martes, 19 de abril de 2016

¡Nos vamos a Viena!

Así es, amigos y amigas de Bloggercoaster, en estos momentos me encuentro ordenando como buenamente puedo la mochila de viaje ya que en apenas unas horas partiré hacia la primera aventura parqueril del año en una de mis ciudades fetiche de la que os he hablado ya en varias ocasiones y la cual contiene una de las joyas más preciadas por cualquier entusiasta de parques que se precie. Me refiero a Viena, hogar del siempre amado y respetado Wiener Prater o Prater Park, para los amigos.

Os dejo aquí la foto que acabo de colgar en el perfil de Instagram del blog (@bloggercoaster) donde podéis observar el poco espacio que me queda para la ropa. Así os podéis hacer una idea de todo lo que lleva tras de sí uno de estos viajecitos, a nivel tecnológico:



¡A por la conquista de credits!

En esta ocasión el objetivo de mi escapada de apenas unos días a esta bella y tradicional ciudad se centra primero en actualizar la base de datos que tenía del Prater ya que desde que puse pie en él por última vez hace 3 años ha habido novedades sustanciales:

Insider

Una curiosa spinning coaster de Maurer AG que a su vez fue la que ocupó el Tokyo Dome de la capital japonesa, años atrás, y que en 2013 se estrenó con mucho furor en el parque vienés, bajo una estética futurista repleta de leds y con un edificio diseñado para romper con el tópico de las clásicas naves industriales que acogen a este tipo de credits. No espero mucho de ella, pero estoy seguro que el hecho de ser indoor me garantizará sensaciones únicas:


Maskerade

Y de una curiosa spinning a otra curiosa spinning, en este caso se trata de una Gerstlauer que fue plantada en el Prater tan solo 2 años después, en 2015, y que sorprendió a todo el mundo por la proliferación de este tipo de credits en el parque vienés.

Pese a todo, Gerstlauer puso toda la carne en el asador con una coaster compactísima, indoor y con un elemento diferente al del resto de spinnings (con la excepción de las Winjas de Phantasialand): un ascensor. Así pues Maskerade promete ser uno de esos credits pintorescos que tanto me gusta catar de vez en cuando:


Olympia Looping

El Prater cumple este mismo año su 250º aniversario (¡que no es moco de pavo!) y para ello ha decidido contar con el que posiblemente sea el reclamo más grande, adecuado y especial para un parque de este calibre: la mayor coaster portátil del mundo.

Hablar de Olympia Looping a estas alturas es como pretender sentar cátedra sobre qué forma tiene una rueda, ya que estamos ante uno de los credits más venerados y aplaudidos de la historia, todo un hito de Anton Schwarzkopf que desde 1989 viaja por las ferias más importantes de Alemania, siendo el Oktoberfest de Munich su hogar año tras año. Para este año su propietario (Barth) ha concedido al Prater el honor de tener en su interior semejante bestia de acero con 5 inversiones, 1250 metros de layout y 5,2 G's máximas (una auténtica pasada):


Race

El clásico ejemplo en el que se antepone el hecho al producto. Como ya sabréis, uno de mis lemas es "un credit es un credit" y este será el ejemplo perfecto de esta afirmación.

Facturado por SBF Visa Group, en 2014 el Prater añadió un credit más a su colección tratándose de una de esas coasters menospreciadas por el hecho de ser una kiddie con tintes familiares y de un tamaño bastante inferior a lo que el Prater nos tiene acostumbrados. Pero aún así, reúne las características propias de un credit, forma parte del listado del parque y por lo tanto deberá ser probada. Además contiene unos barrocos trenes futuristas que hacen que, por el hecho de ser una simple credit, la sobreprotección del viajero sea primordial. Será todo un puntazo:


Descubriendo puntos de Viena

Pero la escapada no se reserva únicamente para descubrir las novedades del Prater y celebrar su 250º aniversario, sino que también me servirá para cargar las cámaras de una buena cantidad de vídeos descubriendo algunos curiosos y desconocidos rincones de Viena, de manera que cuando acaben los episodios de "Un punto de..." que estoy publicando acerca de Londres, la siguiente ciudad elegida será la capital austriaca.

No quiero desvelar demasiado sobre lo que tengo pensado descubrir, pero lo que sí puedo decir es que os llevaré a visitar el país más pequeño del mundo, un faro que no ilumina ningún mar y una colección del modernismo europeo más infravalorado.

Sí, Viena tiene palacios, óperas, museos y parques a patadas, pero mi intención es mostraros aquello que no encontraréis en ninguna guía.

*****

Y hasta aquí esta entradita informativa a través de la cual podéis ver que una escapadita de apenas unos días me va a dar para muchas horas de documentación e indagado cultural e interesante. La verdad es que será mi quinta vez en Viena, una ciudad de la que nunca me canso y que siempre es capaz de sorprenderme.

Como siempre os recomiendo, vale la pena que echéis un vistazo a los distintos perfiles del blog en las redes sociales (Facebook y Twitter) así como en Instagram, donde iré subiendo regularemente y en la medida que el Wi-Fi me lo permita, las fotografías de los lugares que me encuentre a mi paso.

6 comentarios:

  1. Que vaya bien.
    Recuerda que vodafone ha eliminado el roaming en EEUU y Europa, con lo que el wifi, en segun que casos, no te seria necesario

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    1. Me llegó el mensaje, pero por suerte Viena es una ciudad llena de puntos de acceso wi-fi gratuitos. Eso, sumado a que el apartamento donde estuve tenía una conexión rapidísima, hizo que no me preocupase mucho. Igualmente al ir a grabar mucho y estar entretenido no tuve demasiado tiempo para mirar el movil jejejeje. Saludos Pablo!

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  2. AFAPAM: Genial el viaje. Que lo disfrutes mucho y nos lo cuentes todo a la vuelta con pelos y señales.

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    1. ¡Gracias AFAPAM! Habrá entradas sobre el Prater muy pronto, recogí muchísimo material de Viena jejeje. Saludos ;)

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  3. Yo estuve en semana santa. Si te gusta el royo terror, recomiendo hotel psycho. Es la típica que vas en coche, pero de típica no tiene nada...acojona y está chula por dentro y fuera.

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    1. Hotel Psycho la probé, la verdad es que no tenía ni idea de que el Prater había estrenado nueva dark ride este año y fue una grata sorpresa. Me recordó a una dark ride que probé en 2012 en Tivoli Friheden, todo muy en plan de última generación, pantallas, proyecciones y animatronics muy realistas. Me gustó, bien merece los 5 euros que cuesta.

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