto de hombros.

Velocidad medida al milímetro, suavidad reconocida y un efecto floating muy bien conseguido (resaltado por el hecho de acabar de salir de un punto de choque posterior al drop) hacen de este elemento uno de los más considerados y elogiados no solo de la coaster, sino de Europa Park por completo.

• Comodidad: ****
• Velocidad: **
• Estética: ***
• Sensaciones: *****

EuroLoop

(Europark)

Fijaos en esta fotografía y echad un vistazo a la de Python en Efteling un poco más arriba. Pueden parecer gemelas y, de hecho, lo son. Pero difieren en algunos aspectos la una respecto a la otra y este doble loop es uno de ellos.

Limpio, rápido y suave el primero, algo más agudo, cerrado y juguetón el segundo, a partir de la salida del segundo empieza la fiesta de golpes y magulladuras clásica de Vekoma, pero estos dos primeros loops, gemelos también, son una muestra de que aunque recoloques varias veces un credit y lo mantengas en una feria de verano como es Europark (Francia), el buen mantenimiento y el mimo mostrado respecto al mismo hacen que la calidad cambie incluso tratándose de un clon.

Si me dan a elegir entre esta y Python, está claro que me quedo con esta. Es más, si me dan a elegir entre los loops de Python y estos, me quedo con estos. Además, con este ejemplo francés, y si lo visitáis en día de poca afluencia, os podéis llevar un doble ciclo de regalo (lo que significa riddear una coaster de 1500 metros y 8 inversiones en total). ¡Ahí es nada!

• Comodidad: **
• Velocidad: **
• Estética: ****
• Sensaciones: **

Roller Coaster

(Gongqing Forest Park)

Y de multilooper en multilooper (y tiro porque me toca). En esta ocasión pegamos un salto bastante enorme, tan enorme que cambiaremos de continente incluso y nos situaremos en la lejana China para aterrizar en Shanghai, concretamente en Gongqing Forest Park, uno de los micro-parques que más disfruté durante aquél mítico RCT Tour de 2013.

Sameco es la artífice de esta creación que recuerda, de manera bastante llamativa, a las multiloopers que sembró durante la década de los 80 principalmente la estadounidense EEUU por todo el mundo. Y en esencia no debería variar mucho por estructura, pero es en los pequeños pese a imprescindibles detalles donde este credit se desmorona como un gran castillo de naipes y ahí es donde entra en juego este diablo blanco que se hace llamar loop.

Irregular, desproporcionado, vibrante en exceso y cerradísimo, hace que nuestra nuca golpee el reposacabezas con inquietante fuerza y que nos quedemos medio tocados de cara al resto del layout (que es una galería masoquista de nivel). Como ya os dije en su día, a mi parecer no es el mejor credit del parque, aunque como siempre ocurre: las inversiones venden.

• Comodidad: *
• Velocidad: **
• Estética: **
• Sensaciones: *

Nessie Superrollercoaster

(Hansa Park)

Tarde o temprano Schwarzkopf debía hacer acto de presencia en esta recopilación y qué mejor manera para hacerlo que con uno de sus credits más reconocibles y elogiados, la entrañable Nessie del alemán Hansa Park.

Además de la más que presente belleza del loop, enlazado de una manera magistral con la no tan brillante Rasender Roland de Vekoma, este elemento guarda de por sí varios ingredientes que lo convierten en un "must do" en toda regla: por una parte la aceleración para conseguir la velocidad con la que encararemos el loop viene precedida por una enorme curva panorámica, es decir, no se adquiere directamente en el drop. Por otra parte el ruido que experimentaremos en la recepción y salida del loop, un estruendo logrado por la inusual naturaleza cerrada de la base del loop (que pasa a escasos centímetros del mismo suelo).

Pero el truco final que Schwarzkopf utilizó cual mágico prestidigitador es el hecho de dotar a la recepción del loop de un sensor de velocidad que muestra a través de una pantalla en la estación la velocidad a la cual entra en cada ciclo el tren en el loop. Y como ya me encargué de comentar en su día, la velocidad puede variar hasta en 15 km/h, lo que nos da a entender el gran estudio que supuso en su día esta estructura para el gabinete de ingenieros del legendario Anton Schwarzkopf.

• Comodidad: ***
• Velocidad: ***
• Estética: *****
• Sensaciones: **

Golden Wings in Snowfield

(Happy Valley Beijing)

Una vez pones pie en China y empiezas a visitar micro-parques, parques de atracciones cochambrosos y demás bestias de galería de los horrores, encontrarte con una multilooper de Vekoma resulta ser al final algo incluso agradable, aunque vengan credits como esta Golden Wings in Snowfield y se encarguen de romper tus esquemas previos.

Engaña mucho en concepto de comodidad esta rara avis de factura holandesa ya que hasta el mismo loop ( de 26,5 metros de altura) todo transcurre con normalidad e incluso una inquietante y desconocida comodidad. Lamentablemente es a partir de la salida del loop donde todo se desvanece y hace acto de presencia la auténtica cenicienta del cuento.

Lo curioso del asunto es que, de la misma manera que ocurre con Kumali en Flamingoland, esta SLC modalidad Shenlin presenta un tren tan largo que depende de la fila que ocupemos en el recorrido podemos experimentar el fenómeno de retardo en la velocidad, que vendría a ser esa ligera sensación de frenado producida por el hecho de que las primeras filas del tren ya han pasado la cúspide del loop cuando las últimas todavía están por pasar. Es quizás el efecto más remarcable de una coaster con pretensiones pero que se queda en eso, en un puñado de pretensiones.

• Comodidad: **
• Velocidad: **
• Estética: **
• Sensaciones: **

Big Loop

(Heide Park)

Y tenemos triplete hoy de multiloopers con doble loop, pero a diferencia de las dos anteriores que os he nombrado, en esta ocasión el layout general difiere ligeramente del que hemos visto con anterioridad. Fijaos sino en el hecho de que tras los dos loops gemelos no encontramos la estación y el lift de esta Big Loop de Vekoma.

Y es que Heide Park se quiso diferenciar de la moda clónica de los 80-90 y encargó para 1983 un modelo que repitiera en gran parte los ingredientes, pero en un orden y distribución distintos, algo más espaciados y dispersos de lo que podemos ver en Python de Efteling, por ejemplo. El problema es que para dar cabida al cambio de distribución de la estación y el lift (que es básicamente la diferencia más importante) se tuvo que alargar un insustancial e insulso tramo de vías que discurre desde el drop hasta el primer loop. 15 o 20 metros por los que no ocurre nada más que visualizar lentamente nuestra futura muerte por golpe en el cogote/espalda.

Y es que este par de gemelos son dolorosos (más el segundo que el primero) dada la poca envergadura de su estructura y a lo cerrado de su cumbre. Mi consejo antes de riddearla es que tengáis bien sujeta la nuca al respaldo, porque la oscilación puede daros un indeseado dolor de cabeza.

• Comodidad: *
• Velocidad: **
• Estética: ***
• Sensaciones: *

Sooperdooperlooper

(Hersheypark)

Llegamos ya al décimo y último credit por hoy, otra de esas raras avis que se encargó de crear y consolidar el brillante Schwarzkopf y que a día de hoy es conocida quizás más por la originalidad de su nombre que por la coaster en sí: Sooperdooperlooper (o coloquialmente pronunciada "supadupalupa").

De la misma manera que ocurre con la genial Revolution de SixFlags Magic Mountain (de la que recientemente hemos conversado el amigo Calle y un servidor frente a las cámaras) con Sooperdooperlooper nos encontramos con un diseño y estructura barroca, muy geométrica pero que, por extraño que parezca, podría dar muchas lecciones a los ingenieros de coasters hoy en día.

Construida un año después de Revolution, cuando el gran público norteamericano apenas entendía el concepto de loop en las coasters de acero y la novedad se podía vender a bombo y platillo, Hersheypark apostó por un modelo completo, mayoritariamente terrain (pese a ofrecer tramos de bastante altura) y que años después se vería rodeado de nuevas incorporaciones a base de soportes y raíles, como podemos ver en la fotografía.

Por lo demás: ligereza, comodidad y suavidad; marca de la casa.

• Comodidad: ***
• Velocidad: **
• Estética: ***
• Sensaciones: **

*****

10 credits, 10 coasters, 10 maravillas (algunas más que otras, para qué negarlo) que hoy os he expuesto y de las cuales me he encargado de mostraros, detalle a detalle, un elemento en concreto de las mismas: su loop (o loops).

Hoy hemos podido ver que pueden existir proyectos con más de un loop en su interior (de hecho a día de hoy no es algo tan raro como hace quizás un par de décadas), que existen proyectos en los que el paso del tiempo o un mal diseño han lastrado la calidad de los mismos a su paso por semejante inversión y que, en general, los loops se pueden vender siempre como uno de los ingredientes más vistosos y espectaculares de la mayoría de las coasters que los contienen.

Recordad siempre que podéis echar un vistazo a la anterior entrada de esta misma saga y que pronto (espero) os presentaré una nueva entrada donde volveremos a poner sobre la mesa 10 coasters que haya podido probar con este icónico elemento en su layout.