miércoles, 15 de julio de 2015

¡De turismo por Europa! (parte 1)

Como ya comenté a principio de este mismo año, uno de los objetivos de Bloggercoaster a través de las entradas que publico será el de aunar un poco más los conceptos de turismo y parques de ocio, dos cosas que normalmente relacionamos a la primera pero que sin embargo en muchos aspectos la gente piensa que no guardan relación (cuando sí lo hacen).

Con esta pequeña serie veraniega intentaré desmentir la idea de que un amante de los parques no casa bien con un amante del turismo y os mostraré entornos, paisajes y vivencias que están muy próximas a los parques más soñados y deseados por los entusiastas del mundillo. Así, si os encontráis cercanos al lugar, podéis reservar quizás unas horas o incluso una jornada entera a descubrir estos parajes de ensueño no tan lejanos de nuestra afición.

Hoy empezaremos hablando un poco de uno de nuestros países vecinos, próximo geográficamente y asequible si decidimos preparar una escapadita:


¡Qué bella es Italia! Y qué desconocidos resultan en ocasiones para nosotros, tan cercanos, tan vecinos, tan amigos, muchos de los paisajes y rincones que nos puede ofrecer el país de la bota mediterránea.

Quizás en alguna ocasión nos hayamos aventurado a descubrir puntos clave de la geografía de Italia como podrían ser Roma, Milán o Venecia, pero de lo que no cabe duda es de que este alargado país del sur de Europa nos puede facilitar enclaves turísticos de gran belleza y tranquilidad que pueden rivalizar totalmente con las grandes y masificadas ciudades. Y uno de ellos, quizás de los más admirados internacionalmente, es el Lago di Garda.


Con una longitud de 51,6km y una anchura de poco más de 17, este enorme lago formado a base del deshielo que proviene de la parte italiana de los Alpes se ha convertido en un precioso remanso de paz y tranquilidad que cada año disfrutan miles de lugareños, además de otros visitantes de todo el mundo.


Bordeando su geografía ya sea en coche, a pie o en transporte público, a medio camino entre el colorista sabor mediterráneo y el pintoresco aroma alpino nos encontraremos con pequeños pueblecitos que crecieron, siglos atrás, a lomos del negocio de la pesca o, más recientemente, del turismo cultural o gastronómico.


Sin duda alguna las poblaciones más visitadas y recordadas por el turista son Sirmione y Peschiera del Garda, al sur del lago (donde el clima también es más favorable y suave). En Sirmione, una alargada y estrecha península que domina el centro del lago, podemos pasear por sus estrechas callejuelas empedradas, disfrutar del genuino sabor de un helado casero preparado ante nosotros o maravillarnos contemplando su fortificación de roca que domina la zona más masificada del pueblo.


En la multitud de puertos pesqueros y deportivos que rodean el lago, como el de Peschiera del Garda o el de Riva del Garda, podemos saborear la infinidad de productos genuinos de la zona (desde sus excelentes vinos rosados, pasando por la icónica pasta o las fresquísimas y sabrosas ensaladas con marisco) a la vez que contemplamos el movimiento de entrada y salida de los pequeños barcos pesqueros. Aunque sin duda uno de los elementos fotográficos más admirados de esta parte de Italia son las espectaculares puestas de sol a última hora de la tarde.


Si nos apasiona la historia el Lago di Garda guarda para nosotros valiosos tesoros arquitectónicos e históricos de gran valor artístico y cultural. Por ejemplo localidades como Lazise, Torri del Benaco o Desenzano, donde nos encontraremos con edificaciones que van desde la prehistoria, pasando por la evidente cultura clásica de la región hasta las batallas navales libradas siglos atrás en la búsqueda de conquistar todo el lago por parte de invasores del norte.


Y si lo que queremos es compaginar el mundo del turismo cultural o gastronómico con el derivado de los parques de ocio, el Lago di Garda tiene varias opciones muy suculentas para el aficionado a los parques. Por una parte tenemos un muy interesante y diferente parque temático relacionado con el mundo del cine y los especialistas llamado Movieland Park, a medio camino entre los pueblos de Riare y Fossalta. Y por otra parte podemos encontrar, en la esquina sur-este del lago, el parque temático más grande de Italia además de uno de los más conocidos de toda Europa, me refiero a Gardaland:


En ambos podréis encontrar un sinfín de coasters y rides dignas del más sibarita de los entusiastas, además de una calidad en atención al cliente y en gastronomía digna de los mejores parques del continente.

Dicho esto, escaparse a Italia para buscar un buen puñado de sensaciones y experiencias es, con la región del Lago di Garda, algo totalmente apetecible y asequible para todos los bolsillos. Si todavía estáis preparando la mochila u os encontráis en la situación de decidir cuál será vuestro destino durante las vacaciones de este verano, echadle un ojo a este rincón pues estoy seguro que no os dejará indiferentes.

2 comentarios:

  1. Sería ilógico no aprovechar los viajes a parques para visitar y conocer las regiones que los acogen. Viajar siempre es un placer y por lo general, salvo excepciones, no es algo precisamente barato, ¿por qué no reservar un día más para ir conociendo mundo? Una vez que hemos pagado el transporte y estamos allí merece la pena rascarse un poquito más el bolsillo y enriquecer la experiencia. He dicho.

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    1. Desde luego. No suele ser la tónica general (pues los parques están más bien apartados de las poblaciones o en lugares remotos), pero hay excepciones (ahora mismo me viene a la cabeza Tivoli Gardens o el Prater de Viena). Gran parte de los visitantes de parques suelen ser turistas extranjeros, es un indicativo importante.

      Saludos!

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