Conociendo a Mr. Six

Los más veteranos y veteranas del lugar sabréis ya de sobras mi predilección a la hora de escribir entradas sobre el mundo del marketing en este mundillo que tanto admiramos como es el de los parques de atracciones y temáticos.

Desde campañas arriesgadas donde se juega directamente con la perspicacia del futuro visitante del parque, como tramas complejas que duran largas temporadas y que comportan en ocasiones el cambio radical del aspecto de un parque, de sus webs y redes sociales. Absolutamente todo movimiento de publicidad y venta que implique una campaña de diseño, ideas, producción y distribución me fascina. Y la que hoy os traigo es, quizás, una de las campañas más acertadas de la historia reciente de los parques de atracciones.

Dicho esto hoy, en Bloggercoaster, vamos a fijarnos en la brillante campaña de marketing que llevó a cabo la gigantesca empresa de ocio Six Flags durante casi una década, con uno de los personajes más icónicos para la sociedad norteamericana durante un buen puñado de años: Mr. Six.

El origen del anciano bailón

Corría 2004 y Estados Unidos apenas empezaba a recuperarse del traumático horror vivido durante la caída de las Torres Gemelas en septiembre de 2001. Todos los medios de comunicación, las webs y, como en el caso que nos ocupa hoy, los parques temáticos y de atracciones, invertían grandes sumas de dinero en publicidad y promoción para hacer olvidar al norteamericano medio, propenso al recuerdo y memoria de catástrofes durante años, el pavor vivido durante aquellos trágicos días.

Fue en mitad de ese tenso clima cuando la todopoderosa Six Flags decidió sacar adelante una de las campañas más visuales y arriesgadas de las últimas décadas. Ideada y llevada a cabo por la agencia de publicidad Doner Advertising (de Michigan) el origen de el icono fue un anuncio en televisión que se emitió durante los meses de marzo y abril de 2004 de manera insistente y que rápidamente caló en la memoria de las familias norteamericanas, dispuestas a dejar sus ahorros en visitar los parques.

Aquí os dejo el brillante primer anuncio, presentando al bailongo Mr. Six:

Como podéis observar, hay distintos patrones que marcan clarísimamente la tendencia de esta campaña de publicidad, a saber:

• Representación de la típica y tópica barriada estadounidense de los alrededores de las ciudades: casitas blancas alineadas, un montón de gente trabajando y viviendo el día a día (gente representada por el target más estandarizado: adolescentes, niños, padres de família y madres de família). Que no falten los jardines de césped impolutos y las vallas blancas.

• Iconos visuales a cargo de un autobús de corte clásico con llamativos colores, vestimenta sobria pero a la vez exagerada por parte de Mr. Six y la enésima representación de un típico anciano cascarrabias (dicen las malas lenguas que la inspiración vino directamente dada por el personaje de Junior Soprano, de la magistral serie de TV The Sopranos, emitiéndose todavía en aquella época).

• Música altamente pegadiza. Concretamente en el anuncio empezamos con un extracto de la BSO de Hook (compuesta por el genio John Williams) y en el momento en el que Mr. Six activa los altavoces, empieza a sonar la poderosa We Like to Party, de Vengaboys, una formación musical holandesa que prácticamente debió su éxito a temas como este We Like to Party o Boom Boom Boom Boom, de corte similar al usado para este anuncio.

• El uso final (y lógico) de una batería de potentes imágenes donde se muestra el auténtico potencial de los parques Six Flags entremezclado con imágenes donde Mr. Six interactúa con la sociedad que instantes antes se encontraba viviendo su "aburrida" vida en el barrio idílico.

La experiencia Mr. Six

Durante las siguientes temporadas a aquél glorioso 2004, todos los parques de la cadena usaron el icónico personaje de manera extensa y masiva. Todos los parques de la cadena tenían en nómina a bailarines que realizaban la función de meterse en el papel del alegre anciano y danzar frente a las animadas multitudes que visitaban el parque. 

Lo más normal era que los parques presentaran una zona, cercana a los tornos de acceso al parque, donde mediante potentes altavoces se daba paso a la canción anteriormente citada (We Like to Party) y acto seguido aparecía el inocente y lento Mr. Six para, cuando arrancaba la canción, empezar a mover el esqueleto con movimientos que en su momento fueron relacionados con el Melbourne Shuffle, un estilo de baile derivado del funk:

El baile se prolongaba durante casi 10 minutos para, posteriormente, dejar que el público se fotografiase con Mr Six como si de una botarga más se tratase.

También en ocasiones el show se trasladaba a las calles y viales de los parques, donde el mismo Mr. Six se dedicaba a ir paseando y retando a los visitantes a bailar con él. De hecho existen varios vídeos en los cuales se puede demostrar que el bailarín contratado para encarnar al espitado octogenario tiene conocimientos de breakdance, por lo que se inculcó la sub-cultura de ser retado por Mr. Six y seguirle los movimientos, en forma de jocosa batalla de baile.

Como ya intuiréis, el parque aprovechó el tirón y editó un sinfín de productos de marketing derivados del alegre personaje que supuso una revolución promocional y que rápidamente caló en el imaginario audiovisual norteamericano, haciendo apariciones en programas de televisión como Good Morning America o Saturday Night Live. También se le pudo ver en series de animación como Robot Chicken o South Park, series de marcado corte adulto en las cuales se usaba el personaje de Mr Six con un tono descaradamente sarcástico.

Este uso fue el que hizo que en noviembre de 2005, cuando se anunció que el nuevo CEO de Six Flags sería Daniel Snyder (hasta ese momento dueño del equipo de la NFL, los Washington Redskins) el mismo Snyder anunciara el retiro de la campaña de marketing relacionada con Mr. Six y toda la mercadotecnia que se movía alrededor del personaje.

Durante la siguiente temporada de 2006 el personaje continuaría como una botarga más de los parques pero ni la publicidad en los medios ni el merchandising del parque llevarían incorporada ya la imagen del anciano.

Vuelta y legado final

La sociedad lamentó la terrible desaparición de Mr. Six, un personaje que sin la compañía pretenderlo había tomado una relevancia mucho mayor de la esperada y fue así como en 2009, tras la bancarrota que azotó a la compañía de las seis banderas y que obligó a que interveniera el mismísimo gobierno de los EEUU (con una inyección económica de centenares de millones de dólares), Six Flags decidió repescar al personaje y volverlo a poner al frente de la palestra, añadiéndolo automáticamente a un nuevo anuncio de televisión que, en esta ocasión, enfatizaba mucho más la figura del anciano, así como su sencilla coreografía.

Echémosle un vistazo:

Como podemos ver, en esta ocasión se repiten varios factores básicos de la primera campaña, aunque se suprime la presentación de la sociedad norteamericana escéptica y observando al personaje carismático realizar sus pases míticos. La razón es bien sencilla: a Mr. Six YA se le conocía, ya se sabía quién era y en esta ocasión únicamente había que enfatizar su vuelta a los parques.

El mismo, sin aditivos, sin complementos extra. De hecho el uso que se hizo de Mr. Six a partir de la temporada 2009 fue estrictamente icónico. No se volvieron a vender productos de marketing, se intentó evitar que la figura del anciano apareciera en medios de comunicación, pero Mr. Six era alguien que te podías encontrar si pisabas cualquiera de los parques de la compañía. Tal que así:

El tirón de Mr. Six permaneció durante varias temporadas más hasta que en 2012 se decidió retirar definitivamente el personaje de los parques para dar paso a campañas relacionadas con las franquicias de cómic y animación contratadas también por la compañía de las seis banderas: Looney Tunes y personajes de Marvel.

Además fue entonces cuando se inició una tendencia (que todavía está vigente hoy en día) en la que la estrella indiscutible de los anuncios son las grandes novedades de cada parque, en vez de un personaje del mismo. Algo que a mi parecer es un paso atrás en la innovación e inversión en base a los anuncios y la mercadotecnia de un parque (giros que han sabido tomar sabiamente parques europeos como Phantasialand, los distintos Walibis o Efteling) pero que en un país en el que tu público principal ha pasado a ser el teenager en gran promedio, es más difícil de llevar a cabo.

Pese a todo todavía queda hoy en día un claro y admirable legado de Mr. Six. Concretamente se encuentra en Six Flags Great Adventure, el parque establecido en New Jersey, uno de los principales pilares de la costa este parqueril en Norteamérica. En él podemos encontrarnos con el auténtico autobús que se utilizó durante la campaña de publicidad de 2004 (y en algunas de las siguientes) y que se encuentra en un estado de conservación bastante óptimo (eso sí, por la parte visible, por la parte invisible la conservación es algo más discutible):

En lugar de la pegatina "Six Flags", en el lateral podemos encontrarnos con una, de estilo bastante similar, donde reza la palabra "Adventure", supongo que para darle un apego mucho más actual y acorde a Six Flags Great Adventure, hogar de este icónico autobús.

¡Por cierto! Algo que alimentó páginas y páginas de blogs, foros e incluso dio minutos de televisión, fue el encontrar la identidad del actor que daba vida a Mr. Six en los anuncios de TV y que la compañía Six Flags se encargó de guardar celosamente para evitar contrataciones espontáneas o incluso robo de identidad por parte de las compañías competidoras (ya sabéis cómo va el tema de la publicidad desleal en EEUU). 

Fuente: IMDB

Pero si hoy en día tenéis todavía el gusanillo, os diré que el actor que daba vida a Mr. Six es Danny Teeson, más conocido por ser coreógrafo de un buen puñado de producciones norteamericanas, tanto series como películas (os dejo el enlace a su ficha en IMDB, si clickáis sobre el nombre del actor os aparecerán todos sus datos y fotografías, como esta que acompaña a la entrada y en la cual se hace difícil reconocer al actor, sin estar ataviado con el maquillaje y la indumentaria característica de Mr. Six, claro). 

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No deja de ser curioso darse cuenta que un personaje que parecía tan cercano y tradicional a la compañía de Six Flags es, en realidad, un icono que se creó y forjó durante apenas unos años de la década pasada.

Da la sensación de que Mr. Six siempre había estado ligado a la compañía, había sido un personaje creado desde los años 70 u 80 (como el Tío Sam o Santa Claus) pero no, Mr. Six es producto de unas mentes brillantes que idearon una de las campañas de marketing audiovisual de parques más grande jamás producida. Sencilla pero efectiva.

Sirva esta entrada como personal homenaje a una botarga entrañable que, a juicio personal, debería regresar tarde o temprano para volver a amenizar las calles de los parques Six Flags (tan apegados hoy en día y cada vez más al mundo de los superhéroes). Six Flags sin Mr. Six es como un Six Flags más descafeinado, menos genuino.