lunes, 2 de febrero de 2015

Djurs Sommerland (parte 2)

Durante la semana pasada y espero que a lo largo de esta que empezamos hoy, me propuse mostraros un parque temático diferente a lo que conocemos en estas tierras, incluso diferente de lo que podemos ver si nos dedicamos a visitar parques por Inglaterra, Francia o Alemania. Me propuse mostraros cómo afronta las temáticas exóticas un parque al norte de Dinamarca, en una región cuyo verano dura apenas un par de meses y el resto del año hay que lidiar con meteorología y temperaturas menos agradables de lo normal: Djurs Sommerland.

Pese a ello, durante la primera entrada que os facilité pudimos ver que la resolución de temáticas (en la primera área temática llamada Piratland y dedicada evidentemente al mundo caribeño pirata) era bastante buena y, pese a no involucrar el mejor theming del mundo, el parque salía airoso.

Durante el día de hoy, en Bloggercoaster, el parque pondrá su propio listón más alto y veremos cómo es capaz de afrontar la existencia de tres áreas temáticas más cuya identidad es también un reto por esas tierras: Mexicoland, Vikingeland y Vandland (un pequeño parque acuático outdoor).


¡Hola amigos!, burritos y sombreros

Nos habíamos quedado en la anterior entrega del análisis al parque al final del recorrido de Piratland, repletos de adrenalina y remojo gracias a maravillas como Piraten, Skatteøen o un nada despreciable puñado de kiddies. Para el final de la entrada nos quedamos al borde de una nueva zona, en un pasillo de vegetación que con elementos de sobras conocidos nos presentaba una nueva área temática:


Y es que sí, amigos y amigas, parece mentira pero aunque nos desplacemos al norte de Dinamarca también encontraremos aquí la clásica, típica y tópica área temática mexicana, Mexicoland:


Como ocurre en la mayoría de casos, cuando tiramos de los Pirineos para arriba os podéis encontrar absolutamente cualquier aberración temática referida a Mexico, un compendio de ideas, estereotipos y elementos comunes que casi siempre derivan en varios ingredientes típicos: sombreros mexicanos, tipos con grandes mostachos, mariachis y color terroso para los edificios.

En este caso ya el primer edificio con el que nos encontraremos al entrar al área reunirá para vosotros todos estos ingredientes en bandeja y además tiene la característica de que es el único restaurante y zona de comida del área, se trata de Don Pedro's Tortillabar, con una serie de menús que tiran de lo clásico aderezado con algunos platillos que pueden recordar la región centroamericana tales como ensalada de taco, nachos o wraps (que me imagino que es un intento de copiar a los burritos):


Pasado este primer punto de conexión temática, se extiende ante nosotros la que fue la gran inversión del parque en 2013 y que siguió el mismo patrón de las últimas inversiones del parque: añadir una o varias rides/coasters a un área empobrecida para otorgarle más presencia temática. Se hizo en Piratland con Skatteøen, se hizo este año pasado en Vikingeland con las dos flats que más tarde veremos y entre 2012 y 2013 lo hicieron en Mexicoland con la renovada flat Solguden y la coaster Juvelen, a las que en breve llegaremos.

Pero la primera ride en sí que nos encontramos al entrar a Mexicoland, a mano derecha, es ya todo un clásico en la mayoría de parques de atracciones de los 80-90 en Europa, en esta ocasión se llama Speedy Gonzales (¡qué chispa!) y se trata de unos toboganes de descenso en barca inflable con una generosa cantidad de mini-airtimes:


Tras la pequeña dosis de velocidad momentánea y posible salpicadura (posible más que probable) ahora ya sí nos encontramos frente a la novedad, que he de decir que en el momento de mi visita en la primavera de 2013 era más que novedad, era un estreno inminente ya que hacía tan solo una semana que todo se había puesto en marcha. Como en el caso de Piratland, el espacio es muy abierto y comprende calles adoquinadas rodeadas de extensiones de césped y alguna que otra aportación de jardinería a base de arbustos y árboles, pero ya sabéis cómo es una zona recién estrenada: prácticamente la vegetación es inexistente, apenas presencial:


El primer y llamativo elemento con el que nos encontramos es una rareza dentro de lo común de su existencia, se trata de Solguden, una spin ride de brazos hidráulicos controlable en el interior de cabina por parte del viajero y que muestra dos elementos diferenciales: por una parte su vistosa e irregular estética repleta de tonalidades anaranjadas y de inspiración maya y por otra parte el hecho de contener unos totems distribuidos alrededor del perímetro de seguridad de la ride que lo que hacen es lanzar chorros de agua al compás de una pegadiza canción cuando la ride se pone en marcha. Lo podéis ver claramente en esta fotografía en la que capté justo el momento en que una de esas estatuas rociaba con agua cristalina a los aventureros:


Una ride con una temática, dinámica y adecuación más que correctas que además fue una muestra de la visión de expansión que lleva desde hace más de una década este parque. Invirtieron el orden de inversión (primero la flat y luego la major) y les salió bien el invento, en 2 temporadas incrementaron en casi 100000 visitantes su attendance anual.

Pero dejémonos de anécdotas y de flats y saltemos al elemento que nos llevará unos cuantos párrafos y fotografías de ahora en adelante. Creo que esta será la muestra que os enseñe definitivamente la tendencia generalizada de los parques europeos en la última década y media (de la cual Djurs Sommerland se ha beneficiado también, claro), que no es más que las mini-lands creadas alrededor de una major o una ride. En este caso se nos presenta ante nosotros un elemento temático de magnitudes y proporciones realmente respetables como es una pirámide maya con un finalizado estético impecable:


He de decir que quedé gratamente sorprendido e impresionado del buen gusto en el detalle, quizás no se aprecie del todo bien con el tamaño de las fotografías que os incorporo en esta entrada, pero todo, desde el color de las losas, las estructuras de la madera, la vegetación repartida en forma de lianas, el verdillo entre piedras o el desgaste artificial, todo estaba cuidado al máximo en una de las representaciones más fieles que he visto hasta ahora de una estructura de esa época y región. Y no es un elemento de theming vacío, seguid leyendo seguid...

Aquí llega la auténtica "joya"

Y es que eso es lo que significa Juvelen en danés, joya. Y no es un nombre elegido al azar pues, como veréis, las joyas tienen cierta presencia en la launched de Intamin, uno de los últimos grandes proyectos de la compañía suiza en Europa hasta que en 2014 empezara a desvanecerse su misteriosa estela.

Pero no es este el único dato destacado de esta pulida versión de moto-coaster que se nos presenta ante nosotros. Comencemos por el principio, un arco de entrada genialmente realizado con varios detalles a destacar. Por una parte el gigantesco letrero tematizado en una calavera que sostiene un enorme y brillante rubí tallado. En la base del arco de entrada (formado por grandes esctructuras rocosas) localizamos también un plato de piedra con inscripciones mayas y varias joyas con luces LED que las hacen brillar y parecer más vistosas todavía:


Si os fijáis, otro detalle que vale la pena captar de esta instantánea superior es el hecho de que las familias dejen en la entrada los carritos para los niños y es que la confianza, en países como Dinamarca, difiere muchísimo de la que se pueda encontrar en países como España. Allí dejar algo en un rincón no es signo de que te lo vayan a robar o quitar y, por suerte, es algo que se suele ver con frecuencia en otros parques de Europa.

Accediendo al interior nos meteremos por un pasillo que entra directamente en el interior de la pirámide y es que sí, la pirámide que vimos antes es la propia estación de la coaster. Un inteligentemente diseñado laberinto de pasillos nos mete de lleno en los mismos pasadizos que utilizaron los primeros arqueólogos para descubrir la genuina "juvelen", como podéis ver en primer plano, a lado y lado del pasillo encontramos grandes joyas enmarcadas e iluminadas, algo que sin duda debe estar inspirado en los pasillos de colas de Wodan, la woodie que un año antes estrenó Europa Park:


Es momento de llegar a la estación, una estación mínimamente tematizada, sobria aunque repleta de detalles como calaveras, lianas, piedra artificial y un andén de madera en el que se carga y descarga el bastante largo tren de la coaster, donde deberemos tomar asiento listos para embarcarnos en el viaje:


Aunque podamos englobar este credit dentro de la rama de las moto-coasters (donde tradicionalmente Zamperla y Vekoma reinaban con cierta holgura) lo cierto es que Intamin se saca de la manga un diseño y estilo de trenes más similar al de sus mega-coasters que a los ortopédicos sistemas de sujeción de los italianos y holandeses. En este caso tomar asiento se hace en una posición mucho más natural y la protección viene dada por un cinturón y una lapbar que sujeta directamente nuestro abdomen. El trasero encajará de manera ergonómica al momento, así que no hay más complicación, ¡estamos listos para partir!


Como podréis observar a través del point-of-view que os presento aquí arriba, facilitado por la incombustible CoasterForce, Juvelen es un credit con parte pre-show, donde lentamente nos adentraremos en una especie de cámara mortuoria custodiada por amenazadoras estatuas que se iluminarán a nuestro paso. El tren se para conforme la música incrementa el misterio y de repente las estatuas agitan sus brazos enérgicamente para al cabo de unos segundos salir disparados a 70 km/h:


Este primer lanzamiento es bastante intenso pero a la vez muy pausado debido a que se realiza mediante ruedas motorizadas en vez de un sistema LIM o por cable, por lo que la aceleración es progresiva y jamás os notaréis forzados respecto a vuestras caderas o cintura, la sujeción cumple su papel de manera impecable y así es como podemos afrontar la primera curva a la derecha, con un peralte bastante pronunciado y tras el cual nos elevaremos a la máxima altura que adquiere la coaster, a unos 8 metros de altura más o menos (por lo que os da una idea de que la velocidad, en este credit, se conserva prácticamente hasta el final del layout):


Tiempo ahora de agarrarse bien al manillar y disfrutar del recorrido, completamos un pequeño descenso con peralte hacia la izquierda (amplio y panorámico pero a ras de suelo) nos volvemos a elevar ligeramente y entramos en un doble twistie bastante bien trenzado, jugando con la poca altura, la velocidad y los elementos de choque varios como formaciones rocosas o los propios soportes cuadrados de la coaster.

El siguiente elemento (en el vídeo lo encontraréis en el minuto 1:09) es realmente la sorpresa mayúscula de la coaster, una segunda zona launched, totalmente recta y con una longitud similar a la de lanzamiento inicial pero que juega con la ventaja de aprovechar al completo la velocidad de entrada que ya llevábamos y la incrementa hasta los 85 km/h máximos que adquiere esta Juvelen. En este caso y aunque pueda no parecerlo, la sensación de aceleración sí es más notoria y repentina, adquiriendo cierta vibración de descontrol al final de la recta y la sensación de que vamos muchísimo más veloces de lo que parece, es una auténtica locura de tramo:


Tras este flash tan inesperado encaramos una peraltada a izquierda muy amplia que rápidamente nos introducirá en un juego de twisties y medias hélices que jugueteará a escasos metros de altura respecto al suelo y nos "lanzará" de manera inesperada elementos de theming, cascadas, rocas, estanques y obviamente soportes de la coaster que iremos esquivando por reflejo pese a estar totalmente sujetos a la estructura de nuestras "motos". Este segundo tramo es mucho más intenso durante los primeros segundos pese a que luego progresivamente se va desgastando y relajando, con elementos mucho más amplios que, de ser más estrechos y angulosos, podrían enrojecer las mismísimas mejillas de Miss. GeForce:


Tras un escarceo muy ligero con el airtime en varias ocasiones, finalmente el tren llega de nuevo a la falda de la pirámide maya para adentrarse de nuevo en el interior de la estación y finalizar nuestro particular viaje aventurero.

Definitivamente, Juvelen fue no solo la mayor sorpresa que me llevé de todo el parque ( seamos honestos, sabía ya que Piraten me enamoraría) sino además una de las mejores sorpresas de todo el tour que realicé por Dinamarca. Una coaster que hace honor a su nombre y que se convierte en una auténtica espiral de velocidad e intensidad, una huella inconfundible de Intamin y una muestra de que por muchos problemas que haya, por mucho tiempo que transcurra, los suizos son capaces de ofrecer adrenalina pura incluso con un credit vestido de familiar. Pura genialidad.

Último vistazo mexicano

El resto del área de Mexicoland se debate entre la irrelevancia y la reserva para futuras y seguras expansiones (quizás no del área, quizás de otras áreas que estén por llegar). Pero lo cierto es que en el mismo centro del parque nos encontramos con varias grandes explanadas de césped y senderos de roca donde nos encontramos con rides de corte mucho más tranquilo y familiar como unas camas elásticas, ingeniosamente enterradas bajo tierra y valladas al estilo ring de boxeo:


Un par de pirámides de cuerda para los niños más escaladores:


Y un gran embudo de lona plástica con marcas a modo de puntos de sujeción y un tobogán en un costado, lo cual lo convierten en un reclamo perfecto para quien se quiera iniciar en eso de tener que subir por las paredes, aunque de una forma mucho más segura:


El poker lo completa finalmente el Djurs Expressen, un pequeño trenecito a gasolina que podemos tomar en la estación contigua a los elementos que hemos visto aquí arriba (estación llamada Hovedbanegård) y que nos puede llevar a la estación situada en Lilleputland, llamada Perron 1:


Una vez dejamos atrás Juvelen es el momento de que Mexicoland se despida de nosotros de la manera más apropiada posible:


Dejando atrás también una ampliación novísima y realmente exitosa que reportó al parque más de 130000 visitantes más entre dos temporadas, un resultado más que suculento que otorgó al parque de mucha notoriedad internacional además de una indudable presencia a nivel de Dinamarca.

Martillos vikingos

Asoma ya entre la vegetación y una desafiante empalizada de madera el que será el siguiente credit de nuestro particular recorrido por Djurs Sommerland, otra de esas coasters que quedan para el recuerdo por el hecho de tener un ínidice de efectividad bastante elevado y ser, además, terriblemente divertidas. Os hablo de la interesante Thor's Hammer:


Inaugurada en 2002, 4 años después del éxito que supuso G'sengte Sau en el alemán Tripsdrill, Thor's Hammer fue una apuesta segura del parque, un intento por volver a plagar de intensidad y coasters un parque que hasta entonces era de atracciones y únicamente contenía una wacky worm en sus filas (Karlo's Taxi).

Con Thor's Hammer el parque se declaró abierto al cambio, a la tematización detallada y a un ambiente que lo ha ido sumergiendo en temporadas de éxito continuadas hasta la actualidad (en 2002 el parque apenas conseguía la cifra de 300000 visitas anuales, lejos de los tres cuartos de millón que consigue en la actualidad):


Como podréis observar por las fotografías, Thor's Hammer se presenta como una iniciativa muy interactiva, con un recorrido de colas y un paseo interior por la coaster, se deja ver, se deja visitar y me imagino que por aquél entonces esto supuso toda una innovación para un país que tenía su referente temático principal en los tradicionales Tivoli Gardens.

Así pues nos encontramos con que no solo la estación o la entrada están totalmente integradas (con una coaster que no olvidemos que abusa bastante de las estructuras de acero) sino que también encontramos el elemento de la madera a lo largo de la altura de los soportes del lift:


Tras el cual nos encontraremos con un drop curvado a derecha que deriva en una hélice ascendente y que nos reparte en varias ramas de curvas cerradas que cumplen la función más wild-mouse de todo el layout:


Dos hélices cruzadas (una descendiendo y otra ascendiendo) con un ingenioso twistie bastante cargado de fuerzas positivas y laterales, desembocan en una lluvia de airtimes provocados por las famosas bunny-hills, una secuencia de tres camelbacks enlazados que en la versión alemana de Tripsdrill se escondían en verdes y espesas colinas floreadas y en la versión danesa de Djurs Sommerland pasan por el interior de una especie de granero sustentado sólidamente por grandes maderas oscuras a modo de zona indoor y por encima de una zona de lago final, que finaoliza magistralmente en una doble hélice cargadísima de fuerzas G por doquier:


Ambas son igual de buenas, de hecho, ambas son clónicas, así que no ofrecen demasiada diferencia más allá de la afectación que puedan tener nuestros sentidos con el elemento del punto de choque que me pareció algo más presencial en la versión alemana que en esta, pero que gana mucha más notoriedad temática en esta Thor's Hammer.

Una vez más, punto a favor de una brillante Gerstlauer que parece que se aventuró durante la primera década de este nuevo siglo a plagar el viejo continente de coasters de corte similar (muy divertidas y ligeramente extremas) pero que con el desembarco de su estandarte en estos últimos años (el modelo eurofighter) parece que ha olvidado aquella época. Deberían quizás los alemanes plantearse volver a vender una versión 2.0 de este impecable modelo.

El broche de oro lo aporta el propio parque con un nivel de theming que, si bien no puede igualar el gusto por el detalle de la nueva Juvelen, sí que puede rivalizar con el nivel que ofrecen a día de hoy muchos otros parques de atracciones o incluso temáticos, con elementos tan memorables como la plaza de reunión con los tronos de los principales dioses vikingos:


O rincones con simpáticos animatronics que amenizarán nuestra espera en las colas:


Como os he comentado antes, Thor's Hammer supuso no solamente un reto ya de por sí como coaster, sino como proyecto de inversión para un parque que a principios de siglo soñaba con posicionarse en el Star System europeo de los grandes parques y que a día de hoy ve en el millón de visitantes su particular y cada vez más cercana meta. Todo un logro.

Últimos añadidos y más agua

Para ser sincero, retomando la visita que realicé durante aquella primavera de 2013, justo al salir de Thor's Hammer pude recibir un breve aunque intenso chaparrón 100% danés (algo así como un souvenir gratuito a la par de innecesario) por lo que tuve que guardar y preservar mi cámara Nikkon de la lluvia y desgraciadamente no pude sacar demasiadas fotografías de esta última parte a medio camino entre Vikingeland y Vandland, el parque acuático que esconde Djurs Sommerland en su interior.

Pese a ello, en este rincón del parque encontramos en la actualidad varios elementos que vale la pena nombrar. Tengamos en mente que aquí se extiende un gran estanque alrededor del cual podemos hacer un ameno paseo a bordo de unos vehículos a pedales con capacidad para 4 ocupantes (2 adultos y dos niños, por ejemplo) en una especie de propuesta de ride cuyo nombre es Familiecykler:


En ese mismo estanque también localizaremos en la actualidad otro clásico de los lagos y estanques en parques de atracciones del mundo, las típicas barquitas a pedales que aquí reciben el nombre de Vandcykler og kanoer.

Dicho esto, vale la pena puntualizar que justo en esta posición encontraremos la que fue la novedad de 2014 (es decir la temporada pasada) que pasó sin pena ni gloria para la mayoría de los entusiastas del continente, pero que se encargó de enfatizar mucho más el theming nórdico que inició en su día la anteriormente nombrada Thor's Hammer.

Por una parte encontramos las torres gemelas de Vikingetårnene, unas torres de movimiento controlado facturadas por ABC Rides (constructora habituada a proveer al parque danés de kiddies, como vimos con Piratland) y que presentan un nivel de detalle y theming realmente elogiable, muy bien resuelto y desde luego visible a distancia:


Y por otra parte nos encontramos con el gran Drageskibet, una nave balanceante cuya factura, pese a no disponer de los datos, me imagino que ha corrido a cargo también de ABC Rides (el clásico combo) con 16 metros de altura en la estructura de sujeción central y una altura máxima de la nave de 20 metros por encima de las cristalinas aguas del lago, un reclamo visual excelente para esta parte del parque:


Dos rides que complementan y amplian a la perfección el concepto vikingo, con un toque visual y estético sin inconveniente alguno (se le hace a uno difícil imaginar un área vikinga que no contenga un barco vikingo, ¿verdad?) y que han ayudado a perfeccionar cada vez más la parte posterior del parque, otorgándole mucha más relevancia para el target más joven y aventurero de las visitas al recinto.

Por último (y como era de esperar) el tiempo primaveral de los alrededores del parque no era equiparable al de nuestras tierras, por lo que durante todo el día las temperaturas eran muy frías y secas, así que es lógico que Vandland, el pequeño parque acuático camuflado en otra área más del parque (y de acceso totalmente gratuito, sin pagar absolutamente ningún coste añadido) estuviera completamente vacío e inoperativo, pero cuidado, no cerrado. Así pues le pude sacar un par de fotografías desde la entrada, como esta:


Aunque para ser justos, lo mejor es ver una fotografía del área en pleno rendimiento en verano, con todos los canales y piscinas a rebosar de cristalina agua y con una temperatura varias decenas de grados más agradable que cuando pisé el lugar en 2013:


Este área/parque acuático lo integran un total de 9 toboganes o sub-secciones donde podemos experimentar desde pistas blandas hasta auténticos torrentes enfurecidos pasando por piscinas de olas o grandes estructuras de toboganes y puentes para los más pequeños, además de un par de zonas de restauración y un sinfín de espacio con sombras y césped para disfrutar de un ratito de toalla. Todo un lujo teniendo en cuenta que nos encontramos muy al norte del continente.

*****

Y nos quedamos por hoy aquí, en este interesante a la par de arriesgado Vandland, para cerrar por hoy una entrada en la que hemos visto 3 de las áreas temáticas que esconde Djurs Sommerland, un parque que poco a poco se va descubriendo y ofreciendo algunas sorpresas que quizás uno no esperaba al cruzar sus puertas (y os debo confesar que así fue).

Como ya os dije en la primera entrega del análisis, hay mucho Djurs Sommerland más allá de Piraten ya que sí, la megalite de Intamin manda muchísimo sobre el resto del parque, pero los añadidos que se van agregando temporada tras temporada como la reciente Juvelen, le otorgan al recinto un encanto añadido con mucho valor y que complementa a la perfección una posible escapada a esta región norteña de Dinamarca.

Y a vosotr@s, ¿qué os va pareciendo Djurs Sommerland?¿Lo visitaríais?

1 comentario:

  1. Me encanta leer sobre este tipo de parques, que ganas de leer la tercera parte!

    ResponderEliminar